Saturday, September 26, 2020
¿SABE ALGUIEN HASTA CUANDO AGUANTARAN NUESTRAS MANOS?--ENGELS Y OSCAR KISS
"Es de suponer que como consecuencia directa de su género de vida, por el que las manos, al trepar, tenían que desempeñar funciones distintas a las de los pies, éstos monos se fueron acostumbrando a prescindir de ellas al caminar por el suelo y empezaron a adoptar más y más una posición erecta. Fue el paso decisivo para el tránsito del mono al hombre" (1)
Ese paso decisivo, para Marx y Engels, de mono al hombre, fue el trabajo, las manos. Para ellos fue ésta ecuación simbiótica de trabajo-manos la causa del arcano volumen craneal que, en tan sólo dos millones de años, pasó de 400-500 c.c. a los actuales 1.500 c.c. del homo sapiens (2)
"Y puesto que la posición erecta había de ser para nuestros peludos antepasados primero una norma, y luego, una necesidad, de aquí se desprende que por aquel entonces las manos tenían que ejecutar funciones cada vez más variadas" (1)
Cada vez mas variadas...
Pero nadie se pudo imaginar que un día llegarían a ejecutar las funciones de tratar de aguantar el progresivo incremento de la tara de nuestra cabeza.
Marx y Engels sólo veían al hombre como producto del trabajo de sus manos, pero olvidaron --su época histórica no se lo permitió-- su cabeza, esa que cada vez le crecía más, le pesaba mas, más densa y cansada se hacía para intentar resolver las contradicciones que sus manos con su trabajo fabricaban al por mayor como agua al mar.
Y poco a poco se fue viendo que si ella --su cabeza-- hubiése sido producto de su trabajo, de sus manos, éstas hoy sabrían aguantar el peso fabricado. Pero no sabemos cuánto aguantaran con toda la carga que le estamos echando. El peso es demasiado porque por cada problema que crea el trabajo de esas manos y que se trata de solucionar --con las mismas manos-- se crean mil más...y asi ad infinitum en reacción en cadena que ya se nos ha ido de las manos.
Por eso, desde ésta bitácora de barco varado en la que aún, a pesar de que estamos encallados y ya no navegamos pero seguimos escribiendo en ella como marineros varados, pensamos, preguntamos:
¿Sabe alguíen hasta cuándo aguantaran nuestras manos, esas que Marx y Engels creían
que fue el paso decisivo de mono al hombre,
esas que, mediante el trabajo,
nos hizo sapiens, amos y esclavos,
esas en la que ahora nos apoyamos
sin saber hasta cuándo?
Pero como dijo Cristo, y al contrario de todas las demás criaturas que comparten con nosotros éste planeta, el Hijo del Hombre, a pesar de todas sus conquistas y excelsos trabajos producidos por sus eximias manos, no tiene dónde descansar su cabeza.
(Quiere decir que el uso de las manos y el trabajo que el progreso ha forjado ha sido un fracaso (si a la Mutual Assured Destruction, MAD, nos ha llevado), efecto de una evolución oblícua y artificial que se salió del orden cósmico por contrabando)
¿Pero cómo es posible?
¿Cómo es posible que todos esos opus magnum llevados a cabo por nuestras manos a través del trabajo hayan creado una criatura que no tiene dónde reclinar su cabeza si precisamente ésta, como dice Marx-Engels, es producto de esos opus magnum? ¿O será al revés, como postula Oscar Kiss (2), que fue esa extraviada cabeza la causante del progreso al que le llevaron sus manos, su trabajo, lo que ha dado lugar a la Debaclé actual a la que la Humanidad ha llegado?
Nos hemos alejado un tanto del cuadro del hombre que se sostiene su cabeza con las dos manos. Pero no tuvimos más remedio al bucear, matizar y calibrar el tema que estamos tratando.
Pero hay dejamos la pregunta a ver si alguíen sabe hasta cuándo aguantaran nuestra manos, a ver si encuentran una fórmula o un mágico trabajo que nos haga encontrar nuestro nido o nuestra madriguera en la que apoyarla, en la que refugiarnos...antes de que el maremoto que estamos creando toque nuestras playas y se lleve por delante todo lo que nuestro progreso ha levantado.
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NOTAS:
(1) Dice F. Engels en 'El papel del trabajo en el proceso de transformación del mono en hombre.
En principio ello fue ideado como introducción a un trabajo más extenso denominado Tres formas fundamentales de esclavización. Pero, visto que el propósito no se cumplía, Engels acabó por dar a la introducción el título citado: El papel del trabajo en el proceso de transformación del mono en hombre. Engels explica en él el papel decisivo del trabajo en
la producción de instrumentos, en la formación del tipo físico del hombre y la formación de la sociedad humana, mostrando que, a partir de un antepasado parecido al mono, como resultado de un largo proceso histórico, se desarrolló un ser cualitativamente distinto, el hombre. Lo más probable es que el artículo haya sido escrito en junio de 1876.
(2) Curiosamente, Para Oscar Kiss Maerth (aparte de la simbiótica interacción causa-efecto que tuvo que haber entre trabajo-manos y cerebro, mente, en la cúal uno se hacía al otro) el paso decisivo del mono al hombre se produjo en el misterioso y citado aumento del volumen craneal, debido al canibalismo, y que fue lo que posibilitó el sofisticado uso de las manos y la consecuente ejecución que con ellas se llevó a cabo con el trabajo. Para Marx-Engels, nuestra cabeza es el producto de nuestra manos, del trabajo; para Oscar Kiss nuestras manos fueron el producto de nuestra hiperdesarrollada cabeza.
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