Saturday, July 12, 2025
DESDE EL TERRORISMO INSTITUCIONALIZADO AL "FINISH THE JOB" SOLO HAY UN ESCALON
Wednesday, July 9, 2025
"DE LA SERVIDUMBRE MODERNA O LA ESCLAVITUD CONSENTIDA" (UNA NECESARIA E IMPRESCINDIBLE REFLEXION SOBRE EL MUNDO QUE VIVIMOS)
Jean-François Brient
Traducción : Alfonso Echeverry
https://www.ugr.es/~fbellidop/de_la_servidumbre_moderna.html
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Capítulo I: Epígrafe
“Mi optimismo está basado en la certeza de que esta civilización está por derrumbarse. Mi pesimismo, en todo lo que hace por arrastrarnos en su caída.”
Capítulo II: La servidumbre voluntaria
“Es el mal de estos tiempos, los locos guían a los ciegos.”
William Shakespeare
La servidumbre moderna es una esclavitud voluntaria, consentida por la muchedumbre de esclavos que se arrastran por la faz de la tierra. Ellos mismos compran las mercancías que los esclavizan cada vez más. Ellos mismos procuran un trabajo cada vez más alienante que se les otorga si demuestran estar suficientemente amansados. Ellos mismos eligen los amos a quienes deberán servir. Para que esta tragedia absurda pueda tener lugar, ha sido necesario despojar a esa clase de la conciencia de su explotación y de su alienación. He ahí la extraña modernidad de nuestra época.
Al igual que los esclavos de la antigüedad, que los siervos de la Edad Media y que los obreros de las primeras revoluciones industriales, estamos hoy en día frente a una clase totalmente esclavizada, solo que no lo sabe o más bien, no lo quiere saber. Ellos ignoran la rebelión, que debería ser la única reacción legitima de los explotados. Aceptan sin discutir la vida lamentable que se planeó para ellos. La renuncia y la resignación son la fuente de su desgracia.
He ahí la pesadilla de los esclavos modernos que no aspiran sino a ser llevados por la danza macabra del sistema de la alienación.
La opresión se moderniza expandiendo por todas partes las formas de mistificación que permiten ocultar nuestra condición de esclavos.
Mostrar la realidad tal como es y no tal como la presenta el poder, constituye la subversión más genuina.
Sólo la verdad es revolucionaria.
Capítulo III: La planeación territorial y la vivienda
“El urbanismo es esta toma de posesión del medio ambiente natural y humano por el capitalismo que, desarrollándose lógicamente como dominación absoluta, puede y debe ahora rehacer la totalidad del espacio como su propio decorado.”
Guy Debord, La Sociedad del Espectaculo.
A medida que construyen su mundo con la fuerza alienada de su trabajo, el decorado de este mundo se vuelve la cárcel donde tendrán que vivir. Un mundo sórdido, sin sabor ni olor, que lleva en sí la miseria del modo de producción dominante.
Este decorado está en permanente construcción, nada en él es constante. La remodelación continua del espacio que nos rodea está justificada por la amnesia generalizada y la inseguridad con las que tienen que vivir sus habitantes. Se trata de cambiarlo todo a la imagen del sistema: el mundo se vuelve como una fábrica, cada vez más sucio y ruidoso.
Cada parcela de este mundo es propiedad de un Estado o de un particular. Este robo social que es la apropiación exclusiva de la tierra se materializa en la omnipresencia de los muros, de las rejas, de las cercas, de las barreras y de las fronteras. Son las marcas visibles de esa separación que lo invade todo.
Pero al mismo tiempo, la unificación del espacio, según los intereses de la cultura mercantil, es el gran objetivo de nuestra triste época.
El mundo debe convertirse en una inmensa autopista, absolutamente eficiente, para facilitar el transporte de las mercancías. Todo obstáculo, natural o humano, debe ser destruido.
La concentración inhumana de esa masa de esclavos es fiel reflejo de su vida: se asemeja a las jaulas, a las cárceles, a las cavernas. Pero a diferencia del esclavo o del prisionero, el explotado de la época moderna debe pagar por su jaula.
“Pues no es el hombre sino el mundo el que se ha vuelto anormal.”
Antonin Artaud
Capítulo IV: La mercancía
“A primera vista, una mercancía parece ser una cosa trivial, de comprensión inmediata. Pero su análisis demuestra que es un objeto endemoniado, rico en sutilezas metafísicas y reticencias teológicas.”
Carlos Marx, El Capital, capítulo I, libro 4.
En este estrecho y lúgubre espacio en donde vive, el esclavo acumula las mercancías, que según los mensajes publicitarios omnipresentes, deberán traerle la felicidad y la plenitud. Pero entre más acumula mercancías, más se aleja de él la posibilidad de acceder un día a la felicidad.
“De qué le sirve al hombre poseerlo todo, si a cambio pierde su alma.”
El Evangelio según San Marcos 8, 36
La mercancía, ideológica por esencia, despoja de su trabajo al que la produce y despoja de su vida al que la consume. En el sistema económico dominante, ya no es la demanda la que condiciona la oferta, sino la oferta la que determina la demanda. Es así como, de manera periódica, surgen nuevas necesidades consideradas vitales por la inmensa mayoría de la población: primero fue el radio, luego el carro, el televisor, el computador y ahora el celular.
Todas estas mercancías, distribuidas masivamente en un corto lapso de tiempo, modifican en profundidad las relaciones humanas: sirven por un lado para aislar a los hombres un poco más de sus semejantes y por otro, para difundir los mensajes dominantes del sistema. “Las cosas que poseemos terminan por poseernos.”
Capitulo V: La alimentación
“Lo que es comida para unos, es veneno para otros.”
Paracelso
Pero es cuando se alimenta que el esclavo moderno ilustra mejor el estado de decadencia en que se encuentra. Disponiendo cada vez de menos tiempo para preparar la comida que ingiere, se ve reducido a consumir a la carrera lo que la industria agroquímica produce. Erra por los supermercados en busca de los productos que la sociedad de la falsa abundancia consiente en darle. Su elección no es más que una ilusión. La abundancia de los productos alimentarios no disimula sino su degradación y su falsificación. No son otra cosa que organismos genéticamente modificados, una mezcla de colorantes y conservantes, de pesticidas, de hormonas y de otros tantos inventos de la modernidad. El placer inmediato es la regla del modo de alimentación dominante, así como la de todas las formas de consumo. Y las consecuencias que ilustran esta manera de alimentarse se ven por todas partes.
Pero es frente a la indigencia de la mayoría que el hombre occidental se regocija de su posición y de su consumo frenético. Por tanto, la miseria está dondequiera que reine la sociedad mercantil totalitaria. La escasez es el revés de la moneda de la falsa abundancia. Aunque la producción agroquímica es suficiente para alimentar a la totalidad de la población, en un sistema que hace de la desigualdad un criterio de progreso, el hambre no deberá desaparecer jamás.
“Ellos están convencidos de que el hombre, especie pecadora por excelencia, domina la creación. Como si todas las demás criaturas no hubieran sido creadas sino para servirles de comida, de pieles, para ser martirizadas y exterminadas.”
