Plaza de San Pedro, Huelva, 1940
Temps retrouvé
Abierta al mar la ventana del tiempo y la medida
dónde el alfa y el omega, sin dejar rastros,
se columpian y mientras Sísifo,
en su subida,
empuja el reloj que lo esclaviza.
Nada es fácil, ni al entrar, ni al salir,
ni al vivir, ni al ser, ni al tener,
ni al andar las subidas...
Pero de vez en cuándo llega la luz que se filtra
por esas rendijas que dejamos abiertas
para no perder la distancia
que, al otro lado de la pared,
nos aguarda hasta que lleguemos a ella un día....
"Y te irías fuera, desaparecerías,
morirías a ojos del mundo,
y reaparecerías sin que nadie te viera
al otro lado de la pared,
en un patio trasero, sin valijas,
sin nada en las manos, sin nombre,
listo para inventarte tu nueva identidad
...Libre, por fín, de la necesidad de la verdad"
M. Foucault
|
De los tres dioses del Tiempo que tenían los griegos, Cronos, Aión y Kairos, el primero es el más representativo del paso del tiempo, el de la segunda ley de la termodinámica, la entropía, que, pía pía...hace que todo orden camine siempre al desorden, una forma científica y fina de decirnos que todos estamos destinados a espicharla, es decir, a terminar comidos y desordenados en el vientre de Cronos que engulle a sus hijos.
Pero Cronos no existe, es, como tantísimas cosas más, una invención humana.
Y esto, a pesar de que no arregla nada, es, en cierta manera, un consuelo porque, por lo menos, no somos comidos por algo ajeno a nuestra voluntad creadora, sino por algo que nosotros mismos hemos producido. Algo es algo. Quiere decir que terminamos siendo comidos por nuestro inventos, por algo no ajeno a nosotros mismos. Bueno está... |
El paso del tiempo es fascinante y alarmante.
Pasan por nosotros los días, los meses, los años, como agua que se nos escurre entre las manos, y nos sentimos, no solamente impotentes como si en volandillas fuésemos llevados, sino que no acertamos a equiparar las mediciones relojeras del tiempo con lo absoluto de lo que estamos sintiendo y observando, y ya no sabemos, por ejemplo, si veinte años es una semana o son tres horas o cien años.
Llega a tal punto nuestra desorientación, que, de viejos, nunca sabemos realmente el tiempo que en las maletas llevamos embalado: a veces recordamos nuestra niñez como si estuviése a la vuelta de la esquina, y otras veces algo que estuviera tan lejos de nosotros como el Big-Bang...
Un Lío, relojeros y almanaqueros de fechas y vacíos parámetros, porque el paso y la zancada del tiempo, naturalmente, sólo existe en nuestras mentes de circuitos cerebrales acordonados.
"En sus papeles sobre la Relatividad, Einstein postuló que el tiempo es relativo al observador, pero nuestro estudio --Robert Lanza-- enseña un paso más adelantado que Einstein, porque concluye que es el propio observador el que crea el tiempo".
("In his papers on relativity, Einstein showed that time was relative to the observer," Lanza told Wired. "Our paper takes this one step further, arguing that the observer actually creates it.")
No puede ser...claro en la mecánica cuántica el observador cambia lo observado. Nos engañan. Las ciencias nos engañan.
Lo que no engañan son las medidas. Por ejemplo, cuándo te meten en el tubo (TAC) y sale un documento que acredita que el aneurisma que tenemos, el globo de feria-interior que llevamos, es de 84 mm. Ay, mamá...! Esta medida va a misa porque el observador de la misma no la puede crear...Y seguimos vivos por la malla-protesis que llevamos en la autopista central que hace que la sangre se mueva circularmente en el citado globo y eso hace que, estáticamente, no presione mucho en las paredes del globo. ¡Circulen, no se atasquen!
Y la pared con la que ahora estamos hablando me pregunta algo que debemos contestar: ¿que carajo tiene que ver tú cumpleaños con el diámetro de tu aneurisma? Buena pregunta. Respuesta: pues tiene que ver todo.
Tiene que ver todo porque mis cumpleaños tienen y tendran que ver con la medida que alcance el mencionado globo de feria que acarreamos en nuestro interior...y un servidor no puede mencionar una cosa sin acompañarse de la otra porque las dos van ligadas: el cumpleaños va en función del cumplemilimetros y viceversa. Es decir, en cristiano ateo: yo llevo un certificado de defunción en la medida de la medida del tiempo y de los milímetros y no los podemos separar, soy superticioso...
De manera que, abierta al mar la ventana del tiempo y la medida dónde Sísifo empuja la roca del tiempo hasta la cima de la montaña, hemos creído que es la mejor manera de poner las velas al pastel de marras...
Y para ello hemos elegido a Don Foucault,
maître à penser", que ofreció su vida como un modelo, no de la verdad, sino de lo que debe implicar la busca de la verdad; su propia voluntad de saber no cedió nunca, fue implacable; lo cúal prueba el adagio de Nietzsche: "el amor a la verdad es terrible y poderoso".
Por eso, el Principio de Nirvana (transcendiendo la semántica que Freud le dió con ello a la muerte) para nosotros es llegar a la excelsa ataraxia y al reposo del epojé...ya libres, por fin, de la necesidad de la verdad...que si, que es muy satisfactoria y placentera y compensa, pero que también -por eso mismo- nos da mucha lata y trabajo en la vida (que nada es gratis)...Y yo soy jitano-sano, no me gusta currelar...¡¡¡ y hay que laborar tanto, tanto, cuándo se busca la verdad...e ir contra tanto viento y marea para poderla, no ya alcanzar, sino rozar...!!!
Y de ahi eso del libres, por fín...