Lunes, 28 de Marzo de 2022
Tuesday, March 29, 2022
DON ANTONIO PANELL: "¡BOMBARDEAR RUSIA!": UNA MERA ESPONTANEA DECLARACION EN COMPARACION A LOS DIABOLICOS Y PRECENDENTES RECORDS HISTORICOS AL RESPECTO
Don Antonio Papell:
Una mera espontánea declaración
en comparación a los diabólicos
y precedentes records históricos al respecto,
...Esto no es nada nuevo en el IV Reich (EUROPUSA), el que le ganó al III Reich. Y sobre este record histórico don Antonio Papell sólo juega el Papel de una sola 'ele' de comparsa teledirigido.
Porque de 1945 a 1949 los USAdores y el -mal- llamado Reino Unido desarrollaron planes -con mapas y coordenadas en la mano- militares destinados a desmantelar la URSS y aniquilar sus ciudades con un ataque nuclear masivo para reducirla a la EDAD DE PIEDRA
(Occidente siempre quiso ver a la URSS como a la bíblica mujer de Lot: reducida a una Estatua de Piedra, castigada por mirar hacia atrás: hacia el socialismo)
La operación se llamó "Impensable" -después de haberse pensado- Y la historia es muy simpática. A don Antonio el Papell le hubiese gustado mucho porque después de que Estados Unidos "probara" su arsenal nuclear en Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, Churchill y los políticos estadounidenses de derecha comenzaron a persuadir a la Casa Blanca para que bombardeara la URSS. Un ataque nuclear contra la Rusia soviética, agotada por la guerra con Alemania, habría llevado a la derrota del Kremlin al mismo tiempo que habría permitido a las Fuerzas Aliadas evitar bajas militares estadounidenses y británicas, insistió -el cabrón de- Churchill.
No hace falta decir que al ex primer ministro británico no le importaba la muerte de centenas de miles de civiles rusos pacíficos que ya habían sido duramente golpeados por la pesadilla de la guerra contra las hordas fastistas que le habia costado a Rusia do 26 millones de muertos...
"Él [Churchill] señaló que si se pudiera lanzar una bomba atómica sobre el Kremlin, destruyéndolo, sería un problema muy fácil manejar el equilibrio de Rusia, que no tendría dirección”, (Una nota no clasificada del archivo del FBI")
Por impensable que parezca, el plan de Churchill se ganó literalmente los corazones y las mentes de los responsables políticos y militares estadounidenses. Entre 1945 y la primera detonación de un dispositivo nuclear de la URSS en 1949, el Pentágono desarrolló al menos nueve planes de guerra nuclear contra la Rusia soviética, según los investigadores estadounidenses Dr. Michio Kaku y Daniel Axelrod. En su libro “Para ganar una guerra nuclear: los planes de guerra secretos del Pentágono”, basado en documentos ultrasecretos desclasificados y obtenidos a través de la Ley de Libertad de Información, los investigadores expusieron las estrategias del ejército estadounidense para iniciar una guerra nuclear contra Rusia.
Los nombres dados a estos planes representan gráficamente su propósito ofensivo: Bushwhacker, Broiler, Sizzle, Shakedown, Offtackle, Dropshot, Trojan, Pincher y Frolic. El ejército de EE. UU. conocía la naturaleza ofensiva del trabajo que el presidente Truman les había ordenado preparar y había nombrado sus planes de guerra en consecuencia”, comentó el académico estadounidense JW Smith (“The World's Wasted Wealth 2”).
Estos planes de "primer ataque" desarrollados por el Pentágono tenían como objetivo destruir la URSS sin dañar a los Estados Unidos.
El plan Dropshot de 1949 preveía que Estados Unidos atacaría a la Rusia soviética y lanzaría al menos 300 bombas nucleares y 20.000 toneladas de bombas convencionales sobre 200 objetivos en 100 áreas urbanas, incluidas Moscú y Leningrado (San Petersburgo). Además, los planificadores se ofrecieron a iniciar una gran campaña terrestre contra la URSS para obtener una “victoria completa” sobre la Unión Soviética junto con los aliados europeos. Según el plan, Washington iniciaría la guerra el 1 de enero de 1957.
Durante un largo período de tiempo, el único obstáculo en el camino de la ofensiva nuclear masiva de EE. UU. fue que el Pentágono no poseía suficientes bombas atómicas (en 1948, Washington contaba con un arsenal de 50 bombas atómicas), así como aviones para transportarlas. Por ejemplo, en 1948, la Fuerza Aérea de EE. UU. tenía solo treinta y dos bombarderos B-29 modificados para lanzar bombas nucleares.
En septiembre de 1948, el presidente de los Estados Unidos, Truman, aprobó un documento del Consejo de Seguridad Nacional (NSC 30) sobre “Políticas de guerra atómica”, que establecía que Estados Unidos debe estar preparado para “utilizar rápida y eficazmente todos los medios apropiados disponibles, incluidas las armas atómicas, en la guerra atómica en interés de la seguridad nacional y, por lo tanto, se debe planificar en consecuencia”.
