Franco postrado ante la Virgen del Pilar, orando y agradeciéndole el triunfo del Alzamiento Nacional |
España es un país de Virgenes
que conciben por gracia divina,
sin impurezas ni transgresión sexual,
y que paren a sus hijos
como el rayito de sol
que atraviesa el cristal,
sin romperlo ni mancharlo,
milagrito vernacular.
Milagro tras milagro,
asi hemos recorrido siempre
nuestro destino en lo universal.
Quíen lo iba a decir después de nuestra Historia dónde todo ha ocurrido y se ha parido
sin gracias divinas,
de forma ensangrentada,
a gritos,
y sin rayitos y sin cristal.
Pero, ¿qué puede haber de malo en el concebir y parir con naturalidad?
Que raro es éste berenjenal...
¿Será una trasferencia subliminal
al prototipo ancestral del pecado sexual,
teológico y religioso,
aúnque sólo sirve para consolidar
un determinado orden económico-social,
el de Franco, el del Vaticano,
o el del Çapital actual?
La cuestión es que ahí esta,
y España es el país mas virgo y virginero
del mundo desde que la Inquisición limpió
el país de herejes e impíos
que molestaban las Virgenes
que presidian el Altar.
Y la tradición corre hasta el presente.
Sacra Virginitas,
despidiéndo a la Virgen
en su feliz camino
hacia cielo en el día de hoy,
Asunción de María,
fiesta nacional y virginal,
en una cermonia a la que asistieron
las más altas autoridades del reino
con todos los partidos políticos
que pusieron a un lado sus desaveniencias
para expresar su mariana solidaridad,
y que también contó con la participación
de miles de fieles
que aplaudieron calurosamente
cuándo la Virgen en las alturas
desaparecía entre las nubes de la realidad.
Ahora entendemos
el por qué en España
hoy es Fiesta Nacional.
Unámosnos a ella.
Y ascendamos con ésta Asunción
a un mejor entendimiento
de este país de vírgenes y virgos
dónde todos seguimos teniendo nuestras paridas
como el rayito de sol
que atraviesa el cristal,
sin romperlo ni mancharlo.
El único problema
es que nos estamos quedando
sin luz, sin sol,
y sin los rayos que ya nada
pueden atravesar
porque todo se está haciéndo oscuridad.
Tal vez otro milagro nos podrá salvar.
Pero la Virgen ya está en los cielos.
¿Nos podrá escuchar?