Monod explica (El Azar y la Necesidad) que la tasa de síntesis de ARN mensajero del operón de lactosa determina la tasa de síntesis de proteínas.
Enumera los componentes del sistema regulador como i, el gen regulador que dirige la síntesis constante de la proteína represora (R), o, el segmento operador del ADN que el represor reconoce específicamente y forma un complejo estable con, yp, el ADN promotor donde la ARN polimerasa se une.
La síntesis del ARNm se bloquea cuando el represor está unido al operador. Cuando el represor se encuentra en estado libre, puede reconocer y unirse a los betagalactósidos, disociando así el complejo represor del operador y permitiendo la síntesis del ARNm y la proteína.
Monod pasa algún tiempo enfatizando que no es necesario que exista una relación química entre un sustrato y un ligando alostérico y es esta "gratuidad" la que ha permitido que la evolución molecular forme una gran red de interconexiones y convierta cada organismo en una unidad funcional autónoma.
En la última parte del capítulo, Monod critica a los "holistas" que desafían el valor de los sistemas analíticamente complejos, como los organismos vivos, y que los sistemas complejos no pueden reducirse a la suma de sus partes.
Monod primero da un ejemplo de disección de una computadora y luego señala cómo se pueden ver las actuaciones teleonómicas (*) a nivel molecular. También afirma que la complejidad de la red cibernética en los seres vivos es demasiado compleja para estudiarla por el comportamiento general de los organismos completos.
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(*) En su libro El Azar y la Necesidad, Monod adoptó el termino "teleonómico" para permitir el reconocimiento de un propósito en la biología sin apelar a una causa final. Es decir, "Nos gustaría pensar que somos necesarios, inevitables, ordenados desde la eternidad. Todas las religiones, casi todas las filosofías e incluso una parte de la ciencia dan testimonio del esfuerzo infatigable y heroico de la humanidad negando desesperadamente su propia contingencia" (Monod, 44). Su propia horfandad.
(Negando su propio azar. Y como dice el poeta Stéphane Mallarmé,"Un coup de Dés jamais n'abolira le Hasard", 'Un lance -un golpe- de Dados jamás abolirá el Azar')