¿La pandemia, representa una rara,
pero estrecha ventana de oportunidad
para reflejar, reimaginar
y reiniciar -the Great Reset- nuestro mundo...
o ha sido al contrario, que fue la necesidad de ese Orden Mundial, de ese Great Reset,
la que forjó la pandemia,
esa Gran Crisis que visionó D. Rockefeller para que las naciones del mundo
aceptaran el Nuevo Orden Mundial?
"Si, mucha gente va a morir cuando se establezca
el Nuevo Orden Mundial, pero será un mundo mejor para los que sobrevivan",
Henry Kissinger
Discipulo y Maestro
El alemán Klaus Schwab fue alumno del ex secretario de Estado Henry Kissinger en la Escuela de Gobierno de Harvard, el mismo que dijo sobre el sangriento golpe de estado de 1973 que montaron Nixon y Kissinger en Chile y que condujo a la muerte de salvador Allende y al asesinato, tortura y exilio de decenas de miles de chilenos: "No veo por qué debemos quedarnos al margen y ver cómo un país se vuelve comunista debido a la irresponsabilidad de su propia gente" --señaló Kissinger-- Y no, no se quedaron al margen...
Coordinados política, táctica y estratégicamente en una visión que ya empezamos espeluznantemente a vivir bajo esta fase histórica del desarrollo de la acumulación de çapital, y que ya se puede percibir palpablemente como la más genial respuesta taxativa y controladora de la lucha de clases en tiempos modernos, porque los estados deudores que han recibido enormes ayudas monetarias para levantar su colapsadas economias solo podran devolverlas --con sus intereses-- a costa de reducir drásticamente sus programas sociales, lo cual, inexorablemente, forzará la privatizacion de esos estados morosos.
En su trabajo 'Orden Mundial', Kissinger expone en esta obra su visión del reto fundamental del siglo XXI: cómo construir un orden internacional compartido en un mundo con perspectivas históricas divergentes, plagado de conflictos violentos, tecnología desbocada y extremismo ideológico. Un orden mundial dónde los gobernantes --la plutocracia imperialista-- sepan plastificar y solidificar el régimen frente a la irresponsabilidad de las gentes. para que nunca más llegue a pasar lo que ocurrió en Chile con la Unidad Popupar de Salvador Allende.
Este Manifest of Destiny del Nuevo Orden Mundial ya tenía sus embriones programáticos en la gran cabeza de uno de los paladines y gurus del capitalismo moderno: Zbigniew Brzezinski (el que acabo derrotando a la Unión Soviética en la trampa de Afganistan) . En un artículo publicado en la revista Foreign Affaire (1970), ya exponía su visión del “Nuevo Orden Mundial” al afirmar que "se hace necesaria una visión nueva y más audaz, la creación de una comunidad de países desarrollados que puedan tratar de manera eficaz los amplios problemas de la humanidad", esbozos de una teoría que perfilaría en su libro "Entre dos Edades: El papel de Estados Unidos en la era tecnotrónica" (1971), dónde explica que ha llegado la era de reequilibrar el poder mundial, poder que debería pasar a manos de un nuevo orden político global. Kissinger y él, dos figuras claves para entender el desarrollo imperialista, saltaban a la misma comba de esta visión demiúrgica y obscena sobre la concentracion del poder en un club plutocrático, Urbi et Orbi, que anulara rivales y desarticulara las luchas de la clase trabajadora a una situacion inoperante.
El "Orden Mundial" de Kissinger y "Entre dos Edades" de Brzezinski es lo que aprendería Don Klauss Schwab en la Escuela de Gobierno de Harvard de la palabra y sabiduría del ex secretario de Estado Henry Kissinger para iferir y filosaofar sobre la "globalización equitativa" aquella que, precisamente, asesinó su maestro en Chile.
