el mundo giraba
la noche
las sombras
las estrellas
holograma acumulado
de partes confundidas
dónde nada concreto
perforaba su conciencia
asi permaneció
un espacio tiempo
de líneas asimétricas
dónde el movimiento
hace aceptar
la realidad huera
hasta que el mundo
dejó de darle vueltas
y vió lo que antes
no detectó su cabeza
y entónces
ya no pudo engañarse
sacó al mundo
de su presencia
y se quedó a solas
en aquella casa vacía
dónde resbalaban
Hay un sutra mahayana llamado el Yuima-kyo
en el que el principal interlocutor es un discípulo