¿Será verdad que Dios es de los ricos y es por eso que sólo castiga a los pobres?
Pregunta sin sentido, pero válida ahora en el plano analítico de conciencia y solidaridad con el dolor del heroíco pueblo haitiano.
Haití otra vez.
Sí.
Haití azotada siempre por toda clase de terremotos y huracanes, Humanos y Naturales; éstos últimos irremediables, pero que, sin las nefastas consecuencias de los primeros serían mas soportables porque de la sólidez de las infraestructuras de un país dependerá, en gran parte, la magnitud de ruínas que dejen a su paso los terremotos y huracanes Naturales.
Haití otra vez.
El dolor ésta vez es espantoso sobre el heroíco pueblo haitiano. Pensemos y sintamos, al ver las caras humanas de tal colosal hecatómbe, que estamos delante de los descendientes de un pueblo de Espartacos:
Toussaint Louverture,
Biassou,
Jean-François,
Jean Jacques Dessalines,
Charlemagne Peralte (-1-)
La primera y exitosa sublevación de esclavos en la historia se produjo en Haití.
En los tiempos modernos no había sucedido en el orden social nada de tanta transcendencia histórica.
El 1 de Enero de 1804 se lanzaba la proclama de independencia de Haití: ¡ La segunda República de América y el primer país independiente de esclavos negros del mundo...en un continente lleno de esclavos...!
La Revolución Francesa fué la génesis de la Haitiana, lo mismo que ésta fué el eslabón dialéctico de la Cubana. Concatenaciones históricas que a todas las ramas del árbol de la luchas humanas aglutinan y enmarcan.
Como dijo Juan Bosch:
"...El 29 de Agosto, 1793, se declara la libertad de los esclavos de Haití...Los cimientos del orden social de toda América crujían sacudidos por un terremoto...Ciento sesenta años después, lo que estaba pasándo en Haití iba a repetirse en Cuba, y no se trataría de una repetición fortuíta, pués...la revolución cubana de Fidel Castro iba a ser históricamente una hija de la revolución de Haití"
"...No hay pruebas de que Karl Marx estudiara la revolución haitiana, y, sin embargo, toda la obra de Marx puede estudiarse aplicándoles a cada una de sus conclusiones uno o varios ejemplos extraídos de esa revolución. Así, todo Marx puede ser analizado a la luz de la revolución de Haití, y toda la revolución de Haití puede ser analizada a la luz de la obra de Marx. En este sentido, la revolución d Haití es un caso asombroso de revolución marxista iniciada veintiocho años antes de que naciera Marx. Está claro que esa revolución cumpliría las leyes de lo que sesenta años después serían las concepciones marxistas de una revolución..."
("De Cristobal Colon a Fidel Castro", Juan Bosch)
Y ésta es la cara de la trayectoria histórica de un pueblo que ahora necesita toda nuestra solidaridad para redimirlo de ésta catástrofe Natural y para ver si un día, nuevos Toussaint Louverture puedan redimirlo también del yugo colonial del capitalismo internacional: catástrofe Humana ésta que el heroíco y sufriente pueblo hatiano viene soportando desde que la isla Hispaniola (actual República Dominicana y Haití) se convirtió en frontera imperial a manos de los piratas españoles del llamado 'Descubrimiento de América'. (Con excepción del lapsus de tiempo de su indepenencia revolucionaria)
Y esperemos que, de ahora en adelante, al igual que en aquel 29 de Agosto, 1793, cuando se declaró la libertad de los esclavos de Haití y "los cimientos del orden social de toda América crujíeron sacudidos por un terremoto" -como escribió Juan Bosch-, sólo se produzcan ésta clase de "terremotos" dónde sea la libertad y la dignidad de los pueblos la única que se pueda medir en esa otra "Richter Scale" que no tenga nada que ver con ese "7.0" de muerte en el que ahora vive el pueblo haitiano.
(-1-)
La muerte de Peralte fue organizada bajo el mando del mayor F. M. Wise, pero sus ejecutores fueron el capitan Hanneken, el teniente Button y algunos miembros haitianos de la guardia constabularia que había formado el Gobierno militar de ocupación con el nombre de "gendarmerie". En su informe al mayor Wise, el capitan Hanneken relató cómo se llevo a cabo la operación, cómo él y sus hombres pudieron cruzar las diversas avanzadas de Peralte y cómo al final llegaron hasta dónde éste se hallaba, y termina diciendo que el teniente Button y el se acercaron "a unos cincuenta pies de Charlemagne, que estaba sentado cerca del fuego y que hablaba con su mujer... Charlemagne trato de retirarse... Dije a Button: 'Listos'. E hicimos fuego".
Lo que no conto Hanneken fue que el cadaver mutilado de Charlemagne Peralte fué llevado a Grande-Riviere el 1 de noviembre (1919): que para exhibirlo al pueblo se arrancó una puerta de una casa y se le clavó en esa puerta, con los brazos abiertos, demostración patética de que desde hacía casi dos mil anos los redentores morían crucificados, lo mismo si eran blancos como si eran negros; después se le enterró en secreto para que nadie supiera dónde estaba su tumba, tal como se haría en 1968 con los restos calcinados de Che Guevara en Bolivia.