El "terrorismo" es uno de los mejores "negocios" que ha podido fabricar el imperialismo después de ganar la llamada "guerra fría", cuándo se quedó sin enemigo tácito con el cual justificar su pillaje y operaciones de saqueos contra otros países.
Sin ésta fabulosa creación, que comenzó en Afganistan con la trampa que Zbigniew Brzezinski le puso a la Unión Soviética para que ésta invadiera el país y poderse organizar asi a los Freedom Fighters que después pasarían a componer Al-Qaeda (Zbigniew Brzezinski How the US provoked the Soviet Union into invading Afghanistan. First Published: Le Nouvel Observateur France, Jan 15-21, 1998, p. 76), y Tres Torres neoyorquinas como detonador final a tal empresa, las cruzadas de Afganistan, Iraq, Libia y Siria, y demás operaciones punitivas-geo-estrategicas para enfrentar a un enemigo invisible que aperecía en cualquier lugar, no hubiésen podido llevarse a cabo con el concenso de la poblacion en general; y como colateral y fundamental consecuencia: atacar las libertades ciudadadas con precisión quirúrgica bajo el pretexto de defender a la población de los terroristas.
Todo un Theatrum mundi de conquista imperial montado de forma sangrienta y spectacular que el públcio, como de costumbre, democraticamente, por ésta clase de haro ha tenido que pasar. Un paquete completo y perfecto, condicio sine qua non sin la cual The Project for the New American Century y su Full Spectrum Doiminance no estarían hoy en dia dónde estan.
En el Prefacio de su libro, "Pirates & Emperors", 'International Terrorism in the Real World", Noam Chomsky cuenta que San Agustin relata la historia de un pirata al cúal le preguntó Alejandro El Magno después de haberlo capturado: "¿Por qué te dedicas a robar y a asaltar por los mares a todo el mundo?" A lo que el pirata le contestó: "A mi me llaman ladrón porque lo hago con un pequeño barco, y usted hace lo mismo con una gran flota de barcos y lo llaman Emperador". La respuesta del pirata, añade San Agustin, fue "elegante y excelente".
Los capitanes de la gran flota de barcos del Emperador que se reunieron en París para manifestar su protesta contra los piratas de pequeños barcos --que le hacen la competencia, referencia estructural, no empírica--, no dejaran nunca que le quiten ésta fabulosa e indispensable coartada del "terrosimo" que tanto trabajo les costó levantar y la cual necesitan para su modus operandi a escala universal. Y por ello acudieron a la Ciudad de las Luces para divertirse y hacerlo constar.
Esta en nosotros ahora el ubicar las coordenadas de lo que realmente sucede sobre sus auténticos y correspondientes ejes y, también con tino "elegante y excelente", ponernos a desmontar todo éste grandioso aparatus goebbelsiano de manipulación y tergiversación que, como dice Manuel Freytas, solo se puede realizar "mediante la revolución de inserter nuestros propios programas y marcos referenciales de acción y de pensamiento en nuestros cerebros, hoy masivamente programados por los 'modelos' y los valores del sistema capitalista, para lo que, tendríamos primero que terminar con los instrumentos de dominación y de control del poder capitalista"