De monaguillo, 1948, en Al-Andalus
(sin nacer)
en el de 'Reverte de Huelva',
dice algo que se me quedó en el coco
(lo tengo entre mis dos mil paginas
de 'Algonário de Náufrago en Aquarium'):
"El tiempo encierra a cada cual en su nicho
mucho antes de diñarla"
Y es que la muerte, como el nacimiento,
es un proceso.
Todo es un proceso, dialéctica, movimiento.
Nacemos --si es que logramos nacer plenamente--
mucho después de nacer,
y morimos mucho antes de morir:
nos vamos metiendo en el ataud poco a poco,
casi con sigilo,
-sin darnos cuenta-,
porque meterse en la caja de sopetón
sería traumático,
no se puede pasar del estado 'líquido' al 'gaseoso'
tan rápidamente,
hacen falta grados y escalones dialécticos
que sustenten ordenadamente la operación.
Llegar de pronto, a la muerte,
¡uf!, sería muy duro;
así que nos morimos poquito a poco,
casi de puntillas,
para que no se nos note mucho,
que la muerte es lo que tenemos que disimular mas.
(En realidad, un tercio del día lo tenemosque dedicar
a 'reparar el jalón de la muerte': durmiendo,
que la vida cansa porque la muerte siempre
esta 'tirando de ella' en 'direccion opuesta')
'Palingenésia' es otra palabra bella que se me quedo en el coco;
quiere decir "nacer de nuevo":
todos los dias, queramoslo o no,
vamos naciendo de nuevo,
periendo esto o aquello o lo otro,
saliendo por ciertos agujeros
y cortando el correspondiente umbilical
para independizar mas nuestros sueños.
Por cierto, debe de haber por ahi otra palabreja
que signifique 'morir de nuevo',
pero por mucho que busco no la encuentro,
por eso la tengo que inventar;
podria ser...por ejemplo...'Tanatogénesia',
'morir de nuevo',
porque cada vez que 'nacemos con una nueva criatura'
ello tiene que ir a ocupar un lugar
previamente vaciado, muerto,
para que se rellene el nicho desocupado,
Viene a ser como un continuo trueque
entre Palingénesia y Tanatogénesia,
la primera llega con lo naciente
a llenar el nicho que, vaciado peviamente,
Tanatogenésia ha dispuesto.
Es un juego de intercambio muy bello:
"La vida y la muerte de la mano van,
por aquellos cañaverales,
¿las habeis visto pasar?".
Son Palingenésia y Tanatogénesia,
dos hermosisimas hembras
que, cogidas de la mano,
siempre van cantando:
'Una, dos, tres,
mañana sales tu,
despues yo vendre'.
Tienen, entre ambas, una armonía perfecta.
Componen tambien una increíble prestidigitación
donde del sombrero de copa
aparecen y desaparecen las cosas
con una magia y un arte imposible de creer;
por ejemplo:
hoy aparecemeos en el sombrero de copa de la vida
y, al momento siguiente,
'nada por aqui, nada por alla',
y, ¡plaf!...¡hemos desaparecido!...
¿Cómo es posible?
-atonitos, nos preguntámos--
¿Qué clase de fantástico juego de manos es éste?
Tal vez, por eso,
"La vida y la muerte de la mano van,
por aquellos cañaverales,
¿las habeis visto pasar?"
Yo he hecho mucho ésta pregunta
y nadie, nadie, juntas, las ha visto pasar:
siempre son percibidas separadamente
Y es que, desde pequeñito, nos indoctrinan para ello:
para no verlas que "de la mano van",
y separamos a Palingenesia de Tanatogenesia,
y de esta manera nunca podremos entender:
"Nacemos --si es que logramos nacer plenamente--
mucho después de nacer,
pero morimos mucho antes de morir",
porque para comprenderlo,
aunque ello parezca desvío semiótico,
tenemos que unificar el 'nacer' y el 'morir'
"de la misma mano":
el cadaver del ahora es el vivo del despues,
y, entre ambos, la separacion es tan solo un espejismo
por la sencilla razón de que lo que ambos componen
es una sucesion, una concatenacion que aglutina
el componencial binomio de esta ecuacion.
Decia el gran escritor y sagaz Francisco Umbral:
"El hombre es una sucesion de hombres,
somos una sucesion de 'yoes',
pero que esta sucesion se agrava y se vuelve alucinante
por el hecho de que todos los 'yoes'
estan presentes en cada que hace el 'yo'
--porque vivimos sobre el fondo
de lo que hemos vivido y nada mas--,
y el agravamiento final de este proceso
es que tenemos tantos 'yoes'
que, si bien presentes, estan ya muertos:
presentes sucesiones de difuntos;
lo que portamos con nosotros no es una alegre
excursion de personalidades sucesivas y simultaneas:
lo que portamos con nosotros -por la vida-
es un carro de muertos, de los 'yoes'
que se nos han ido muriendo y que nadie entierra,
sino que tiran de nosotros o nosotros tiramos de ellos:
unas veces mandan los vivos"
y otras veces mandan los muertos"
(¡Que bien decia las cosas Umbral!)
"Unas veces mandan los vivos
y otras veces mandan los muertos".
Unas veces manda Palingenesia
y otras veces manda Tanatogenesia.
Pero la clave radica, mas que nada,
en este impresionante juego de prestidigitacion
de "aparecer y desaparecer",
que "de la mano van",
que nos deja perplejos a todos
Quizas vivir -humanamente- sea, simplemento eso:
perplejidad, continua perplejidad,
ante ese colosal y arcano 'juego de prestidigitacion'
sobre el cual,
un dia,
NOS HACEN aparecer aqui,
y, al segundo siguiente,
NOS HACEN desaparecer de aqui,
y entre estos dos fantasmagoricos vectores,
como dice Umbral, lo que ocurre es:
"presentes sucesiones de difuntos":
pasadas, presentes y futuras sucesiones
de Palingenesias y Tatanogenesias donde
"nacemos --si es que logramos nacer plenamente--
mucho después de nacer,
y morimos mucho antes de morir.