que alargan el pasado,
fantasmas que van hacia atrás
que vamos dejando...
Dónde pinto Dino éste cuadro?
¿Dónde estabamos?
Aqui, en la tierra
o buscando lo que nunca
hallamos?
Creo que en Israel.
Era 1965.
Sobre ya extintos escenarios.
Todo es tan lejano...
El hombre es un ser de lejanías,
decía Fancisco Umbral
que lo había leído en Heidegger,
y éste lo habría sacado
de esos ya extintos escenarios
dónde la luz tarda en recorrerlos
cientos de años...
Bueno
Pues alli estabamos
Después del kibutz Dvir,
no teníamos dinero,
dónde ir?
Pues a Eilat,
en el golfo de Áqaba.
Alli había trabajo.
Lo que si recuerdo
es que me dormía en la tienda de campaña
mirando las luces de Aqaba
reflejadas en el mar
(Aún hoy en día
al ver luces reflejadas en el mar
me acuerdo de Aqaba.
Trabajamos duro en el día
y por la noche caímos
como dos sacos derrumbados
en la manta que cubría
el suelo de la playa...
y las luces de Aqaba en el mar
haacían el resto.
Después estuvimos en la mina de cobre de Timna
trabajando como negros,
verdes y blancos abadonados.
Después cavando zanjas en el desierto
para una planta eléctrica.
Tan cansados y muertos estabamos
que tal como caímos en la cama,
con ropas, botas y sombreo acoplado,
un día, al levantarnos para zanjear cavando,
a a 50º grados, nos preguntaron
que si no nos habíamos enterado,
no -contestamos-, hemos dormido
como troncos cortados,
y nos dijeron que por la noche
una bomba había explotado
y todos salieron corriendo
y nos les dio tiempo a despetarnos...
No
Esa noche Dino no pintó el cuadro.
Debió ser otro día.
Otra época de sueños también lejanos...
¿Donde iniciaría Dino
el esbozo de ese cuadro?
....¡Ah, si!...Ahora recuerdo!
Fue en Eilat
Fue una noche
de Shabbat shalom!, Shalom shabbat!,
las luces de Aqaba
se reflejaban mas intensamente
en el mar,
rojo de preludios y nocturnidad,
cuándo uno de aquellos
compañeros naúfragos
que compartían con nosotros
aquella playa de libertad,
se acercó con un guitarra y cantamos
hasta reventar:
ora sei rimasta sola...
piangi e non ricordi nulla...
scende una lacrima sul tuo bel viso..
lentamente...lentamente...
Sobre aquellos lienzos se inspiró Dino
Todo es tan lejano...
(Diez años después,
en otras circunstancias,
volveríamos a aquella misma playa
para ver de nuevo la luces de Áqaba
como se reflejaban en el agua...
Pero ésto es otra historia
que el tiempo recoge
en otras alacenas)
Es que era otro mundo.
Otros los actores
Otros los espectadores.
Otros los apuntadores
Israel también era otro.
Aún no habían dado
su Primer Zarpazo de 1967.
Aún no se habían quitado la máscara.
Todo es tan lejano...
Después
Ay, el después,
ese juego de dados
que Einstein siempre tenía negado,
comenzó a tirar sus dados de azar
y asi aparecimos en otro lugar,
muy especial,
muy interesante,
muy diferente.
Hay que oírlo, sentirlo,
vivirlo y percibirlo
durmiendo en parque públicos,
solos, desnudos,
frágiles y receptivos
a lo que nos llegaba...
Que cambio
En Estambul nos habíamos cambiado
el pasaporte para que no vieran
que veníamos de Israel.
Que cambio
Llamado a la oración
Otra oración
lejos de la estrella de David.
Ibamos a Kuweit
dónde nos habían dicho
que habían buenos trabajos.
Los buenos trabajos siempre mienten.
Nos mintieron
Ni era época de pintar
ni de tocar la guitarra
A mi, el aprendizaje, la experiencia,
se me quedó, para siempre,
en el fondo de mis maletas.
Con poco dinero, en Kuweit,
sin encontrar currelo,
nos asaltó la pregunta de Lenin,
¿Qué hacer?
Dino tenía familia en Tripoli, Libia.
Pues a Tripoli.
Desde Beirut a Port-Said,
Egipto, claro, en barco.
Cerca de las pirámides nos paró
el camión dónde ibamos.
Esperando el próximo vehículo,
Dino sacó un ajedrez
que el mismo había hecho
y comenzamos a jugar.
Llevabamos tonelas de hambre,
cansancio y desolación;
en el Cairo me habían robado
lo poquísimo que llevaba;
vivíamos de la caridad pública
que es la misma que te roba
al otro día: en la misma comisaría
de polícia dónde denuncié el robo,
ya de madrugada, me dijeron:
y ahora dónde va usted a dormir?;
el silencio respondió por mi;
pues vengase usted a mi casa;
Y allí me fuí.
Vivíamos de la caridad pública
que es la misma que te roba
al otro día.
Ni era época de pintar
ni de tocar la guitarra.
Solo de tiempo de almacenar
lo que se absorvía
En febrero del 66 llego a Barcelona.
Y vuelvo a mi antigua pensión
de la calle Alta de San Pedro, nº 55.
Dino se quedó trabajando en Libia.
Nos veríamos más tarde en Barcelona
donde, por fin, pintó --de sus esbozos--
el cuadro de arriba.