Isaac Bashevis Singer
La otra consecuencia de la falsa abundancia alimentaria es la multiplicación de las fábricas de concentración y el exterminio bárbaro y a gran escala de las especies que sirven para alimentar a los esclavos. Esta es la esencia misma del modo de producción dominante. La vida y la humanidad no resisten más ante el afán de lucro de unos cuantos.
Capítulo VI: La destrucción del medio ambiente
“Qué triste es pensar que la naturaleza habla y que el género humano no la escucha.”
Victor Hugo
El pillaje de los recursos del planeta, la abundante producción de energía o de mercancías, los residuos y los desechos del consumo ostentoso hipotecan las posibilidades de supervivencia de nuestra tierra y de las especies que la pueblan. Pero para darle paso al capitalismo salvaje, el crecimiento no deberá parar jamás. Hay que producir, producir y volver a producir cada vez más.
Y son los mismos que contaminan quienes se presentan hoy en día como los salvadores del planeta. Esos imbéciles de la industria del espectáculo, patrocinados por las firmas multinacionales, intentan convencernos de que un simple cambio en nuestros hábitos bastará para salvar al planeta del desastre. Y mientras que nos culpan, continúan contaminando sin cesar el medio ambiente y nuestro espíritu. Esas pobres tesis seudo-ecológicas son repetidas por todos los políticos corruptos que necesitan eslóganes publicitarios. Pero se cuidan bien de no proponer un cambio radical en el sistema de producción. Se trata, como siempre, de cambiar algunos detalles para que lo esencial siga siendo igual.
Capítulo VII: El trabajo
“Trabajo, del latín tri palium “tres palos”, instrumento de tortura.”
Para entrar en la ronda del consumo frenético, hay que tener dinero y para tenerlo, hay que trabajar, es decir, venderse. El sistema dominante ha hecho del trabajo su principal valor, y los esclavos deben trabajar cada vez más para pagar a crédito su vida miserable. Se agotan en el trabajo, pierden con él la mayor parte de su fuerza vital y tienen que soportar las peores humillaciones. Pasan toda su vida haciendo una actividad extenuante y molesta para el beneficio de unos cuantos. La invención del desempleo moderno tiene como propósito asustarlos y hacerles agradecer sin cesar la generosidad del poder.
¿Qué harían sin esta tortura que es el trabajo? Son estas actividades alienantes las que nos presentan como una liberación. ¡Qué mezquindad y qué desdicha!
Siempre apresurado por el cronómetro o el látigo, cada gesto de los esclavos está calculado a fin de aumentar la productividad. La organización científica del trabajo constituye la esencia misma de la desposesión de los trabajadores, del fruto de su trabajo y del tiempo que pasan en la producción automática de las mercancías o de los servicios. La actividad del trabajador se confunde con el de una máquina en las fábricas, o con el de un computador en las oficinas. El tiempo pagado no se recupera jamás.
De esta manera, a cada empleado se le asigna un trabajo repetitivo, ya sea intelectual o físico. Él es un especialista en su área de producción. Esta especialización se reproduce a escala planetaria en el marco de la división internacional del trabajo. Se concibe en Occidente, se produce en Asía, se muere en África.
Capítulo VIII: La colonización de todos los sectores de la vida
“El hombre entero está condicionado al comportamiento productivo por la organización del trabajo, y fuera de la fábrica, mantiene la misma piel y la misma cabeza.”
Christophe Dejours
A medida que el sistema de producción coloniza todos los sectores de la vida, el esclavo moderno, no conforme con su servidumbre en el trabajo, sigue desperdiciando su tiempo en las actividades de esparcimiento y las vacaciones planificadas. Ningún momento de su vida escapa al dominio del sistema. Cada instante de su vida ha sido invadido. Es un esclavo de tiempo completo.
Capítulo IX: la medicina mercantil
“La medicina hace morir más lentamente.”
Plutarco
La degradación generalizada de su medio ambiente, del aire que respira, y de la comida que consume; el stress de sus condiciones laborales y de la totalidad de su vida social son el origen de las nuevas enfermedades del esclavo moderno. Su condición servil es una enfermedad para la cual no existirá jamás ninguna medicina. Sólo la completa liberación de la condición en la que se encuentra, puede permitirle al esclavo moderno reponerse de su sufrimiento.
La medicina occidental no conoce sino un remedio contra los males que sufren los esclavos modernos: la mutilación. Es a base de cirugías, de antibióticos o de quimioterapia que se trata a los pacientes de la medicina mercantil. Nunca se ataca el origen del mal sino sus consecuencias, porque la búsqueda de las causas nos conduciría inevitablemente a la condenación implacable de la organización social en su totalidad.
Así como el sistema actual ha convertido cada elemento de nuestro mundo en una simple mercancía, también ha hecho de nuestro cuerpo una mercancía, un objeto de estudio y experimentación para los seudo-sabios de la medicina mercantil y de la biología molecular.
Los amos del mundo ya están a punto de patentar todo lo viviente. La secuencia completa del ADN del genoma humano es el punto de partida de una nueva estrategia puesta en marcha por el poder.
La decodificación genética no tiene otra finalidad que la de ampliar considerablemente las formas de dominación y de control.
Como tantas otras cosas, nuestro cuerpo ya no nos pertenece.
Capitulo X: la obediencia como segunda naturaleza
“A fuerza de obedecer se obtienen reflejos de sumisión.”
Anónimo
Lo mejor de su vida se le escurre por los dedos, pero él continúa porque tiene la costumbre de obedecer desde siempre. La obediencia se ha convertido en su segunda naturaleza. Obedece sin saber por qué, simplemente porque sabe que tiene que obedecer. Obedecer, producir y consumir, he ahí el tríptico que domina su vida. Obedece a sus padres, a sus profesores y a sus patrones, a sus propietarios y a sus mercaderes. Obedece a la ley y a las fuerzas del orden, obedece a todos los poderes porque no sabe hacer otra cosa. No hay nada que lo asuste más que la desobediencia, porque la desobediencia es el riesgo, la aventura, el cambio. Así como el niño entra en pánico apenas pierde de vista a sus padres, el esclavo moderno se siente desorientado sin el poder que lo ha creado. Por eso, continúa obedeciendo.
El miedo ha hecho de nosotros unos esclavos y nos mantiene en esa condición. Nos inclinamos ante los amos del mundo; aceptamos esta vida de humillaciones y de miseria, solamente por temor.
Sin embargo, nosotros disponemos de la fuerza numérica frente a la minoría que gobierna. Su fuerza no la obtienen de su policía sino de nuestro consentimiento. Justificamos nuestra cobardía al enfrentamiento legítimo contra las fuerzas que nos oprimen con un discurso lleno de humanismo moralizador. El rechazo a la violencia revolucionaria está anclado en los espíritus de aquellos que se oponen al sistema defendiendo unos valores que el mismo sistema les ha enseñado.
Pero cuando se trata de conservar su hegemonía, el poder no vacila nunca en utilizar la violencia.
Capitulo XI: represión y vigilancia
“Bajo un gobierno que aprsiona injustamente, el lugar del hombre justo es también en prisión.”
Henry David Thoreau, La Desobediencia Civil.
