No obstante, ésta no es la única razón del hecho de que la mayor parte de lo que las personas tienen en la conciencia acerca de ellas mismas, de los demás, de la sociedad, etc., sea ficción.
En su desarrollo histórico, cada sociedad queda apresada en su propia necesidad de sobrevivir en la forma particular en la que se ha desarrollado y generalmente logra ésta supervivencia ignorando los fines humanos más amplios que son comunes a todos los hombres.
Esta contradicción entre el fín particular y el universal conduce también a la fabricación (en una escala social) de toda clase de ficciones e ilusiones que tienen la función de negar y racionalizar la dicotonomia entre las metas de la humanidad y las de una sociedad dada.
Podriamos decir, entonces, que el contenido de la conciencia es sobre todo ficticio y engañoso y no representa a la realidad. Así, pues, la conciencia como tal no es nada deseable. Só1o si la realidad escondida (la que es inconsciente) se revela y, en consecuencia, deja de estar escondida (es deecir se vuelve consciente); sólo así se realiza algo valioso.
Debemos volver a éste análisis más adelante. Por ahora sólo quiero subrayar que la mayor parte de lo que hay en nuestra conciencia es 'conciencia falsa', y que es la sociedad, sobre todo, la que nos llena de éstas nociones ficticias e irreales.
Pero el efecto de la sociedad no es só1o infundir ficciones a nuestra conciencia sino, además, impedir la conciencia de la realidad, La elaboración de éste punto nos conduce directamente al problema central de cómo se produce la represión o la inconciencia.
....Toda sociedad, por su propia práctica de vida y por su modo de relacionarse, sentir y percibir, desarrolla un sistema de categorías que determinan las formas de conciencia. Este sistema funciona, como si díjeramos, como un filtro socialmente condicionado; la experiencia, no puede entrar en la conciencia si no pasa por este filtro.
La cuestión está entonces en entender mas concretamente cómo funciona este "filtro social" y como permite que ciertas experiencias se filtren, mientras que a otras se les impide que entren en la conciencia
Primer aspécto del filtro social: el lenguaje.
En primer lugar, debemos considerar que muchas experiencias no se prestan facilmente a ser percibidas por la conciencia. El dolor es quizás la experiencia física que se presta mejor a ser conscientemente percibida; el deseo sexual, el hambre, etc., son también fácilmente percibidos; obviamente, todas las sensaciones importantes para la supervivencia del individuo o del grupo tienen fácil acceso a la conciencia. Pero cuando se llega a una experiencia mas sutil o compleja, como contemplar el capullo de una rosa al amanecer, una gota de rocío en él, cuando el aire es todavia frio, el sol sale y un pájaro canta, ésta es una experiencia que en algunas culturas se presta fácilmente a la conciencia (por ejemplo, en Japon), mientras que en la cultura occidental moderna ésta misma experiencia no entra por lo común a la conciencia por no ser suficientemente "importante" o "significativa" para ser advertida.
El hecho de que las experiencias afectivas sutiles puedan entrar en la conciencia depende del grado en que tales experiencias sean cultivadas en una cultura dada.
Hay muchas experiencias efectivas para las que no tiene palabras un determinado lenguaje, mientras que otro lenguaje puede ser rico en palabras que expresan estos sentimientos. En inglés, por ejemplo, hay una sola palabra, love, que cubre experiencias que van desde el gustar hasta la pasión erótica, del amor fraternal al maternal. En un lenguaje en que diferentes experiencias afectivas no se expresan con palabras distintas, es casí imposible que las propias experiencias entren en la conciencia y a la inversa. Por lo común, puede decirse que un experiencia casí nunca entra en la conciencia si el lenguaje no tiene palabras para expresarla.
Pero éste es só1o un aspecto de la función de filtro del lenguaje. Los distintos lenguajes difieren no só1o por el hecho de que varían en la diversidad de palabras que usan para denotar ciertas experiencias afectivas, sino por su sintaxis, su gramática y el significado original de las palabras.
