En el candelario de la civilización occidental todo está muy bien programado para que cada pieza encaje en su cuadro, y con respecto al Apóstol de los Pobres, Cristo, todo lo tienen atado y bien atado.
Ahora, después de la Feliz Navidad y el Próspero Año Nuevo, llegan los Reyes Magos. Y, desde luego, para los tres perfectos Reyes Magos, no hay mejor lugar en el mundo que el reino de España:
...¡Porque éstos si que son Magos de verdad!
El del fondo, Melchor, que es inmortal y por eso sigue en la cabalgata actual, astrólogo y adivino, supo adivinar y acertar magníficamente con la elección de el que está en el centro, Gaspar, al cual educó e instruyó en las artes mágicas de su sucesión para perpetuar su Epifania.
La epifanía es un acontecimiento religioso, pero, como todo lo religioso, también es político. Para muchas culturas, las epifanías corresponden a revelaciones dónde los profetas, chamanes o brujos, interpretan las visiones más allá de éste mundo para continuar y resguardar su poder en éste mundo.
Y, por último, el frontal de la foto, el que rige en la actual cabalgata de todos los días, Baltasar, que sólo tiene de negro su mediocridad e incompetencia, y sólo es Mago por carambola genética de ser hijo del central.
En la cabalgata repartirán caramelos y saludos a manos llenas y han prometido que después de leer las cartas de sus súbditos, que tan necesitados están, en la noche de Reyes, si dejan sus ventanas bien abiertas, harán todo lo posible por satisfacer todo cuanto le han pedido.
Este año le han llegado millones y millones de cartas, no solamente de niños, sino de hombres mujeres y ancianos, y no solamente pidiendo juguetes, sino solicitando todo tipo de trabajo, comidas, viviendas, ropas, ayuda sanitaria, escolar, energética...en fin, todo lo necesario para vivir y subsistir.
Por ejemplo, se tienen noticias, porque el hecho saltó a la prensa, de que un anciano le pidió a Baltasar, el Mago reinante, que le ayudara a pagar los gastos funerarios de su fallecida esposa la cual aún está en la misma cama que murió porque él --dice-- aún no ha podido reunir el dinero que le pide los de la funeraria: "Ya no puedo soportar el olor, Majestad Baltasar", ha traslucido que dice la carta del pobre anciano.
También se ha sabido que una carta de un niño, dirigida a Melchor, el Mago fundador de la dinastía, decía, emocionalmente, que sus padres siempre le hablaban de lo bien que se vivía cuando él, con su acertada Magia, reinaba en España por la gracia de dios, y que le pedía si le podía dar un beso cuando él pasara en la cabalgata.
Pero la carta que se ha publicado de una mujer al Mago Gaspar es la que ha causado mas impresión en las redes sociales. En ella le escribía que a su hijo de 14 años, debido a una incurable enfermedad, le quedaba poco tiempo de vida, y que siempre tuvo la ilusión de ir a un safari en Africa de la mano de un rey...
Son desgarradoras las cartas que los súbditos del reino de España les han enviado a los Tres Reyes Magos.
Esperemos que la mayoría de ellas sean atentidas para que ésta próxima Epifanía pueda llevar a cabo los sueños de un pueblo que, aparte de la Lotería del Niño Jesús del día 6 --de la cúal nosotros llevamos un décimo--, sigue teniendo puestas todas sus esperanzas en los Tres Reyes Magos.
Esperemos que no defrauden.
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