Sin embargo, existen algunos individuos que escapan al control de las conciencias, pero están bajo vigilancia. Todo acto de rebelión o de resistencia es asimilado como una actividad desviada o terrorista. La libertad no existe sino para aquellos que defienden los imperativos mercantiles. A partir de ahora, la verdadera oposición al sistema dominante es totalmente clandestina. Contra esos opositores, la represión es la regla vigente. Y el silencio de la mayoría de los esclavos frente a esta represión es justificada por el propósito mediático y político de negar el conflicto que existe en la sociedad real.
Capítulo XII: El dinero
“Y aquello que hicimos antes por el amor de Dios, lo hacemos ahora por el amor al dinero, es decir, por amor a aquello que da la sensación más elevada de poder y la buena conciencia.”
Aurora, Nietzsche
Como todos los seres oprimidos de la historia, el esclavo moderno necesita de su mística y de su dios para anestesiar el mal que le atormenta y el sufrimiento que le agobia.
Pero este nuevo dios, a quien entregó su alma, no es más que la nada. Un trozo de papel, un número que tiene sentido solo porque todos han decidido dárselo. Es por este nuevo dios que estudia, trabaja, riñe y se vende. Es por este nuevo dios que ha abandonado sus valores y está dispuesto a hacer lo que sea. Él cree que entre más plata posea más se librará de la coacción que lo sujeta. Como si la posesión fuera de la mano de la libertad. La liberación es una ascesis que proviene del dominio de sí mismo; un deseo y una voluntad de actuar. Está en el ser y no en el tener. Pero hay que decidirse a no servir ni obedecer más. Falta ser capaz de romper con unos hábitos que nadie, al parecer, osa poner en tela de juicio.
Capitulo XIII: No hay alternativa a la organización social dominante
Acta est fabula
El juego terminó
Ahora bien, el esclavo moderno está convencido de que no existe alternativa a la organización del mundo presente. Se ha resignado a esta vida porque piensa que no puede haber otra. Es ahí en donde reside la fuerza de la dominación presente: hacer creer que este sistema que ha colonizado toda la superficie de la Tierra es el fin de la historia.Ha convencido a la clase dominada que adaptarse a su ideología equivale a adaptarse al mundo tal como es y tal como ha sido siempre. Soñar con otro mundo se ha convertido en un crimen condenado al unísono por los medios y por todos los poderes. El criminal es en realidad aquel que contribuye, consciente o no, a la demencia de la organización social dominante. No hay locura más grande que la del sistema presente.
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Tenemos que hacer un inciso e intervenir en este punto, pero antes decir que vamos totalmen de acuerdo, pero...Veamos: "Se ha resignado a esta vida porque piensa que no puede haber otra. Es ahí en donde reside la fuerza de la dominación presente: hacer creer que este sistema que ha colonizado toda la superficie de la Tierra es el fin de la historia". Bien. Vale. Pero apuntamos otra otra salida: el esclavo, si, se resigna, acepta la situacion de su vida, naturalmente, --tiene que sobrevivirr--, pero no será que por vivir, existir junto a la abundacia de sus opresores y ver y sentir las obvias ventajas que ello conlleva...¿no querrá, no soñará, no deseará lo que tienen y poseen sus amos?; y si esto es cierto, este querer, este desear lo que poseen sus esclavizadores...¿no se se convertira dialecticamente en el arquetipo de la misma reproduccion del régimen en el sentido pragmatico que los esclavos quieren tener lo que han alcnzado sus esclavizadores?
Es decir, ¿mientras los esclavos QUIERAN TENER LO QUE POSEEN SUS AMOS no será este mismo factor condiconante la perpetución del régimen?
Aqui nos tenemos que preguntar, ¿QUÉ QUIEREN, QUÉ DESEAN LAS GENTES?, no ser esclavos, claro, pero qué más, ¿qué más quiere esa "esclavitud consentida"?, ¿qué quiere esa "máquina deseante o inconciente virtual (en el plano de inmanencia), como voluntad", como plantean Deleuze y Guattari en su famoso, Anti-Edipo,
sino la reproduccion del mismo sistema que ha hecho, precisamente, esa máquina deseante o inconciente (esclavo virtual)?, ¿tener, alcanzar, obtener, disfrutar, participar en el festín del cual coge tan solo sus platos rotos "anti-edipicamente"?
En otras palabras, esto:
Capítulo XIV: La imagen
“Pero, sabed, oh rey, que no adoraremos a tus dioses ni nos arrodillaremos ante la imagen de oro.”
Antiguo Testamento, Daniel 3 :18
Ante la devastación del mundo real, es necesario para el sistema colonizar la conciencia de los esclavos. Es por eso que el sistema dominante ha decidido enfocarse en la disuasión que, desde la más pequeña edad, cumple el papel preponderante en la formación de los esclavos. Ellos deben olvidar su condición servil, su prisión y su vida miserable. Basta con ver esa muchedumbre hipnótica, conectada a las pantallas que acompañan su vida cotidiana. Ellos disfrazan su insatisfacción permanente con el reflejo manipulado de una vida soñada, hecha de dinero, de gloria y de aventura. Pero sus sueños son tan lamentables como su vida miserable.
Hay imágenes para todo y para todos. Esas imágenes llevan en sí el mensaje ideológico de la sociedad moderna y sirven de instrumento de unificación y de propaganda. Se multiplican a medida que el hombre es despojado de su mundo y de su vida. Es el niño el primer blanco de esas imágenes. Hay que volverlos estúpidos y extirparles toda forma de reflexión y de crítica. Todo ello se hace, claro está, con la desconcertante complicidad de sus padres, quienes han desistido ante el impacto de los medios modernos de comunicación. Ellos mismos compran todas las mercancías necesarias para la esclavización de su progenie. Se desentienden de la educación de sus hijos y se la dejan al sistema del embrutecimiento y de la mediocridad.
Hay imágenes para todas las edades y para todas las clases sociales. Los esclavos modernos confunden esas imágenes con la cultura y, a veces, con el arte. Se recurre constantemente a los instintos más bajos para vender cualquier mercancía. Y es la mujer, doblemente esclava en la sociedad presente, la que paga el precio más alto.
Ella es presentada como simple objeto de consumo. La rebelión ha sido también reducida a una imagen desprovista de su potencial subversivo. La imagen sigue siendo la forma de comunicación más directa y más eficaz: crea modelos, embrutece a las masas, les miente, les infunde frustraciones y les insufla la ideología mercantil. Se trata, pues, una vez más y como siempre, del mismo objetivo: vender, modelos de vida o productos, comportamientos o mercancías, vender no importa qué, pero vender.
Capitulo XV: El entretenimiento
“La televisión embrutece a los que la miran, no a los que la hacen.”
Patrick Poivre d’Arvor
Esos pobres hombres se divierten, pero ese divertimiento no sirve más que para distraerlos del auténtico mal que los acosa. Han dejado que hicieran de su vida cualquier cosa y fingen sentirse orgullosos de ello. Intentan lucir satisfechos pero nadie les cree; ni ante al frío reflejo del espejo, alcanzan a engañarse. Pierden su tiempo delante de unos imbéciles que los hacen reír o cantar, soñar o llorar.
A través del deporte mediático, se representa el éxito y el fracaso, el esfuerzo y las victorias que el esclavo moderno ha dejado de vivir en carne propia. Su insatisfacción lo incita a vivir por encargo frente a su aparato de televisión. Mientras que los emperadores de la Antigua Roma compraban la sumisión del pueblo con pan y circo, hoy en día, es con divertimientos y consumo del vacío que se compra el silencio de los esclavos.
