Desde aquí:
el por qué el sistema organiza
con tanta pompa y fervor
Y, tenemos que reconocer,
que lo están evitando muy bien
al conducir el río de la libido dominandi
del "paisaje de la multitud que orina"
--poema lorquiano--
hacia mares dónde éstas corrientes energéticas,
salidas ya del armario,
llegan, se gratifican y se santifican,
y así se deja de pensar
en la necesidad lorquiana
de cortarle la cabeza a éste sistema económico cada día más cruel, perverso y totalitario,
con lo que se sigue ignorando,
olímpicamente,
a esa otra mitad irredimible
que es la que, por no poder pagar,
la sacan de sus casas,
de sus armarios,
por el dictum de los desahucios.