La vida y la muerte
de la mano van,
¿las habéis visto pasar?
Junto aquellos cañaverales
las he visto yo cruzar.
Iban cantando, alegres,
al rítmo de sus pasos:
"Uno, dos, tres,
mañana salgo yo,
y tú vendrás después."
Cauteloso,
a ellas me acerque.
"Ven, no temas"
--me dijeron--
"Nosotras somos tu ser,
pero tu especie
nos tiene separadas
como identidad
imposible de ver"
Sus manos juntas
fundian todos los misterios
que nunca podremos entender.
"Ven. Acércate más"
--me volvieron a hablar--
"Todo es fácil.
No hay nada que mejorar.
Cuándo una de nosotras
se queda,
la otra se va.
Así, sin límites,
sin dualidad."
Y se fueron, cantando,
río abajo,
junto al cañaveral.
"Uno, dos, tres,
mañana salgo yo,
y tú vendrás después."
¿Las habéis visto pasar?
La muerte que viene,
la vida que va;
la noche que llega,
el día, en su ocaso está.
Abril en el valle.
Las colinas,
centinelas de majestad.
Los pájaros cruzan el cielo.
Todo está como debe estar
Y la Vida y la Muerte,
juntas,
cogidas de la mano,
cada una en su lugar,
aguardando su turno
para salir y entrar...
En aquella casa de Santa Rosa,
dónde el Viento
se hacía murmullo de frondas.
1981