Capitulo XVI: El lenguaje
“Uno cree que domina las palabras, pero son las palabras las que lo dominan a uno.”
Alain Rey
El control de las conciencias es el resultado de la utilización viciada del lenguaje por la clase económica y socialmente dominante. Siendo el dueño de todos los medios de comunicación, el poder difunde la ideología mercantil a través de la definición fija, parcial y amañada que le atribuye a las palabras.
Las palabras son presentadas como si fueran neutras y su definición como evidente. Controladas por el poder, designan siempre una cosa muy distinta a la vida real.
Es ante todo un lenguaje de la resignación y de la impotencia, el lenguaje de la aceptación pasiva de las cosas tal como son y tal como deben permanecer.
Las palabras actúan por cuenta de la organización dominante de la vida y el hecho mismo de utilizar el lenguaje del poder, nos condena a la impotencia.
El problema del lenguaje es el punto esencial de la lucha por la emancipación humana. No es una forma de dominación que se añada a otra sino que es el centro mismo del proyecto de sometimiento del sistema mercantil totalitario.
Es a través de la reapropiación del lenguaje y, por tanto, de la comunicación real entre las personas, que surge de nuevo la posibilidad de un cambio radical.
Es en este sentido que el proyecto revolucionario converge con el proyecto poético. En la efervescencia popular, la palabra hablada es re-aprendida y reinventada por extensos grupos. La espontaneidad creativa se encuentra en cada uno y nos une a todos.
Capitulo XVII: La ilusión del voto y la democracia parlamentaria
“Votar es abdicar.”
Élisée Reclus
No obstante, los esclavos modernos se sienten todavía ciudadanos. Creen votar y decidir libremente quién conducirá sus asuntos, como si aún pudieran elegir. Pero, cuando se trata de escoger la sociedad en la que queremos vivir, ¿creen ustedes que existe una diferencia fundamental, entre la socialdemocracia y la derecha populista en Francia, entre demócratas y republicanos en Estados Unidos y entre laboristas y conservadores en el Reino Unido? No existe ninguna oposición, puesto que los partidos políticos dominantes están de acuerdo en lo esencial: la conservación de la presente sociedad mercantil. Ninguno de los partidos políticos que pueden acceder al poder pone en entre dicho el dogma del mercado. Y son esos mismos partidos los que, con la complicidad mediática, acaparan las pantallas; riñen por pequeños detalles con la esperanza de que todo siga igual; se disputan por saber quién ocupara los puestos que les ofrece el parlamentarismo mercantil. Esas pobres querellas son difundidas por todos los medios de comunicación con el fin de ocultar un verdadero debate sobre la elección de la sociedad en la que queremos vivir. La apariencia y la futilidad dominan sobre el profundo enfrentamiento de ideas. Todo esto no se parece en nada, ni de lejos, a una democracia.
La democracia real se define en primer lugar y ante todo por la participación masiva de los ciudadanos en la gestión de los asuntos de la ciudad. Es directa y participativa. Encuentra su expresión más autentica en la asamblea popular y en el dialogo permanente sobre la organización de la vida en común. La forma representativa y parlamentaria que usurpa el nombre de democracia limita el poder de los ciudadanos al simple derecho de votar; es decir, a nada. Escoger entre gris claro y gris oscuro no es una elección verdadera. Las sillas parlamentarias son ocupadas en su inmensa mayoría por la clase económicamente dominante, ya sea de derecha o de la pretendía izquierda social demócrata.
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No. Nada de eso.Es que SIN DEMOCRACIA ECONOMICA
NO HAY DEMOCRACIA
No hay que conquistar el poder, hay que destruirlo. Es tiránico por naturaleza, sea ejercido por un rey, un dictador o un presidente electo. La única diferencia en el caso de la “democracia” parlamentaria es que los esclavos tienen la ilusión de elegir ellos mismos al amo que deberán servir. El voto los ha hecho cómplices de la tiranía que los oprime. Ellos no son esclavos porque existen amos, sino que los amos existen porque ellos han elegido mantenerse esclavos.
Capitulo XVIII: El sistema mercantil totalitario
“La naturaleza no creó amos ni esclavos, yo no quiero dar ni recibir leyes.”
Denis Diderot
El sistema dominante se define entonces por la omnipresencia de su ideología mercantil. Ocupa a la vez todos los espacios y todos los sectores de la vida. No profesa más que: produce, vende, consume, acumula. Ha reducido todas las relaciones humanas a unas parcas relaciones mercantiles, y considera que nuestro planeta es una simple mercancía. La función que nos asigna es el trabajo servil. El único derecho que reconoce es el derecho a la propiedad privada. Al único dios que rinde culto es al dinero.
El monopolio de la apariencia es total. Solo aparecen los hombres y los discursos favorables a la ideología dominante. La crítica de este mundo se ahoga en el mar mediático que determina qué está bien y qué está mal, lo que se puede y lo que no se puede ver.
Omnipresencia de la ideología, culto al dinero, monopolio de la apariencia, partido único disfrazado de pluralismo parlamentario, ausencia de una oposición visible, represión en todas sus formas, voluntad de transformar al hombre y al mundo: He ahí la verdadera cara del totalitarismo moderno que ellos llaman “democracia liberal”, pero que es hora de llamar por su verdadero nombre: el sistema mercantil totalitario.
El hombre, la sociedad y todo nuestro planeta están al servicio de esta ideología. El sistema mercantil totalitario ha logrado lo que ningún otro totalitarismo había podido: ocupar cada resquicio del planeta. Hoy en día, ninguna forma de exilio es posible.
Capitulo XIX: Perspectivas
A medida que la opresión se expande por todos los sectores de la vida, la rebelión toma el aspecto de una guerra social. Los motines renacen y anuncian que la revolución está por llegar.
La destrucción de la sociedad mercantil totalitaria no es un asunto de opinión, es una necesidad absoluta en un mundo que se sabe condenado. Ya que el poder está en todas partes, es por todas partes y por todo el tiempo que hay que combatirlo.
La reinvención del lenguaje, el trastorno permanente de la vida cotidiana, la desobediencia y la resistencia son las palabras claves de la rebelión contra el orden establecido. Pero para que de esta rebelión surja una revolución hay que encaminar las subjetividades a un frente común.
Es en la unidad de todas las fuerzas revolucionarias que hay que obrar. Esta no se puede conseguir más que siendo conscientes de nuestros fracasos pasados: ni el reformismo estéril ni la burocracia totalitaria pueden ser una solución para nuestra inconformidad. Se trata de inventar nuevas formas de organización y de lucha.
La autogestión en las empresas y la democracia directa a escala comunal constituyen las bases de esta nueva organización que debe ser anti-jerárquica, tanto en la forma como en el contenido.
Al poder no hay que conquistarlo, hay que destruirlo.
Capitulo XX: Epílogo
William Shakespeare
Jean-François Brient
Traducción : Alfonso Echeverry
Monday, July 7, 2025
ETERNA SOLIDARIDAD CON CUBA: UN PUEBLO EN LUCHA CONTINUA PARA SEGUIR MANTENIEDO LA LUZ DE LA JUSTICIA, LA RAZON Y LA DIGNIDAD: EL TRIUNVIRATO ENEMIGO AL QUE CONSTANTEMENTE COMBATE LA DICTADURA DEL ÇAPITAL
Queridos miembros del Buró Político.