Kissinger hereda esta Agenda que la continua hoy en día su apreciado discipulo Schwab que, en los años 1970-1980, se convierte en uno de los directores de la firma Escher-Wyss (posteriormente absorbida por Sulzer AG), que desempeñó un importante papel en el programa sudafricano de investigación nuclear, desarrollado bajo el régimen del apartheid y en violación de la resolución 418 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Schwab comienza a escalar.
Su alpinismo jerárquico de cotas a conquistar.
Con ayuda del vicepresidente de la Comisión Europea encargado de los temas económicos, Raymond Barre --ex primer ministro francés y miembro de la Comisión Trilateral–-, Klaus Schwab creó un círculo de jefes de empresas que se convirtió en lo que se conoce como el Foro Económico Mundial de Davos. El cambio de denominación se realizó con ayuda del Center for International Private Enterprise (CIPE), la rama patronal de la National Endowment for Democracy (NED), Spreading Freedom Around the World, que sirve a su vez de pantalla a la CIA. Es por eso que, en 2016, Schwab aparece registrado en el Grupo de Bilberberg –órgano de influencia de la OTAN– como funcionario internacional, aúnque nunca lo ha sido oficialmente. Nacido en una familia de colaboradores nazis, Schwab dice ser «transhumanista» y promotor de la «globalización equitativa».
Su visión equitativa le hace acercarse al comunista Papa Francisco, excolaborador --aqui entendemos colaboración en el sentido de que sin la participación de la iglesia católica en "bendecir" y ocultar lo que ocurría, la Junta Militar no hubiése podido trabajar tan cómoda en su encargo de "limpiar" el país de "indeseables"-- de Massera y Videla en la tristemente famosa J. M. argentina.
A Schwab le convenía, para su «globalización equitativa» incluír la "perspectiva" de la Iglesia Católica y de la Santa Sede en la reunión en Davos, por lo que invita al Santo Padre al Foro Económico Mundial de 2018.
Y el Santo Padre se lo agradece en una famosa carta:
Para el profesor Klaus Schwab, Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial
Agradezco su invitación para participar en el Foro Económico Mundial 2018 y su deseo de incluir la perspectiva de la Iglesia Católica y de la Santa Sede en la reunión en Davos.
También les agradezco sus esfuerzos por acercar esta perspectiva a la atención de los participantes, incluidas las distinguidas autoridades políticas y gubernamentales presentes y todos aquellos involucrados en los negocios, la economía, el trabajo y la cultura, mientras discuten los desafíos, preocupaciones, esperanzas y perspectivas del mundo de hoy y del futuro.
El tema elegido para el foro de este año - Crear un futuro compartido en un mundo fracturado - es muy oportuno. Confío en que ayudará a orientar sus deliberaciones en la búsqueda de mejores bases para construir sociedades inclusivas, justas y solidarias, capaces de restaurar la dignidad de aquellos que viven con gran incertidumbre y que no pueden soñar con un mundo mejor (....)
Y terminaba:
Al renovar mis mejores deseos para el éxito de la reunión, invoco sobre usted y todos los que participan en el Foro las bendiciones divinas de la sabiduría y la fortaleza.
El Vaticano, 12 de enero de 2018
....................................
El Ejecutivo Político-Económico
y el Ejecutivo-Espiritual,dos alcantarillas del mismo Lodazal,
de la mano siempre van;
un inseperable tandem
para poder triunfar,
porque el Vaticano
(la única religión-Estado en el mundo)
siempre ha sido y es
un factor esencial e indispensable
del "modus operandi" de la "civilización" occidental.
Y tan buena impresión causó la $anta Sede
en el Foro Económico Mundial de 2018,
que, dos años después, fue incluída en un tandem "económico-espiritual"
para la "opportunity to reflect,
reimagine, and reset our world"
Por eso, en el 2020 se crea The Council for Inclusive Capitalism with the Vatican, A New Alliance Of Global Business Leaders
NEW YORK, Dec. 8, 2020 /PRNewswire/
The Council for Inclusive Capitalism
with the Vatican ("the Council"),
a historic new partnership between some of
the world's largest investment and business leaders and the Vatican, launched today.