Los bordes tienen siempre dos lados,
diferentes,
separados.
Pero hay veces que lo que hay es un Abismo,
dos Universos de ojos distintos,
dos apartados de opresores y oprimidos,
de saqueadores y saqueados,
que configuran dos Cosmos antagónicos y apartados
tan solo por una raya politica de dos Estados cortados,
por un alto muro que contiene una valvula
que se abre y se cierra
para dejar pasar a los justos esclavos necesitados
Al cruzar a Tijuana
--para los ojos que quieren ver--
se produce éste colapso,
y, a la vez,
esa luz que alumbra exactamente
lo que esta pasando.
Después, al regresar al "vientre del mosntruo",
como lo definió el apóstol José Martí,
se queda uno pensando
en las Grandes Mentiras
sobre la que todo esta reciclado.