Queridas compañeras y compañeros miembros del Comité Central de nuestro Partido.
Invitados:
Nos reunimos en este Pleno y millones de compatriotas miran atentos su resultado. Hemos compartido discusiones críticas y profundas de los problemas que tenemos, pero con eso no basta para resolverlos.
Lo que el pueblo está esperando de nosotros, sus principales representantes y servidores públicos, son acciones concretas e inmediatas que ayuden a superar la profunda crisis económica que tanto daño está haciendo al tejido espiritual de nuestra nación.
Hoy más que nunca se reafirma que esas soluciones dependen por entero de nosotros, en un contexto altamente desafiante y amenazador.
Somos un país en guerra. Cuba vive y resiste hace más de 60 años bajo condiciones de guerra. Todos los días caen a nuestro alrededor las bombas de la guerra económica que bloquea, que obstaculiza, que frena o ralentiza todos los esfuerzos, y las bombas de desinformación, de distorsión y de odio que envuelven a las primeras.
La maquiavélica combinación no solo tiene el objetivo de destruir los escasos recursos de un país pequeño cercado por un imperio en los desesperanzadores tiempos que vive toda la humanidad. El propósito más perverso es que la nación se fracture y que la víctima termine culpándose a sí misma y no al victimario. Los efectos de esas bombas se ven y se sienten en la desafiante realidad cubana del día a día.
Los duros debates de este Pleno y los más duros aún que todos los días tienen lugar en las calles y centros de estudio y de trabajo –y que no ignoramos, nos obligan a replantearnos continuamente los escenarios de acción y las tácticas de resistencia sin comprometer la estrategia.
Otra vez el imperio apuesta a una crisis política y social que desemboque en un estallido durante el verano. Por eso anuncian constantemente medidas y amenazas sobre las dificultades actuales, aumentando el peso indiscutible que estas tienen sobre las condiciones de vida de la mayoría del pueblo, sobre el cual se lanzan con todos los medios a subvertir, confundir y desorientar.
El flamante Memorando Presidencial de Seguridad Nacional contra Cuba, remedo del de Mallory, confirma públicamente que la estrategia de la actual administración estadounidense no ha variado, sigue siendo endurecer la guerra económica. Es el viejo plan en molde nuevo: el actual estilo imperial, tan dado al lenguaje prepotente y lapidario que apunta a debilitar la moral de la ciudadanía.
El Gobierno de Estados Unidos ha decidido mantener y fortalecer así la presión, cortar casi absolutamente todo contacto diplomático bilateral con Cuba y reforzar su campaña de descrédito contra el país y de intimidación a terceros, fundamentalmente latinoamericanos y europeos, así como a los caribeños.
Es en ese contexto, plagado de amenazas y dificultades, en el que le toca trabajar al Partido, en pos de fortalecer la unidad, perfeccionar la labor ideológica, sobre todo en lo concerniente a la formación patriótica y revolucionaria de las nuevas generaciones, asegurar políticamente la implementación del Programa de Gobierno para eliminar distorsiones y reimpulsar la economía y, a la vez, enfrentar las tendencias negativas presentes en la sociedad.
Defender la unidad es la prioridad, porque la existencia misma de la Revolución depende de ella. Es una lección de la historia que nos precede, el legado martiano que Fidel convirtió en principio y el centro de la convocatoria que nos hiciera el General de Ejército en el 65 Aniversario del triunfo revolucionario.
Pero debemos cuidarnos de reducirla a una consigna. Hay que defender la unidad con acciones, propiciando la participación del pueblo y especialmente de los jóvenes en todos los procesos decisivos para el sostenimiento y desarrollo de la sociedad en todos los ámbitos, fundamentalmente la ideología y la economía.
Esas acciones incluyen la creación de espacios de análisis y debate revolucionario que aporten ideas, soluciones, medidas para enriquecer la difícil toma de decisiones. La labor unitaria se completa con esfuerzo y trabajo, con acciones y programas construidos colectivamente y con el indispensable control popular que garantiza la participación del pueblo en la supervisión, la fiscalización y la decisión.
En Cuba este mecanismo está respaldado por la Ley 132, que regula el funcionamiento de las asambleas municipales del Poder Popular.
En cuanto al imprescindible y permanente perfeccionamiento de la labor ideológica, es preciso atender y seguir muy de cerca el funcionamiento y la vida interna de las organizaciones de base, concretando lo acordado en el Octavo Congreso sobre la formación, preparación, selección, tránsito, desarrollo y aporte de los dirigentes políticos, estatales, de gobierno, líderes de las organizaciones de masas, empresarios y administradores y directores de instituciones.
En numerosos y sistemáticos análisis hemos abordado los desafíos y retos que en las condiciones actuales se exigen a la labor ideológica, y hemos reconocido deficiencias, tendencias negativas, comportamientos no acordes con los principios de la construcción socialista, conductas egoístas, individualistas, consumistas, que se oponen al ideal solidario, colectivo, inclusivo, emancipador, de justicia social que está en la base del proyecto político de la Revolución.
Compañeras y compañeros:
Con episodios y precedentes sumamente amenazantes, que plantean riesgos específicos para nuestro país, el escenario internacional se ha ido tornando particularmente peligroso.
En las últimas semanas hemos sido testigos de la alarmante impunidad con que los gobiernos de Estados Unidos e Israel agredieron militarmente a Irán, sin enfrentar una reacción política mínimamente vigorosa de parte de la comunidad internacional y de sus instituciones.
Peor aún, todos los días de los últimos dos años conocemos por las noticias internacionales detalles del genocídio de Israel contra el pueblo palestino, hacinado en la Franja de Gaza. Comete, con premeditación, alevosía, sistematicidad y sin rendir cuentas, el más escandaloso crimen del siglo XXI.
Eso ocurre a la vista de todos, con la complicidad explícita de Estados Unidos y otros países de la OTAN, que repiten, sin cuestionarlos, los pretextos sionistas, mientras las Naciones Unidas exhiben la impotencia de su antidemocrática estructura y la reacción de denuncia y repudio que recorre el mundo con gigantescas manifestaciones resulta insuficiente para frenar el genocidio.
Sin embargo, esos argumentos les han bastado a Estados Unidos e Israel para llevar a cabo agresiones militares contra un país soberano, transgredir las normas más elementales del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas; causar pérdidas y cuantioso daño material; poner en riesgo la paz regional e internacional.
En la vanguardia de ese vergonzoso escenario resalta el papel cómplice de las grandes transnacionales de la comunicación y la información, donde se genera la narrativa de los agresores. Es un escenario en el que el trabajo político-ideológico cobra nuevas dimensiones.
Estamos obligados, igualmente, a informar, educar y orientar mejor al pueblo sobre estas realidades de forma convincente, ecuánime y creativa. Es tiempo de robustecer la conciencia, la cultura y el espíritu antimperialista que está en la esencia de nuestra lucha y de la defensa de la soberanía nacional y el socialismo.