Todo lenguaje contiene una actitud vital, es una expresión congelada de una experiencia determinada de la vida.
(Para darnos una idea de la tremenda influencia que tiene la gramática del lenguaje en la forma de reflexionar, de sentir, de aprehender el mundo dónde se vive, tenemos que citar a una tribu de pescadores nómadas entre Tahilandia y Burma que en su vocabulario (seguramente porque en sus medios de vida no necesitan esa palabra) no existe la palabra "cuándo", y no cómo preposición, sino como adverbio de lugar.
Asi, el concepto que tienen del tiempo, del transcurrir del tiempo --factor esencial en la ontología humana-- carece de concatenación cronológica-lineal; el corolario es que cuando se les pregunta a uno de ellos que qué edad tiene, o "cuándo" se produjo tal o cual acontecimiento, no saben dar la respuesta que esperamos.
Para ellos, lo que ocurre pasa "en masse" al pasado: "fue", "tuvo lugar", si, pero no se sabe "cuando" porque eso para ellos, debido a la falta de la palabra al respecto, 'no se piensa', por lo tanto, 'no existe'.
Esto, de "per se", representa una absoluta revolución al pensar,
al sentir, al aprehender la realidad circundante. Y todo ello por el simple hecho de carecer de una sóla palabra: "cuando".)
Segundo aspécto del filtro social: la lógica.
La lógica es la que dirige el pensamiento de los hombres en cierta cultura.
Así como la mayoría de la gente supone que su lenguaje es "natural" y que otros lenguajes solo utilizan palabras diferentes para las mismas cosas, supone también que las reglas que determinan el pensamiento adecuado son naturales y universales; que lo que es ilógico en un sistema cultural es ilógico en cualquier otro, porque entra en conflicto con la 1ógica "natural".
Un buen ejemplo de ésto es la diferencia entre la lógica aristotélica y la dialéctica o paradójica.
La logica aristotélica se basa en la ley de identidad que afirma que A es igual a A, y no puede ser igual a nada que no sea ella misma, es la ley de la no contradicción (A no es igual a no-A) y la ley del tercero excluido (A no puede ser A y no-A,), ("principium tertium exclusum")
Aristóteles lo afirmó asi: "Es imposible que la misma cosa pertenezca y al mismo tiempo no pertenezca a la misma cosa y en el mismo respecto... Este es, entónces, el mas seguro de todos los principios."
(Con esta lógica ha pensado --y piensa-- el Occidente por dos mil años)
En oposición a la 1ógica aristotélica está la lógica dialéctica, que supone que A y no-A no se excluyen entre si como predicados de X. La 1ógica dialéctica predomina en el pensamiento chino y de la India, en la filosofía de Heráclito y en el pensamiento de Hegel y de Marx.
El principio general de la 1ógica dialéctica ha sido claramente descrito en términos generales por Lao-Tse: "Las palabras que son estríctamente verdaderas parecen ser paradójicas.". Y por Chuang-tzu: "Lo que es uno es uno.Lo que es no-uno es también uno."
En tanto que una persona vive en una cultura en la que la verdad de la lógica aristoté1ica no es puesta en duda, es muy difícil, si no imposible, para ella tener conciencia de las experiencias que contradicen la lógica aristotélica, y que, por tanto, desde el punto de vista de su cultura, carecen de sentido.
Un buen ejemplo es el concepto freudiano de la ambivalencia, que afirma que puede experimentarse amor y odio por la misma persona al mismo tiempo. Esta experiencia, que desde el punto de vista de la 1ógica dialéctica es bastante "1ógica", no tiene ningún sentido desde el punto de vista de la 1ógica aristotélica. Cómo resultado, es muy difícil para la mayoría de la gente el tener
conciencia de sentimientos de ambivalencia. Si tienen conciencia de amor, no pueden tener conciencia de odio, porque carecería de sentido el tener dos sentimientos contradictorios al mismo tiempo y hacia la misma persona
(Las personas que pertenecen -o estan educadas en ella- a la cultura dialéctica tienen mas probabilidades inteletuales de tener conciencias de sus contradicciones que las que son formadas en la logica aristótelica)
Tercer aspécto del filtro social: el contenido de las experiencias
Toda sociedad excluye ciertos pensamientos y sentimientos de ser pensados, sentidos y expresados.
