Marcos Roitman Rosenmann
El Homo sapiens, sapiens, sabe que sabe. Es consciente de sus actos. Su capacidad para construir mundo lo sitúa en un lugar de privilegio. Despliega facultades como el lenguaje, la comunicación oral y escrita y es virtuoso en la palabra.
Asimismo, hace alarde de una memoria prodigiosa capaz de almacenar y trasmitir conocimientos. Su inteligencia parece no tener límites. Tales peculiaridades deberían –en condicional– acompañarse de un comportamiento acorde a su condición de especie social-cooperativa.
El bien común, la virtud ética y una vida digna estarían entre sus objetivos prioritarios, anteponiéndose a acciones mezquinas e insolidarias. La justicia social, la condena de la explotación del ser humano por el ser humano, principios irrenunciables para cumplir dicha tarea, deberían ser prioritarios. Lamentablemente, no ha sido el camino seguido por el Homo sapiens, sapiens. Sus pasos van en dirección contraria. Su conducta está plagada de actos irracionales. Se ha convertido en depredador. Aniquila todo cuanto cree que le pertenece. Se adueña de la naturaleza y busca someterla por la violencia (...)
http://www.lahaine.org/mundo.php/occidente-deshumanizacion-muerte-y-totalitarismo
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Me he detenido, como agua embalsada en los muros de la reflexión --res cogitans-- en ciertos puntos:
"Su inteligencia parece no tener límites"
Si.
Los tiene.
Y no estan muy lejos.
Y éste es el probema
que sólo puede ser causado
por una criatura 'sui generis'
producto de la evolución artificial
que transgrede las leyes de la Naturaleza
Porque es precisamente su inteligencia la que está
poniéndole el límite mortal a su inteligencia.
Una criatura de mente convertida en demente
es la única que puede crear MAD:
Mutual Assured Destruction,
acrónimo que por casualidad
quiere decir loco, demente, en inglés.
"El Homo sapiens, sapiens, sabe que sabe"
...que algo está en contradicción,
en desequilibrio, en descontento,
en insatisfacción en él mismo
(Este es el motor del llamado "progreso")
Sabe, como dice Erich Fromm,
que es una anomalía, un capricho,
una extravagancia del Universo
(La evolución natural nunca produce anomalias)
Sabe que su sistema de vida, el capitalismo,
ya está convertido en un canibalismo par excellence
que, al final, lo devorará a él mismo,
mejor dicho,
no tenemos que esperar al final:
ya está siendo devorado.
Y, a pesar de su inteligencia,
a pesar de saberlo,
a pesar de saber que sabe,
fuerzas superiores y atávicas
plasmadas y salidas
de lo profundo de su subconsciente,
le impiden cambiar, rectificar,
como si supiese que ha ido demasiado lejos ya
y no hubiéra marcha atrás.
Como si una de las dos caras de éste Dios Jano
no obedeciera lo que la inteligencia de la otra cara
le dice que tiene que realizar.
Como si el demente de una cara
fuese completamente sordo
a lo que el de mente del otro rostro
le ordena ejecutar.
Un Dios Jano que,
con cada solución que encuentra una de sus caras,
la otra le crea mil problemas más.