Aquí desempeña un rol determinante la tan discutida comunicación política, institucional, social, asignatura pendiente que requiere más calidad, articulación, contundencia, claridad, coherencia y modos más atractivos al exponer, argumentar, informar, esclarecer y defender una medida necesaria, o al enfrentar la calumnia, la desidia y el odio que tanto abundan en las redes digitales y en el discurso colonizador, hegemónico, injerencista y sórdido de los voceros del imperio, de los neoliberales, de los neofascistas, de los mercenarios, de los sumisos y de los cobardes.
Es preciso evaluar con agudeza los problemas ideológicos y reconocer a tiempo las carencias en el ejercicio de la comunicación política. Para ello resulta indispensable la promoción del debate y el diálogo con los jóvenes.
Cuba cuenta con una historia capaz de estremecer el corazón más frío. De su conocimiento brotan naturales los valores patrióticos y humanistas que fomentan las actitudes revolucionarias. Quien lo dude, que escuche o lea el testimonio de un moncadista o de un expedicionario del Granma. La Generación del Centenario, como declaró Fidel en el juicio del Moncada, llevaba en su corazón las doctrinas del Maestro. El Maestro es Martí y Martí es la síntesis de la poderosa historia de Cuba en un hombre ejemplar.
En medio de las críticas condiciones económicas que atraviesa el país, nos toca facilitar y asegurar los encuentros de los jóvenes con la historia y las expediciones que debaten temas urgentes y de interés con el pueblo. Y, como he reiterado más de una vez, toca a la militancia revolucionaria hacer todos los días una vindicación de Cuba. En las redes y en las calles, dondequiera que el odio o la ignorancia intenten denigrar, humillar, atacar a Cuba, nos toca salirles al paso a los odiadores y a los ignorantes para defender a la patria como defenderíamos a nuestras madres. Porque eso es la patria: !madre de todos!
Muy en sintonía con estas ideas, el Pleno ha aprobado el Programa conmemorativo por el Centenario del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Este plan busca trascender la lógica nostalgia por el Líder Histórico, desaparecido físicamente, para exaltar su legado como símbolo vivo de la Revolución, conectándolo con las luchas actuales y futuras.
Para conmemorar el centenario de Fidel desde una perspectiva estratégica de comunicación social y política, es esencial diseñar acciones que no solo honren su legado histórico, sino que también refuercen los valores socialistas, conecten con las nuevas generaciones y proyecten su pensamiento frente a los desafíos actuales.
No se trata de recordar a Fidel, se trata de traerlo a este momento; de impregnarnos de su doctrina revolucionaria para enfrentar los desafíos colosales de estos tiempos.
Ratificamos aquí que la tarea más importante a acometer por el Partido es el aseguramiento al Programa de Gobierno para eliminar distorsiones y reimpulsar la economía.
Es imprescindible dar a conocer de manera más amplia su contenido, sus objetivos, sus acciones, para que sea llevado al contexto de cada centro de producción y servicios, de cada núcleo, de cada colectivo y que todos evaluemos con rigor y sistematicidad sus indicadores, realicemos propuestas de perfeccionamiento y, sobre todo, logremos los resultados que el país necesita y que el pueblo pide y merece.
El Programa de Gobierno debe, y de hecho se está haciendo, incorporar las propuestas e ideas que emergieron del debate realizado en el reciente Congreso de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba.
La tarea principal en la economía cubana en estos momentos es elevar la producción de bienes y la prestación de servicios con eficiencia. Se debe liberar a las empresas estatales y no estatales de las trabas burocráticas que aún existen, que no les permiten desplegar todo su potencial en el desarrollo de las fuerzas productivas del país.
En lo inmediato, es imprescindible incrementar por todas las vías los posibles ingresos en divisas y, lo que es más importante, utilizar eficientemente los pocos ingresos disponibles.
La agricultura y la industria alimentaria deben recibir la mayor prioridad. Está claro que con programas de créditos a productores locales, acceso a insumos y precios justos para cosechas imprescindibles se estimularía la producción, reduciendo la dependencia de importaciones que consumen un alto por ciento de las divisas. La soberanía alimentaria es clave.
Es imperioso lograr la estabilización del sistema electroenergético nacional cumpliendo las acciones del Programa de Gobierno, y vencer la crisis energética que tanto nos afecta en todos los ámbitos.
Tenemos que lograr que el modelo de desarrollo económico y social mantenga la adecuada proporción y relación entre centralización y descentralización. La clave está en equilibrar la estabilidad macroeconómica con innovación, integrando los actores económicos en una adecuada relación, atrayendo la inversión extranjera directa y priorizando la producción nacional.
Para impulsar la actividad económica también se necesita de un riguroso control sobre lo que se aprueba y se implementa, para evaluar los resultados, corregir desviaciones y mantener el objetivo de crecer económicamente con desarrollo social.
Ese efectivo control se complementa al involucrar a la población en la toma de decisiones a través de mecanismos como consultas populares, audiencias públicas y plataformas digitales, lo cual vinculado con una formación ideológica que profundice en los valores del socialismo y el papel del individuo como agente activo en la sociedad puede ayudar a generar un sentido más fuerte de pertenencia y compromiso con el proyecto nacional, con el Proyecto País.
En el enfrentamiento a tendencias negativas existentes en la sociedad hay que reconocer que no hemos logrado incidir con toda la fuerza que demanda su necesaria prioridad.
Se acumulan peligrosamente problemas y conductas que atentan contra la construcción socialista y algunos alcanzan magnitudes y niveles que ya son inadmisibles.
La causa fundamental es la falta de control de lo aprobado, que conlleva a una implementación deformada de las políticas, leyes, decretos y otras normas jurídicas.
El Comandante en Jefe siempre enfatizó en la importancia de la moral y la ética en la construcción del socialismo, marcando la incompatibilidad de la corrupción y la indisciplina social con los valores revolucionarios. Y el General de Ejército ha insistido históricamente en la necesidad de fortalecer la institucionalidad y la disciplina como pilares fundamentales para el desarrollo del país.
De los dos aprendimos, entre sus lecciones fundamentales, que no se pueden descuidar la participación popular y el control como mecanismos esenciales para garantizar la transparencia y la justicia social.
La lucha contra la corrupción, el delito, las ilegalidades y la indisciplina social en Cuba siempre se ha conducido con un enfoque multifacético que combina educación, fortalecimiento institucional, transparencia, participación popular y justicia social, todo ello enmarcado en los principios del socialismo y la Revolución Cubana. Ese principio no puede descuidarse bajo ningún concepto, porque es la esencia misma de nuestro proyecto de nación independiente, soberana, socialista, próspera y sostenible.
Los ejercicios integrales de enfrentamiento al delito nos dejan experiencias de mucho valor sobre todo lo que no puede descuidarse. En primer lugar, hay que mantener la intensidad en las acciones integradas, priorizar el carácter preventivo con la impostergable implementación del control popular e institucional.
Nuestro pueblo demanda más acción y mayor información de la actuación contra el delito, las ilegalidades y la corrupción; rigor intransigente en los casos de corrupción, drogas, hechos violentos y vandálicos; activo enfrentamiento a las manifestaciones de favorecimiento, nepotismo, deshonestidad, individualismo, egoísmo, chapucería, desidia, despreocupación, descontrol, pillería y mentiras.
