a caminar un mundo
de horizontes soñados.
Y se ha quedado
el mismo pájaro cantando,
el murmullo de frondas (a) recordando.
Siempre hay un pájaro
que se queda cantando,
hijo,
ajeno a todo,
ajeno a las estelas
que en el mar vamos dejando.
Y hoy, oquedad que has dejado,
para salir de las heridas abiertas
que deja el apego que llevamos,
me he subido a ese mágico pájaro
que representa la vida que sigue,
lo nuevo que surge y nace
para recorrer los necesarios espacios,
trapecio a un cosmos
que aguarda ser decodificado,
ajeno a casas vacías,
a ausencias flotando...
(a) 'el murmullo de frondas'
es el sonido que produce el aire
al mecer las ramas de los árboles.