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| Monumento al suicidio consciente. La paloma vuela hasta despegar del índice que la mantiene dónde juega el Mysterium Tremendum que enlaza la vida y la muerte |
verdaderamente serio es el Suicidio
Albert Camus
Don Alberto: el problema, con la ayuda de Hegel,
--a quíen usted nunca le reconoció sus méritos--
fue resuelto.
Al igual que el discurso de Hegel, el Suicidio agota todas las posibilidades del pensamiento al adentrarse en todos los alambicados meandros y atajos
del sum ergo cogito
El Suicidio es el ejercicio par excelencia
de la libertad del ser humano.
Y uno de los pánicos carnívoros de la extraña criatura humana es el miedo a ésta libertad ("El miedo a la libertad" de Erich Fromm deja claro el asunto)
El hombre se ve empujado al entrar,
pero puede ejercer su libertad al salir
decidiendo el espacio-tiempo
de su muerte a su voluntad
El alfa no es suyo.
Pero el término del omega le puede pertenecer
No hay una verdad sino allí donde ha habido un error
--porque toda verdad es un error corregido--,
y sobre el Suicidio se postulan
muchos errores conceptuales
que debemos corregir.
Según Hegel "El hombre no es mas que Deseo de reconocimiento" ("Der Mensch ist Anerkennen") y la Historia es el proceso de la satisfacción progresiva
de ese Deseo
En el suicidio, como pulsión, hay mucho de querer ser reconocido; del reconocimiento de la libertad operacional del individuo ante el grillete de la esclavitud de la muerte; asi, el suicida --consciente--dirige la pulsión de muerte --freudiana-- sobre el principio de constancia --freudiano-- avocándola al terreno de su libre albedrío con lo que destroza el esquema que presenta Freud sobre el funcionamiento dinámico del aparato psíquico.
Volvamos a Hegel
La Identidad y la Negatividad son dos categorías ontológicas primordiales y universales. Por la primera -la conservación vivencial- todo ser sigue siendo el mismo ser, eternamente, idéntico a sí mismo.
Pero merced a la Negatividad un ser idéntico puede negar o suprimir su identidad consigo mismo y devenir distinto de lo que es. Pero ésta existencia de la Negatividad es precisamente la existencia específicamente humana: su libertad.
La Libertad no consiste en una elección entre dos datos: es la negación de lo dado.
En el suicida la Libertad consiste en la negación de lo dado: su existencia. Asi, en el suicidio, el hombre se aprehende como ser dialéctico en el ejercicio de sus "derechos".
Decir que el Hombre es dialéctico, no sólo es decir que es individual, libre e histórico, sino también afirmar que es esencialmente finito...Mas la finitud radica en algo que se llama Muerte...Por eso el Hombre es la única criatura capaz de querer la finitud y la inmortalidad de lo que es finito y mortal, del mismo modo que es el único ser con el poder de eliminarse: la muerte es solo algo dado en la Naturaleza, pero en el Hombre y en la Historia es también (o al menos siempre puede serlo) una obra, es decir, el resultado de una acción consciente y voluntaria Y una acción consciente y voluntaria
es el el ejercicio par excelencia de la libertad del ser humano.
En el plano "metafísico", un ser que no pudiera elevarse del Ser no podría por tanto escapar de su destino, estaría fijo para siempre en por el lugar que ocupa en el Cosmos. O bien en otros términos, si el Hombre viviera eternamente y no pudiera morir, tampoco podría sustraerse a la omnipotencia de Dios.
No obstante, puede quitarse la vida, puede rechazar cualquier destino impuesto pues no sufrirá si deja de existir.
Y pasando al plano "fenomenológico" vemos que el suicidio, o la muerte consciente voluntaria sin 'necesidad vital', es la 'manifestación' más evidente de la Negatividad de la Libertad. Ya que darse la muerte para deshacerse de una situación recibida a la cual se esta biológicamente adaptado (puesto que se podría continuar viviendo), es manifestar su independencia frente a ella, vale decir, su autonomía o su libertad
Y desde el momento en que se puede realizar un suicidio para evadirse de cualquier situación dada, puede decirse con Hegel que "la facultad de la muerte" es la "aparición" de la "libertad pura" o absoluta (por lo menos en potencia) frente a todo lo dado en general.
(Este tema hegeliano ha sido retomado por Dostoievski en Los endemoniados. Kirilov quiere suicidarse únicamente para demostrar la posibilidad de hacerlo "sin ninguna necesidad", es decir, libremente. Su suicidio debe demostrar la libertad absoluta del Hombre, esto es, su independencia frente a Dios)
Pero el suicidio --que evidentemente distingue al Hombre del animal) "manifiesta" la libertad no la "realiza", pues termina en la nada y no en una existencia libre, en éste sentido lo que hace es elegir su llegada a esa nada antes de que ella llegue a él, aúnque aquí también radica esa "elección" -libertad-
El Hombre no es un individuo -libre- sino en la medida que es mortal; no puede realizarse y manifestarse en tanto que individuo sino realizando y manifestando también su muerte, o llevándola como algo dado o como auto-eliminación consciente de paloma que vuela hasta despegar del índice que la mantiene dónde juega el Mysterium Tremendum que enlaza la vida y la muerte...