Exigen, por supuesto, llevar los casos hasta el final con información pública y ejemplarizante y mayor atención y seguimiento a las denuncias de la población, una obra que distingue como pocas, el vínculo imprescindible con el pueblo, desde los años fundacionales de nuestra Revolución.
De manera particular debemos librar un enfrentamiento permanente e intenso contra los delitos asociados a la comercialización y uso de las drogas.
La sociedad cubana debe ser salvada a tiempo de ese mal que destruye hogares, familias, seres humanos y se ha convertido en un cáncer incurable de esta época en casi todo el mundo. Sencillamente ¡no!, en Cuba no vamos a aceptar de brazos cruzados que nos roben el cuerpo y el alma de nuestros hijos.
Al haber abordado los contenidos fundamentales sobre las prioridades del trabajo del Partido quiero ratificar un grupo de ideas al respecto, que he expresado en otros momentos:
“Lo más revolucionario dentro de la Revolución es y debe ser siempre el Partido, así como el Partido debe ser la fuerza que revoluciona a la Revolución.
La interpretación y aplicación constante del concepto de Revolución del Comandante en Jefe es nuestra guía.
La defensa de la unidad tiene que prevalecer como tarea número uno.
El reconocimiento y defensa de las esencias: la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas sociales, ¡eso es el socialismo!
Consolidar la autoridad ganada por los méritos de la generación histórica y preservar el liderazgo y la autoridad moral de la organización. Fortalecer las dinámicas de funcionamiento del Partido y la proactividad de su militancia ante los problemas más acuciantes de la sociedad. Fortalecer la vida interna del Partido para tener más vida externa. Proyectarse en su ámbito con auténticas preocupaciones por el funcionamiento de la sociedad, y con un poder de convocatoria y de movilización que derrote cualquier plan de los enemigos de la nación cubana.
Hacer del crecimiento de las filas del Partido un proceso que suscite interés genuino, con repercusión social; generar métodos de trabajo más atractivos, desde la rendición de cuentas del militante hasta las dinámicas cotidianas del trabajo político en municipios y provincias.
No podemos dejarnos vencer por el peso de las dificultades. Es necesario dar nueva vitalidad a la movilización popular, cuyas iniciativas nos fortalecen.
Sumémonos en la lucha por una prosperidad que abarque desde la alimentación hasta la recreación, que incluya el desarrollo científico, una riqueza espiritual superior, el bienestar, y que empodere el diseño de lo funcional y lo bello.
Abordemos con claridad y transparencia las batallas por elevar la calidad de vida de los cubanos y sumemos a los jóvenes a participar con su natural entusiasmo en todas las tareas cruciales del país, así estaremos reactivando las esencias de la Revolución y del Partido.
La búsqueda constante de alternativas emancipadoras también está urgida de un baño de ciencia y de tecnología, que deben ser partes de ese proceso.
Construir una economía socialista basada en el conocimiento, una sociedad cada vez más cimentada en el conocimiento. Un horizonte promisorio para las nuevas generaciones.
Ser abanderados de la pelea contra la corrupción, los modos deshonestos de actuar, el abuso de poder, el favoritismo y la doble moral.
La democracia es más socialista en la medida en que es más participativa. Nos corresponde estimular la participación popular creando espacios y procedimientos para atender, evaluar y aplicar las demandas y propuestas que la hagan efectiva.
No debemos abandonar, en la voluntad de enfrentar y transformar el contexto, el prestigio, la decencia, los derechos, la eficiencia, la calidad, la cultura del detalle, la belleza, la virtud, la honra, la dignidad y la verdad en todo lo que nos proponemos y hacemos.
Avanzar en el ordenamiento, la recuperación, la ponderación y el fortalecimiento de los valores éticos y morales que nos han traído hasta aquí, golpeados indudablemente, en las últimas décadas, por las adversidades y las sucesivas y difíciles circunstancias que nos imponen el injusto orden global, el criminal bloqueo y nuestras propias limitaciones. Un ejercicio sistemático en el cual nos demos respuesta a las siguientes interrogantes:
¿Qué hacemos para favorecer la atención de la militancia y el crecimiento del Partido en todos los escenarios? ¿En qué medida la mecánica de las evaluaciones periódicas de los cuadros y de la militancia incide efectivamente en los métodos utilizados en la labor política de cada uno? ¿Cuán efectivos son los procedimientos de evaluación y rendición de cuentas en la actuación? ¿Qué se hace en cada entorno partidista para garantizar la real participación de las masas en la toma de decisiones? ¿Qué y cómo discutimos en los núcleos? ¿Qué se hace para perfeccionar la labor de las organizaciones de masas? ¿Qué calidad tienen los acuerdos tomados y qué resuelven? ¿Qué calidad tiene el seguimiento al cumplimiento de lo acordado?
Nos debemos una profunda reflexión de todos los días sobre cómo cumplimos las funciones como organización partidista.
Cuando arrecian los problemas concretos de los hombres y seres de carne y hueso que nos rodean podemos acudir a Martí. Aspirar a que cada cubano sea un martiano. Martí es capaz de hacer de cada cubano un patriota porque nos inspira resguardo ético, amor profundo a la patria, resistencia frente a la adversidad y limpieza de vida.
¿Por qué no enseñamos estas cosas todos los días y con sus palabras en las escuelas? ¿Por qué no escribimos cada mañana en el pizarrón sentencias martianas como esta: Los hombres han de vivir en el goce pacífico, natural e inevitable de la Libertad, como viven en el goce del aire y de la luz, para que los niños, los adolescentes y los jóvenes las interpreten en diálogo abierto? ¿Por qué no comentamos ampliamente con los alumnos mayores el artículo de Martí en Patria sobre El remedio anexionista, o la Vindicación de Cuba?
Queridos miembros del Comité Central:
En el escenario mundial descrito, totalmente adverso para quienes defienden el multilateralismo, la paz, la justicia social, la solidaridad, las ideas humanistas y la construcción socialista, en ese contexto lleno de incertidumbre e inseguridad, es cierto que han surgido y continúan consolidándose fuerzas alternativas al dominio unipolar del imperialismo estadounidense, las que se materializan en países específicos y en organismos o agrupaciones de países como los BRICS, que buscan una mayor independencia y romper el yugo exclusivo de las finanzas, la tecnología y las reglas del juego dependientes de la economía y el poder de los Estados Unidos. Con los BRICS estamos empeñados en ampliar las relaciones y aprovechar su potencial. Es sin duda una alternativa novedosa que debemos respaldar.
En la región de América Latina y el Caribe, y conforme al calendario electoral de diversos países, el balance político debe tornarse más adverso que el escenario experimentado en los últimos años.
En ese contexto, los lazos fraternales con Venezuela, la importante y entrañable relación que se ha fortalecido con México en los últimos años, los vínculos con Nicaragua y Honduras, y la posición común de CARICOM son puntales que debemos proteger.
Los lazos políticos y económicos con China y Vietnam han continuado consolidándose, y ambos países desempeñan un papel creciente e importante en los grandes desafíos económicos que tenemos por delante. La relación política con Rusia se consolida. Seguiremos promoviendo la participación de Cuba como país observador en la Unión Económica Euroasiática.
