en el "Azar y la necesidad"
“Se conocen hoy en día centenares de secuencias, correspondientes a distintas proteínas, extraídas de los organismos más diversos. De estas secuencias y de su comparación sistemática ayudada por los modernos medios de análisis y de cálculo, se puede hoy deducir la ley general: la del azar” (p. 109).
“Es preciso admitir, que la secuencia 'al azar' de cada proteína está de hecho reproducida, millares o millones de veces, en cada organismo, en cada célula, en cada generación, por un mecanismo de alta fidelidad que asegura la invariancia de las estructuras” (p. 110).
“Azar captado, conservado, reproducido por la maquinaria de la invariancia y así convertido en orden, regla, necesidad. De un juego totalmente ciego, todo, por definición, puede salir, incluída la misma visión” (p. 110).
"De un juego totalmente ciego --azar--,
todo...puede salir --necesidad--
incluida la misma visión"
En los ríos de Indonesia hay un pez de río que hace unos millones de años carecía del aparato locomotor que tiene en la catualidad; éste consiste en una morfología que, evolutivamente, le ha creado en la boca un resorte catapultador de un chorro agua que le lanza a los inséctos que están en las ramas -bajas- de los árboles y matas en las riberas; el bicho es derribado y cae al agua dónde el pez se los come.
Vamos a reconstruír el posible escenario.
Hace un millón de años, el citado pez, hambriento, pasaba por debajo de esos árboles y matas y miraba a los inséctos sin podérselos comer. Todo caminaba sobre éste 'azar´.
Y un día, en el deseo de alimentarse,
surge la 'necesidad' de engullir aquellos sabrosos bichos colgados de las ramas y hojas.
Del deseo nace la necesidad,
de la necesidad el deseo,
y ambos, dialécticamente,
llaman a las puertas del puente de mando:
el cerebro..."maquinaria de la invariancia"
donde ya, el 'azar',
dejo de descorrer sus velos
para poner así en marcha las 'helices'
de los ingenieros del DNA
dónde se fabricará lo "propuesto".
Y entonces ocurre algo extraordinario,
el MYSTERIUM TREMENDUM,
dónde el deseo, la necesidad,
"marcan los dados", que,
hasta entónces,
al igual que el electrón,
se movían inubicaos.
A los dados del 'azar' los 'marca'
el deseo, la necesidad,
y aquí están incluídos, yuxtapuestos,
el dios monstruoso y el dios liberador.
¿Hay una frontera definida
que separe éstas dos 'divinidades'?
No.
No la hay.
Lo que hay,
entre esos dos 'dioses',
es un 'yin-yang' dialéctico
que aún no queremos observar
porque seguimos empecinados
en "levanterle presas al río"
--tal vez el mismo en el que nada el pez indonésico--
en el espejismo de encápsular una respuesta
para escondernos del Abismo de la Realidad,
para tratar de salvarnos de nuestro Naufragio Ancestral,
ese que nos dice que estamos SOLOS,
absolutamente sólos,
en el Vértigo de un Cósmos Indiferente
a todas nuestras creencias y valores
que son tan sólo Polvo Microscópico
que apareció lo mismo que desaparecerá:
sin dejar rastro de sí mismo,
sin monumentos,
sin história,
sin huellas que recordar...
Ese mismo Polvo Microscópico
que nos dice a cada uno de nosotros
que si hubíese alguíen sobre el planeta
con el poder necesario para eliminar
a todos sus semejantes...se quedaría
Tan Tranquilo porque no existiría
nadie ni nada que lo pudiese culpar,
porque el Mundo es impertérrito,
impasible, a todo lo que el hombre
pueda creer, sentir o pensar;
y este vacío, ésta oquedad,
inútilmente,
la hemos querido llenar
con leyes,
con preceptos,
con 'razones',
con doctrinas,
con filosofías,
con políticas,
con religiones,
con moral o con lo material,
y esa oquedad es ya cómo esos Agujero Negros del Cosmos
dónde todo lo que ponemos en él,
tratando de rellenar,
desaparece sin regresar,
sin darnos lo que creíamos que nos iba a dar,
y el vacio, el desamparo, el desabrigo,
vuelve a reinar...y el hombre sigue insatisfecho,
descontento en su caminar,
cada vez más y más.
"De un juego totalmente ciego (azar),
todo...puede salir (necesidad)
incluída la misma visión".
Si.
Es verdad.
Y viceversa:
'De un juego totalmente iluminado,
con propósito, motivo y predeterminado
...puede salir la oscuridad: el hombre'
Y de éste absurdo 'juego humano' sobre el planeta,
en su máximo exponente canibalístico de la actualidad,
cuando dios, nietzschianamente, está muerto y requetemuerto por 'necesidad', está saliendo, como corolario, la Horfandad,
un desvalimiento,
un abandono,
una soledad,
que está car-comiendo galopantemente
a la entera Humanidad a la deriva
en un UNIVERSO TOTALMENTE INDIFERENTE,
QUE, POR MIEDO,
NOS NEGAMOS A ACEPTAR
fabricando castillos en la arena
que siempre nos lo borra el mar.
Es el miedo a la libertad.
El miedo a ese Dios Liberador del Azar.