What did you do to him?
This questions is answered by Spanish and French politicians and the police in the Basque Country with increasing heavy handedness. Last weekend in the Basque village of Villabona a young man was brutally beaten, arrested and only released after several hours in jail, because he dared to confront the police force with the question: What did you do to Jon Anza?
The Basque former political prisoner Jon Anza, who lived as a refugee in the French part of the Basque Country, has disappeared. Two months ago he boardered a train from Baiona (French: Bayonne) to Toulouse and never arrived there. Since then, there has been no sign of him.
The civil rights movement Pro Amnistía issued the following statement:
"The Basque Country is currently immersed in a situation of persecution and repression with no end in sight. People held under incommunicado detention are subjected to beastly torture, in recent years two daily newspapers have been closed down, several political parties and organizations have been outlawed; bans on demonstrations and events are usual, often ending in police brutality. Right now there are 740 Basque political prisoners dispersed throughout jails all over the France and Spain. Prisoners with cancer and other incurable illnesses are kept in jail, several prisoners have had their sentences arbitrarily extended by 10 years, just when they had finished serving their original sentences in full. There are increasing numbers of people in jail for carrying out exclusively political work.
Prisoners relatives and friends have to travel thousands of kilometres every weekend, just to visit their loved ones. This policy of dispersal has terrible consequences. Every 15 months a relative or friend dies on the road to or from a visit; every year a political prisoner dies in jail.
The aim of the state with this policy of repression and persecution is very clear: to annihilate the Basque independence movement. Not content with denying the most basic democratic rights to the Basque people, they are at war, with all the means at their disposal against an entire section of the population that works for independence.
In this context, Basque political exile Jon Anza has disappeared. It is now more than two months since he left for Toulouse, from the train station in Baiona, and there has been no sign of him since. There are previous cases of Basque activists who have been disappeared, tortured and murdered. We fear what they may have done to Jon. We demand the case be clarified and those responsible are brought to justice. The shadow of the dirty war is becoming larger every passing hour.
We wish to issue a call to abandon the strategy of war and repression and to move towards a real political solution. Repression will not cover up the political problem in this country, which can only be solved through political negotiation and agreement. "
..................................................................................
2009 mayo 16
GARA > Idatzia > Eguneko gaiak
Solicitud a la fiscalía para localizar a un represaliado
El refugiado donostiarra Jon Anza está desaparecido desde el pasado 18 de abril
«Non da?», una pregunta demasiado repetida
La desaparición del exiliado y ex preso político Jon Anza obliga a realizarse una pregunta que ya se ha tenido que hacer en esta país en otras ocasiones: «Non da?».
«Non da Popo?» se volvió a escuchar el año pasado con motivo del 25º aniversario de la desaparición del militante de IK Jean Louis Larra, producida el 7 de agosto de 1983 en las inmediaciones del camping de Léon, en las Landas, tras un tiroteo entre un comando de la organización amada y una patrulla de la Gendarmería francesa.
En diciembre pasado, el Tribunal especial de París dio por muerto al joven y prescribió las acusaciones que por su militancia mantenía contra él. Durante estos veinticinco años lo había considerado prófugo de la Justicia. Con ese último capítulo, los tribunales franceses han dado carpetazo a los oscuros sucesos de Léon sin investigar ni esclarecer la desaparición del miembro de IK.
Otra desaparición sobre la que en los últimos tiempos ha habido novedades judiciales es la del miembro de ETA (pm) Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur, quien fue visto por última vez el 23 de julio de 1976. El pasado mes de marzo, 33 años después de la desaparición, neofascistas italianos declararon ante el juez de la Audiencia Nacional española Fernando Andreu que en los 70 hubo un grupo de ultras italianos preparados para actuar contra ETA y que, en aquella época, se secuestró a un miembro de esta organización, que fue trasladado a una casa cercana a Barcelona, donde fue torturado antes de hacerlo desaparecer. Pertur era en aquel momento el único militante de ETA que había desaparecido.
Lo llamativo de la investigación judicial es que estos neofascistas ya declararon algo similar en 1984 pero no se le dio ninguna importancia, debido, seguramente, al interés de la clase política y las autoridades españolas en fortalecer la versión de que Pertur había desaparecido a manos de sus compañeros.
El tercer militante del que no se tiene ninguna noticia desde hace casi tres décadas es José Miguel Etxeberria Álvarez, Naparra. El miembro de los Comandos Autónomos Anticapitalistas desapareció el 11 de junio de 1980, cuando se dirigía a una cita en Ziburu.
El movimiento independentista ha denunciado estas desapariciones, junto con otros casos -como el secuestro, tortura y muerte de Joxi Zabala y Joxean Lasa-, como actos de guerra sucia de los aparatos del Estado.
El temor de un posible retorno a estas épocas negras de la guerra sucia quedó en evidencia el pasado mes de diciembre, cuando el ataundarra Juan Mari Mujika, residente en Domintxaine (Zuberoa), fue secuestrado durante dos horas. Mujika fue abordado por personas que se presentaron primero como policías franceses que le dijeron que le iban a llevar a comisaría. Después le dijeron que eran policías españoles y le condujeron a una cabaña junto a un lago, para allí amenazarle y pedirle que colaborara con ellos.
Este caso fue denunciado ante la Fiscalía, tras lo que el propio Mujika prestó declaración ante la Policía Judicial de Baiona.
ETA también hizo alusión a la guerra sucia al reivindicar la muerte de los guardias civiles en Capbreton, registrada el 1 de diciembre de 2007. La organización armada habló entonces del riesgo de «actuaciones de terrorismo de Estado contra militantes vascos».
Ni la familia ni el movimiento pro amnistía confirmaron esta hipótesis como la única probable en el caso de Anza, pero sí lanzaron la pregunta: «Non da?» I.A.
Sus primeras palabras tras salir de prisión: «El Estado ha emprendido una ofensiva general»
«Era 20 de diciembre, sábado, eran carnavales. Eso no se olvida», decía Jon Anza, al rememorar su detención, en 1982, en una entrevista concedida a GARA en octubre de 2002, pocos días después de salir de prisión.
Preguntado por la situación política, el ya ex preso respondía: «Durante estos años, la opresión de Euskal Herria ha aumentado. El Estado español ha emprendido una ofensiva general, en todos los frentes». Para confirmar estas palabras, Anza resaltaba que «hay más presos y refugiados que nunca, las redadas son pan de cada día, la tortura continúa y a todo ello hay que sumar el proceso de ilegalización de la izquierda abertzale».
La entrevista fue realizada cuando Anza tenía 40 años, 21 de los cuales había pasado en diferentes prisiones del Estado español. «He pasado más de media vida en la cárcel», dijo él mismo. Su periplo fue especialmente duro: Carabanchel, Alcalá-Meco, Puerto II, Herrera, Daroca, Bonxe, Puerto I, Ceuta, Tenerife y, de nuevo, Puerto I, desde donde salió en libertad.
Testigo directo de la política de dispersión, Anza valoraba en aquella entrevista que «fue otro paso para romper el colectivo de presos políticos vascos, que el Estado pretendía que fuese el definitivo». Sin embargo, a su juicio, la dispersión fracasó, «como lo hicieron los intentos anteriores».