Hay cosas que no só1o "no se hacen" sino que ni siquiera "se piensan".
En una tribu de guerreros, por ejemplo, cuyos miembros viven de matar y robar a los miembros de otras tribus, podría haber un individuo que sintíera repulsión a matar y robar. Sin embargo, es muy improbable que tuviera conciencia de éste sentimiento, porque sería incompatible con el sentimiento de toda la tribu; tener conciencia de éste sentimiento incompatible significaría el peligro de sentirse completamente aislado y condenado al ostracismo. De ahí que un individuo con tal sentimiento de repugnancia, desarrollará, probablemente, un síntoma psicosomático de vómito, en vez de dejar que el sentimiento de repugnancia penetre en su conciencia.
Exactamente lo contrario se encontraría en un miembro de una tribu agrícola pacífica que tuviera el impulso de salir a matar y a robar a los miembros de otros grupos. Es probable que tampoco se permitiera cobrar conciencia de sus impulsos sino que, en vez de ello, desarrollaría un síntoma, quizá un terror intenso.
Otro ejemplo: Debe de haber muchos comerciantes en nuestras grandes ciudades que tengan un cliente que necesite urgentemente, digamos, un traje, pero que no tenga dinero suficiente ni para comprar el más barato. Entre esos comerciantes debe de haber unos cuántos con el impulso humano natural de darle el traje al cliente por el precio que puede pagar. ¿Pero cuántos de ellos se permitiran cobrar conciencia de semejante impulso? Supongo que muy pocos. La mayoría lo reprimirá y podríamos encontrar entre esos hombres alguna conducta agresiva hacia el cliente que escondiese éste impulso inconsciente, o un sueño a la noche siguiente que lo exprese.
(Fromm ha puesto unos ejemplos en el marco sociológico, que, naturalmente, se pueden extender al cósmos ontogenético (indiviual) donde, debido a ello, se produce la 'psicopatología de la vida cotidiana' (como lo llamó Freud) de las relaciones humanas.
Por ejemplo, y volviendo al sentimiento de ambivalencia admitido por la lógica dialéctica, se puede dar el caso de una esposa que no pueda lidiar, conscientemente, con el sentimiento de ambivalencia hacia su marido y se vea impelida a no dejar entrar en su conciencia el rechazo, el odio hacia él; probablemente, como nos indica Fromm, desarrollará unos síntomas psicosomáticos de vómitos, mareos, dolores, o lo que sea, con tal de no dejar entrar en su pensamiento consciente la perturbación de lo que siente. La cotidianidad de nuestras existencias está llena y cuajada de éstas psicopatías, de las cuales, la mayoría de las veces, ignoramos totalmente sus etiologías)
¿Por qué son ciertos contenidos incompatibles con una sociedad dada?. Además, ¿por qué tiene el individuo tanto miedo de tener conciencia de esos contenidos prohibídos?
En cuanto a la primera pregunta, debo referirme al concepto del "carácter social". Cualquier sociedad, para sobrevivir, debe moldear el carácter sus miembros de tal manera que quieran hacer lo que tienen que hacer; su función social debe interiorizarse y transformarse en algo que estén obligados a hacer.
Las sociedades, por supuesto, difieren según
la rigidez con que fortalecen su carácter social y la observación de los tabús para proteger ese carácter, pero en todas las sociedades hay tabús cuya violación tiene como resultado el ostracismo.
