El Bobón llegó con una maleta de madera y hoy, Mutatis Mutandis (*), tiene en la maleta, según Forbes y Eurobusiness, la friolera de 1.790 millones de euros.
Los expertos coinciden, dado el portentoso prodigio, que es el más asombroso milagro de los tiempos modernos.
Hasta tal punto que el Vaticano ha iniciado una exahustiva investigación por si en éste caso hubiése que declarar a alguíen santo.
Corren varias versiones al respecto dónde se estipula que hubo en ello la participación, no de un sólo santo, sino de docenas, pués dada la magnitud y el calibre del milagro se hace imposible pensar que fue producido por un sólo beato.
Posteriormente, el Vaticano ha anunciado que en caso de que en tan increíble y prodigioso fenómeno paranormal --inexplicable por la ciencia-- se descubra la participación, directa o indirecta, de más de un santo, la canonización de los mismos se llevaría a cabo en una masiva cermonia que marcaría un hito histórico sin precedents en los ritos ecleciásticos y su boato.
La acepción común de la palabra “milagro”, y tal como lo entiende la Apología, ésto es, a fín de que pueda aducirse como prueba, sería: “La manifestación extraordinaria de Dios, mediante un hecho sensible que ningún agente creado puede producir”.
Consultado al respecto The Economist por el Vaticano ha manifestado que el caso de la maleta de madera del Mutatis Mutandis es totalmente incomprensible desde las básicas leyes operativas de la economía ortodoxa y que, por lo tanto, sólo es posible que esos 1.790 millones de euros que entraron en la citada maleta es un hecho sensible que ningún agente creado puede producir, por lo que sólo ha sido posible por La manifestación extraordinaria de Dios.
De aquí que el Congreso español, que no está para vestir santos, percatándose de la urgencia del caso, rápidamente, sin perder tiempo, ha aprobado aforar al Bobón y a su familia para salvar la maleta de madera con la que llegó y que poco a poco se fue llenando sin que nadie sepa cómo, al menos que no se hubiéra producido por intervención divina o por un esotérico acto de prestidigitación que aún el secreto de su funcionamiento no está al alcance del entendimiento humano.