Según marcha la loco-motora por las vías de éste asunto, tarde o temprano, a todos nos llegará el turno en éste punto que empieza a hacerse universal y rotundo.
Ahora le ha tocado el turno a Plácido Domingo que, según parece, todos los días de la semana --el Domingo descansaba--, entre cantos, conciertos y sonatas, se dedicaba a acosar damas y damiselas.
Ha saltado a las noticias que varias mujeres acusan a Domingo de haberlas presionado para que mantuviesen relaciones sexuales, informó la agencia The Associated Press (AP).
En algunas ocasiones, supuestamente les prometía papeles y recomendaciones para la ascensión de sus respectivas carreras profesionales y, en otras ocasiones, si no aceptaban, las castigaba por su negativa.
(Nunca pudimos imaginar a Plácido Domingo de castigador. ¿Las castigaría cantandoles?)
Media docena de otras mujeres dijeron que las proposiciones del divo las hicieron sentirse in-cómodas, señalan las sacrosantas agencias de información desinformada.
Domingo tiene grandes influencias y mucho dinero en el banco banquero; tal vez, tal vez, ésto ejerció ciertas influencias en las mujeres al acercarse a la placidez de Plácido que tiene un curriculum espectacular que también lo mencionan las sacrosantas noticias que, dicho sea de paso, siempre tienen olvidados tantos ACOSOS, sexuales y demás, como, por ejemplo, el ACOSADO pueblo de Siria, Yemen, Venezuela, y demás mortalidad libidinal, dónde los pobres ACOSADOS ni tienen dinero en el banco -porque se lo han violado y robado a priori- ni un curriculum profesional tan excepcional como el del tenor español.
...Pero, bueno, no nos salgamos de la línea editorial que en éste caso es el acoso sexual del hombre contra la mujer y su más alta expresión de actualidad de la violencia de género que parece haber inundado el Marketing de las noticias y sus nodrizas del çapital. Y aqui esta hoy ubicado el presente secular, ese hic et nunc, ese aqui y ahora de la actualidad.
De momento, se quiera o no, el bello canto de don Plácido comienza a desafinar porque éste solfeo acosador se ha saltado unas notas que no se la van a perdonar (El subconsciente colectivo está manufacturado al respecto sobre ésta falsa moral)