Don Gregorio:
Por favor, dejémosnos,
a éstas alturas navegacionales
del 'Titanic' dónde vamos,
de filigranas filosóficas
y arribistas eruditismos churrigurescos,
que ni el asaltado, robado, y acogotado pueblo griego
(al que ahora mismo los oligarcas europeos
le estan dando la misma cicuta
que le dieron a Socrates
--que tampoco pudo pagar la "deuda"--),
ni el mundo padeciente,
están ahora en su mejor momento receptivo
para debatir la respuesta
a la encíclica de su pregunta, "¿Matar a Socrates?"
En todo caso lo que deberíamos
de preguntar y preguntarnos
es si matamos o no a Alexis Tsipras,
y a la cohorte que le rodea,
antes de que lleguen a realizar
la fraudulenta y lacayuna venta de Grecia
y de sus islas a los opulentos usureros
del 'Fondo Monetario Internacional',
un Fondo fondero a cuyos fondillos y bolsillos
le han venido muy bien la epistemología exegética
de su interrogante de marras
porque retrotrae el presente
de la tragedia griega actual,
al diabolo del pasado helénico llamado 'clásico'.
Decía Nietzsche en "El Nacimiento de la Tragedia"
(usted ya sabe como trataba
el pensador aleman a don Socrates),
que "la tragedia griega pereció de manera distinta
que todos los otros géneros artísticos antiguos,
hermanos de ella,
porque acabó de manera trágica".
Nunca pudo imaginar el pensador del gran bigote
que sería mucho peor que la tragedia que él visualizó,
que terminaría en la dantesca y atroz manera
en la que hoy está naufragando el pueblo griego
al que, de seguro, y usted me va a perdonar,
le importa un rábano frito
si matamos a Socrates o lo dejamos vivo,
o si le ponemos una multa bajo la Ley Mordaza
o lo forzamos a que lea su libro.
Sin alzar susceptibilidades ni resquemores alpinos,
tan sólo con el principio freudiano del 'Ananké',
el de esa Realidad que empala a los pueblos,
y a la que nos debemos,
y bajo la que tantas personas y familias
estan tomando la cicuta socratiana
que imponen para sus negocios
los gangsters de la EuropUSA,
es bajo el numen que parimos éstas líneas.
...Y llegados aqui descubrimos que su pregunta
debería ser sustituída,
con cierto grado de ética y moralidad, por:
¿Matar al pueblo griego?,
o,
¿Cómo es posible que estemos
matando al pueblo griego
de ésta manera tan bárbara,
implacable, usurera y "cicutera"?