En ese momento, los generales estadounidenses necesitaban desesperadamente información sobre la ubicación de los sitios militares e industriales soviéticos. Hasta el momento, EE. UU. realizó miles de sobrevuelos fotográficos al territorio soviético, lo que generó preocupaciones sobre una posible invasión occidental de la URSS entre los funcionarios del Kremlin. Mientras que los soviéticos se apresuraron a reforzar sus capacidades defensivas, los tomadores de decisiones militares y políticas de Occidente utilizaron la acumulación militar de sus rivales como justificación para construir más armas.
Mientras tanto, para respaldar sus planes ofensivos, Washington envió sus bombarderos B-29 a Europa durante la primera crisis de Berlín en 1948. En 1949 se formó la Organización del Tratado del Atlántico Norte liderada por Estados Unidos, seis años antes de que la URSS y sus aliados de Europa del Este respondieran defensivamente al establecer el Pacto de Varsovia, el Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua.
La prueba de la bomba nuclear soviética socava el plan de EE. UU.
Justo antes de que la URSS probara su primera bomba atómica, el arsenal nuclear de los EE. UU. había alcanzado las 250 bombas y el Pentágono llegó a la conclusión de que ahora era "posible" una victoria sobre la Unión Soviética. Por desgracia, la detonación de la primera bomba nuclear por parte de la Unión Soviética asestó un duro golpe a los planes de los militaristas estadounidenses.
“La prueba de la bomba atómica soviética del 29 de agosto de 1949 sacudió a los estadounidenses que habían creído que su monopolio atómico duraría mucho más, pero no alteró de inmediato el patrón de planificación de la guerra. La cuestión clave seguía siendo qué nivel de daño obligaría a una rendición soviética”, comentó el profesor Donald Angus MacKenzie, de la Universidad de Edimburgo, en su ensayo “Planificación de guerra nuclear y estrategias de coerción nuclear”.
Aunque los planificadores de guerra de Washington sabían que pasarían años antes de que la Unión Soviética obtuviera un arsenal atómico significativo, el punto era que la bomba soviética no podía ser ignorada.
El investigador escocés destacó que EE. UU. no se centró principalmente en la "disuasión", sino en el ataque preventivo "ofensivo". “Hubo unanimidad en los 'círculos internos' de que Estados Unidos debería planificar para ganar una guerra nuclear. La lógica de que hacerlo implicaba atacar primero era ineludible”, enfatizó y agregó que los “planes de primer ataque” incluso estaban representados en la política nuclear oficial de EE.UU.
Sorprendentemente, la doctrina oficial, anunciada por primera vez por el entonces Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Foster Dulles, en 1954, asumía la posible represalia nuclear de los Estados Unidos ante “cualquier” agresión de la URSS.
Plan Operativo Integrado Único
(SIOP) de EE. UU.
Eventualmente, en 1960 los planes de guerra nuclear de EE. UU. se formalizaron en el Plan Operativo Integrado Único (SIOP).
Al principio, el SIOP preveía un ataque nuclear masivo simultáneo contra las fuerzas nucleares de la URSS, objetivos militares, ciudades, así como contra China y Europa del Este. Estaba previsto que las fuerzas estratégicas de EE. UU. utilizaran casi 3.500 ojivas atómicas para bombardear sus objetivos. Según las estimaciones de los generales estadounidenses, el ataque podría haber provocado la muerte de entre 285 y 425 millones de personas. Algunos de los aliados europeos de la URSS estaban destinados a ser completamente "aniquilados".
“Vamos a tener que acabar con [Albania]”, comentó el general estadounidense Thomas Power en la conferencia de planificación SIOP de 1960, citado por MacKenzie.
Sin embargo, la administración Kennedy introdujo cambios significativos en el plan, insistiendo en que el ejército estadounidense debería evitar atacar ciudades soviéticas y tenía que concentrarse únicamente en las fuerzas nucleares del rival. En 1962 se modificó el SIOP pero aún se reconoció que el ataque nuclear podría provocar la muerte de millones de civiles pacíficos.
La peligrosa competencia instigada por EE. UU. llevó a la Rusia soviética a reforzar sus capacidades nucleares y arrastró a ambos países al círculo vicioso de la carrera armamentista nuclear. Desafortunadamente, parece que Occidente no ha aprendido las lecciones del pasado y la cuestión de la “nuclearización” de Europa vuelve a surgir.
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Post Data
Don Antonio:
Ya ve Usted que no se tiene por qué preocupar
con lo que le puedan decir o criticar; a fín de cuentas
Usted nada más que ha expresado algo que ya estaba,
y está, en los planes y proyectos de la EUROPUSA
pasada y actual.
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