(Nosotros creemos que en la sociedad del "God Bless America", éste "carácter social", debido a que es un régimen que endógenamente requiere una absoluta estabilidad social (dada su draconiana estructa imperial y de 'único partido político' en el poder) dónde cualquier probabilidad 'insurreccional', de conciencia, se ha erradicado totalmente hasta desmantelar los puntos mas recónditos del rebelde comportamiento humano, todo lo cual, para su eficaz mantenimiento, conlleva unos férreos tabúes bajo lo cuales sus ciudadanos "quieran hacer lo que tienen que hacer" y "no piensen lo que no se debe pensar". Al respecto los U$A repesentan el paradigma "par excellence". En este sentido, los U$A tienen que ser el país donde menos se le permite al individuo tener conciencia de sus impulsos "prohibidos")
La segunda pregunta se refiere a por qué el individuo tiene tanto miedo al peligro de ostracismo implícito que no se permite tener conciencia de los impulses "prohibídos".
Para responder a ésta pregunta, debo referirme también a exposiciones más completas hechas en otra parte. Para decirlo brevemente, si no quiere volverse loco, tiene que relacionarse de algúna manera con los demás. Carecer en absoluto de relaciones lo lleva a las fronteras de la locura. Mientras que, en tanto que es un animal, tiene mucho miedo de morir, en tanto que es un hombre tiene mucho miedo de estar completamente sólo. Este miedo, mas que, como supone Freud, es el miedo a la castración, nosotros creemos que es debio al fáctor efectivo que es el que no le permite al individuo entrar en la conciencia ciertos sentimientos prohibídos y pensamientos tabú.
Llegamos, pués, a la conclusión de que la conciencia y la inconciencia están socialmente condicionadas. Tengo conciencia de todos mis sentimientos y pensamientos que pueden penetrar el triple filtro del lenguaje (socialmente condicionado), la lógica y los tabús (carácter social). Las experiencias que no pueden filtrarse permanecen fuera de la conciencia
(De ahi, que, lo que hacen éstos filtros es que "la mayor parte de lo que hay en nuestra conciencia es 'conciencia falsa'.
Es 'conciencia falsa' en el sentido de que el contenido que ha podido llegar a la conciencia es 'un contenido filtrado', por lo tanto no puede reflejar la realidad que nosotros creemos que refleja)
...Si el hombre pierde contacto con el grupo social en el que vive, se asusta del aislamiento absoluto y por éste miedo no se atreve a pensar lo que "no se piensa".
Pero el hombre teme también estar completamente aíslado de la humanidad que está dentro de él y es representada por su conciencia. Ser completamente inhumano es también aterrador, aúnque, según parece indicar la evidencia histórica, menos aterrador que sentirse socialmente condenado al ostracismo, suponíendo que toda una sociedad haya adoptado normas inhumanas de conducta.
Cuanto más se aproxime una sociedad a la norma de vida humana, menos conflicto habrá entre el aislamiento de la sociedad y la humanidad.
(Creemos necesario detenernos aquí por un momento: debido a que en la sociedad imperial U$A --según los records históricos-- es hoy en día la más lejana "a la norma de vida humana" --por ser la mas enajenada que existe--, en ella, el "conflicto entre el aislamiento de la sociedad y la humanidad" ha alcanzado los niveles que todos podemos ver y comprobar en éste momentum hostorico: los U$A son una 'isla' en el mundo: un reconocido 'conflicto' "entre el aislamiento de la (su) "sociedad y la humanidad)
Cuánto mayor es el conflícto entre los fines sociales y los fines humanos, mas se desgarra el individuo entre los dos polos peligrosos del aislamiento.
No hace falta añadir que en la medida en que una persona —por su propio desarrollo intelectual y espiritual— siente su solidaridad con la humanidad, puede tolerar más el ostracismo social y a la inversa. (Yo)
La capacidad de actuar de acuerdo con la propia conciencia, depende del grado en que se hayan trascendido los límites de la propia sociedad y se haya convertido uno en ciudadano del mundo, en 'cosmopolita'." (Yo)
Erich Fromm.