de Oscar Kiss Maerth nos enseña:
en la torre del eterno retorno.
en éste mismo Puerto de dónde salió
y, según evidencian los hechos,
terminará en el mismo Puerto
después de que nos hayamos comido todo,
(Que tambien son muy apetitosas
y muy buenas de comer)
en la teta materna
a otros parnasos,
La Tierra.
Nuestra Tierra.
(O tal vez el Hidalgo huyo de un mundo
que le oprimia y lo negaba y se fue
para ser lo que habia deseado)
Y un día --Sancho estaba distraído--, Don Quijote
jiró las riendas de Rocinante y volvió hacia atrás,
cansado de que nada en éste jodido mundo
se podía arreglar.
Esta es la regresion lineal
(Incluso hay una formula para poderla determinar)
Aqui no hay vuelta de campana
y nada es circular.
Es trigonometría plana de giro
sobre la misma superficie alineada
que dibuja los pasos que queremos dar.
La otra es la de Juan Sebastian El Cano.
La de la curva vertical.
La que se sale hacia el Oeste,
hacia adelante,
y, poco a poco,
en ciertos grados de Longitud,
y sin darnos cuenta,
comenzamos a navegar hacia el Este,
hacia el origen
hacia casa,
hacia el Puerto de donde un dia partimos.
Lo que pasa es que con éste regreso
siempre creemos que nos vamos alejando
de donde salimos,
y, en ciertas coordenadas
--y sin darnos cuenta--,
comenzamos a acercarnos.
Muy curioso
Y es que la flecha del tiempo de circunvalar
en curva vertical es revertible:
tiene dos direcciones:
cuando salimos hacia adelante,
hacia el Oeste
(o hacia el Este, segun el caso)
en un espacio-tiempo dado,
y sin notarlo,
se revierte y empezamos a navegar hacia el Este.
Y éste es nuestro caso.
Por eso ya tenemos el campamento desmontado
y las maletas empaquetadas,
y años de mesetas y montañas
llenas de sueños y nostalgias,
y, como no, temor de retornar
a un origen, a un Puerto,
que no existe ya...