No es verdad que todo quedó
'Atado y bien Atado' en España.
Porque después de 8 décadas
los españoles ya pueden silbar
Algo es algo.
La liberación siempre llega.
Y el pueblo español ha sido muy paciente
y ha sabido esperar.
Una buena noticia porque,
por lo menos,
el chiflido se soltó de las ataduras
que amarraba su expresión oral,
y ahora, delante de su rey,
y del himno nacional,
ya se puede poner la posición de los labios,
en conjunción con la lengua y los dientes,
de tal manera que, soplando aire,
podemos manifestar nuestro desacuerdo
con lo que esta teniendo lugar:
algo inimaginable cuándo,
en la época de Franco,
sonaba el mismo himno que teníamos
religiosamente que respetar.
Antes:
Ahora:
Tanta es la catarsis social que está teniendo el silbido que los expertos han propuesto que no tenga lugar tan sólo en los estadios de fútbol, sino en el país en general para que las gentes aprendan a sublimar, mediante la protesta colectiva de la música bucal, el panorama que se les echa encima y del que será muy difícil escapar según las predicciones que se hacen al respecto y que vienen reflejadas en el último informe de Intermon Oxfam sobre "Crisis, desigualdad y pobreza", dónde se advierte que "de continuar los recortes sociales, la pobreza en España podría llegar a afectar al 40 % de la población en el horizonte de la próxima década", con lo que la tasa de pobreza se situaría en el 24 % de la población y afectaría a cerca de 11 millones de personas.
Y, como se ha comprobado que las gentes salen más contentas y satisfechas de los estadios de fútbol después de silbarle al rey y al himno nacional, ésto
es lo que ha llevado a los expertos a postular que, como profilaxis, como medicina preventiva social, y para tratar de evitar los estragos que ese aciago futuro producirá entre la población, se implante una política de Terapia del Silbido, TS, a nivel nacional, para que todos, aunados por los chiflidos en saber protestar, purifiquemos las pasiones de nuestros animos y quedemos más contentos y satisfechos con la difícil e inexorable realidad que nos aguarda.
Esperemos que esa TS tenga todo el éxito que le auguran los directores del régimen y lleve al reino de España a una regeneración democrática que tanta falta le hace.