Hoy en día todo está procesado,
la comida,
las ideas,
las mentes,
los espiritus,
las esperanzas,
la verdad,
la existencia,
y todo lo humano...
Todo y todos estamos
siendo procesados y adaptados,
habitatiores mundi,
a las exigencias del Gran Mercado:
un entero orbe fabricado
según las necesidades que los procesadores
necesitan para que todo marche
según los cálculos estipulados.
Todo y todos estamos siendo Procesados
en un juicio dónde ya no sabemos
de qué se nos acusa
ni el por qué somo apresados.
Y todo se está haciéndo
sobre un viraje tecnológico,
abstracto, barbárico y contaminado,
dónde las infinitas distancias
se acortan según precios y contratos
que nos mantienen atados
al banquillo de los acusados
como en la narrativa kafkiana
dónde el personaje
no sabe de qué lo acusan
ni el por qué lo han apresado.
¿Terminará éste Proceso de los procesados
como en el relato kafkiano:
"¡Cómo a un perro!, dijo,
era como si la vergüenza
hubiéra de sobrevivirle?"
¿Nos dejaran a todos al final con éste ladrido,
como si la vergüenza hubiése de sobrevivirnos;
la vergüenza que produce
éste alienante y kafkiano orden que rige el mundo;
la vergüenza de ser nosotros mismos,
cómplices obedientes de un Proceso
del cúal somos víctimas y lacayos comprados?
¿Será éste el veredicto final
del Proceso de lo procesado,
la comida,
las ideas,
las mentes,
los espiritus,
las esperanzas,
la verdad,
la existencia,
y todo lo humano...?