En términos generales, a pesar de las dificultades y de la campaña feroz de Estados Unidos, Cuba retiene una importante cuota de influencia política en la región y a nivel global. Se trata de una autoridad bien ganada por nuestros líderes históricos y respetada mundialmente, porque descansa en principios y en una trayectoria de solidaridad inigualable. Es una autoridad que nos brinda una voz escuchada y de peso ante importantes acontecimientos internacionales.
Compañeras y compañeros:
Es trascendental que hayamos aprobado la Convocatoria al IX Congreso del Partido y las ideas ideas generales para su realización.
Será este el congreso de un quinquenio donde el avance es haber resistido y estar luchando y construyendo el socialismo enfrentando con heroísmo y dignidad sin par la oprobiosa y genocida política del imperio aferrado al plan jamás abandonado de desaparecernos.
Al IX Congreso corresponde presentar una estrategia de perfeccionamiento del trabajo del Partido, ideológica y económico-social que dé luces, que perfeccione lo que tenemos y que dé respuesta a los problemas. Constituirá un congreso de la continuidad de la Revolución en medio de una adversa situación global y nacional. Tiene que ser un congreso crítico, pero que también proponga y apruebe caminos para la superación de la actual situación en condiciones de bloqueo incluso más recrudecido.
Quiero insistir en la necesidad de la consulta más amplia posible de los documentos del congreso antes de su realización: con la militancia, con no militantes, en reuniones por sectores, con expertos por temas, en los consejos de dirección y las estructuras fundamentales de los organismos de la Administración Central del Estado, el sistema empresarial, el sistema presupuestado, con los jóvenes. Solo a partir de esas consultas debemos trabajar definitivamente las propuestas.
Después del congreso debe llegar el debate correspondiente y la consulta popular para sellar sus acuerdos con la voluntad de nuestro pueblo.
A propósito de la significación de ese proceso, que nunca está concluído hasta que lo hace suyo el pueblo, quiero recordar palabras iluminadoras del compañero Raúl. Son palabras que nos alertan sobre el valor de los compromisos que adquirimos con cada reunión partidista quienes tenemos la alta responsabilidad de representarlo ante el resto de la militância y ante todo el pueblo.
Decía el General de Ejército en el 2011: […] el mayor obstáculo que enfrentamos en el cumplimiento de los acuerdos del Sexto Congreso es la barrera psicológica formada por la inercia, el inmovilismo, la simulación o doble moral, la indiferencia e insensibilidad y que estamos obligados a rebasar con constancia y firmeza, en primer lugar, los dirigentes del Partido, el Estado y el Gobierno. […] Seremos pacientes y a la vez perseverantes ante las resistencias al cambio, sean estas conscientes o inconscientes. Advierto que toda resistencia burocrática al estricto cumplimiento de los acuerdos del Congreso, respaldados masivamente por el pueblo, será inútil.
Queridos participantes en el Pleno:
Firme, sin alardear ante ante sus propios actos de heroísmo, con una dignidad que ha quedado fuera de cualquier negociación posible, el pueblo cubano vive días en extremo retadores. Y lo hace poniendo a prueba todo su saber, desatando incluso la imaginación en ese camino complejo, terrenal, demandante de inventiva y adaptabilidad, un camino que las cubanas y los cubanos conocemos muy bien: el de la resistencia inteligente, que no significa soportar con rigidez sino buscar, contra todo mal pronóstico, cómo superar obstáculos, cómo seguir adelante y además venciendo.
Son las crisis las que generan ideas, expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en palabras pronunciadas en junio de 1985 y dedicadas especialmente a un auditorio de nuestra América. Esa vez, siendo fiel a su convicción de que es posible luchar y vencer, enunció que las crisis generan conciencia, generan unidad, generan programas de lucha. Y el 10 de octubre de 1991, durante la inauguraciónón del Cuarto Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en el teatro Heredia de la heroica provincia de Santiago de Cuba, Fidel compartió una explicación minuciosa sobre por qué el país estaba viviendo un periodo excepcional. Recordemos entonces que el mundo se estaba reconfigurando y que ya era una realidad que no seguiríamos teniendo el acompañamiento y el apoyo del campo socialista.
Emerge hoy, en toda su enormidad y hermosura, la gran tarea que tenemos todos los revolucionarios y patriotas cubanos: salvar a la patria, a la Revolución y al socialismo, empeño en el cual –y lo sabemos desde hace mucho tiempo– toda mano que se apreste, toda buena idea resulta imprescindible, valiosa, sagrada en esa fuerza inclusiva que llamamos resistencia.
En estos tiempos la palabra crisis resulta recurrente por ser el reflejo de una realidad cada vez más compleja y abrumadora. El mundo está herido de múltiples crisis, en primer lugar la humanitaria, y nosotros, en medio de las turbulencias planetarias, despreciados y castigados por el enemigo más poderoso de la historia, desafiados por numerosos problemas internos, tenemos a nuestro favor el entrenamiento de seis décadas buscando hasta encontrar las siempre posibles soluciones en situaciones excepcionales, en contextos extremos.
Tenemos las posibilidades de las que hablaba Fidel, porque somos un pueblo que sabe pelear; por tener la fibra de los cimarrones y mambises –tan atrevidos e inteligentes–; por ser herederos de mujeres y hombres que muchas veces fueron contra toda lógica y supieron vencer; por ser hijos de una Revolución hecha a golpe de inteligencia y coraje.
Las visitas partidistas que hemos venido realizando a lo largo de Cuba desde inicios de 2024 nos han permitido ver en los lugares más diversos cómo hay colectivos de trabajadores que en vez de cruzarse de brazos ante un panorama difícil, en vez de lamentarse, pusieron la inteligencia en función de cambiarlo. Ellos, los que han sabido romper inercias, los que han tenido un pensamiento transformador, los que han tenido capacidad adaptativa, imaginación y audacia, están cosechando éxitos. Ellos, ante una crisis, prefirieron ir más allá de auscultarla y se enfocaron en cómo dejarla atrás, en cómo superarla. Ellos son inspiración y referentes.
Atrevidos por naturaleza, despiertos en el actuar, hijos de una Revolución que ha defendido el saber, los cubanos sabremos descubrir siempre múltiples puertas allí donde se presente una crisis que pueda significar para otros el anuncio de lo imposible.
Eso explica que estemos aquí, porque sucesivas crisis siempre nos han catapultado a sucesivos logros; porque amamos superarnos a nosotros mismos; porque no nos gusta perder y, ni por asomo, rendirnos, y porque la actitud de luchar va en la identidad como un código inextirpable de nuestra secuencia genética.
¡Avancemos! ¿Cuántos somos? ¡Somos muchos! Si en otros momentos cruciales fueron unos pocos obrando la maravilla de una semilla descomunal pariendo historia, hoy somos millones capaces de sumar inteligencias, capaces de ser también ese torrente de sentimientos, como hermosamente definiera Haydée Santamaría a la Revolución; capaces de mantener la condición de dignidad humana a la que un día pudimos ascender todos por obra y amor de la Revolución, y de la cual nada ni nadie hará que nos bajemos.
Con esa convicción estaremos conmemorando en el ya cercano 26 de julio el convocador aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en la combativa provincia de Ciego de Ávila.
¡Aquí, en toda Cuba, siempre es 26!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(Ovación.)
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