FALACIA AD HÓMINEM
A nosotros siempre nos ha parecido Pérez-Reverte un excelso y bien pagado Revertidor de la Genuína Historia de España, un portavoz exquisito de la narrativa oficial de la francocracia que celebraba el llamado descubrimiento de América como "Día de la Raza" --sería por las razas aniquilidas--, y ahora se celebra bajo el nombre del "Día de la Hispanidad" con un pomposo y prepotente desfile militar al que asiste el rey y toda su corte
y en el que se respira el fascistoide y añejo tufillo
de las grandeza imperiales de antaño.
A ésta España, la que nos "hiela el corazón"
--Antonio Machado--,
le ha caído las palabras del Revertidor
como una bendición porque han encontrado en ellas
un CONSUELO al sentirse
que NO ES LA UNICA GENOCIDA de la Historia.
"Que bien" --se han dicho--
"nos han ratificado que hay otros como nosotros
...asi repartimos culpa".
Y se han han ido más tranquilo a la cama.
El comentario-argumento del Revertidor,
obviamente, es una FALACIA AD HÓMINEM,
que es la evasión del tema real
al deslegitimizar al acusador por haber
llevado a cabo el mismo hecho
con el que se acusa al oponente.
En otras palabras, consiste en replicar al argumento atacando o dirigiéndose a la persona que realiza el argumento más que a la Sustancia del argumento.
Porque la Sustancia del argumento es que a Colón
se le quita su monumento por la verdad objetiva
de haber encabezado una expedición GENOCIDA, independientemente de lo que ocurrió
con la población nativa de norteamérica.
De la MAGNITUD del genocidio da una idea de que cuándo la mano de obra esclava empezó a escasear debido al genocidio, la cruenta represión y las enfermedades, el 2 de junio de 1537, el Papa Paulo III se vió obligado a intervenir mediante la promulgación de la Bula --Pastorale Officium-- Sublimis Deus, declarando que "los nativos americanos eran seres humanos y tenían alma y eran también
hijos de Dios"
Asi se empezó a ¿frenar? un tanto el genocidio de marras.
Lástima que el Sumo Pontifice (SP) no promulgó
otro Sublimis Deus para proteger
a la población nativa norteamericana,
diciéndo que eran también hijos de Dios.
Lástima que el actual SP no promulgó
otra Sublimis Deus para proteger
a la población de Siria,
diciéndo que eran y son también hijos de Dios.
Lástima que el actual SP no promulge
otra Sublimis Deus para proteger
a la población de Yemen
diciéndo que eran y son también hijos de Dios.
Lastima que el Revertidor de la Historia
no promulgue una Pastorale Officium
de su puño y letra pidiéndo perdón
por su FALACIA AD HÓMINEM
con la que, CANALLESCAMENTE,
ha taponado millones de toneladas
de sangre y lágrimas
que son las que sirvieron
para la primera Acumulación de Çapital
para la que él escribe.