Somos hijos de la mentira,
Fué y es cómo un ave migratoria
Y se quedó fija, en su nido,
Nuestra generación.
Yo tenía veintitrés años.
Y mi madre me decía,
"Pssss...hijo, pero hay paz"
Y yo notaba en sus ojos el miedo,
La paloma con ramita de olivo ensangrentado
Tuvieron que pasar años,
Aún perdura,
http://www.youtube.com/watch?v=Xcab1zz_Kfg
Dice el narrdor: "Los desfiles militares son espectáculos eternos que nos afectan con un estremecimiento purificador. Algo muy entrañable nos habla al corazon con un dialogo recto y alegre que limpia el ánimo porque nos predispone a ser mejores. Esta vez el desfile dice lo mismo pero con otro acento habla de Paz y de Victoria, pero de una Victoria diferente y mas dificil que la de las armas, de una Victoria Total". Niñez y juventud oyendo las mismas palabras del mismo narrador. Viviendo la Victoria Total. Sintíendo la Paz Total. Todo era Totalidad en aquella niñez y juventud donde aprendimos a callar, a no preguntar, y a escuchar a la madre enlutada que nos decía: "Pssss...hijo, pero hay paz"