Hoy me he tenido que enfrentar
al mundo dónde vivo:
Normalmente --ahora me puedo permitir ese lujo-- lo mantengo al otro lado, a distancia.
Una distancia que, al igual que ocurre con los focos de una elípse, desde cualquier punto de la elípse de mi existencia a ese mundo circundante, es siempre constante, y siempre procuro mantenerla de esa manera.
No podría vivir de otra manera.
Pero esa distancia hoy se rompió.
Me la rompieron.
Porque mi pasaporte del reino bóbonico caducó,
y vivir con un pasaporte expirado
es vivir en una mina derrumbada sin salida.
Asi que me puse en marcha,
con el peor de los espíritus,
para su renovación.
El consulado del reino español mas cercano
está en Los Angeles (de Todos los Demonios).
Distancia terraquea:
cerca de cuatrocientos kilometros, ida-vuelta.
Escenario: la fotografía de arriba.
La experiencia: el entender por qué los OVNI
nunca bajan a tierra
(Deben ser muy inteligentes esos tipos)
El primer paso a dar
es hacer una cita por internet
Hoy todo son citas
que hay que arreglarlas
electrónicamente a priori.
Se acabaron las llegadas libres,
espontáneas e imprevistas.
Esto es ya historia.
La omnipresencia de la internet
ha alcanzado un escalofriante nivel
y todos estamos siendo electrocutados
sobre la silla eléctrica de su pantalla.
Me tuve que levantar de madrugada.
De noche.
En el río de máquinas.
Cada cual en su línea
En su recta asignada.
Y si quieres cambiar, te tienes que encomendar
a tu virgen desesada.
La mía, la de mi madre:
la milagrosa Virgen de Montemayor,
protectora de chóferes y situaciones desesperadas.
Y ahi vamos.
Encerraditos en caja de motor y marchas
Pensando cosas pasadas....
De cuando vivíamos alli, en Santa Mónica
--la parte de Los Angeles asomada al mar--,
en aquellos tiempos de lunas doradas
cuándo hay que trabajar y estudiar
y la ocupación ya no deja lugar
para remontar esas pandorgas
desde donde hoy miramos de otra forma
La monstruosidad de Los Angeles (L.A.)
--los angeles caídos que se rebelaron contra dios--
se clava en los huesos.
Las gentes que viven alli no pueden notarla.
La necesidad es una rozadura que procuce callos.
De lo contrario no existiría la vida.
Uno se pregunta muchas cosas en L.A.
Entre ellas, como hemos podido arribar a ello.
¿Cómo?
Nadie lo sabe.
No lo queremos saber.
Y es mejor no saberlo.
(¿Mejor?)
El consulado del reino español esta en un edificio
como todos los edificios, en el octavo piso.
Antes de subir el portero te hace firmar
para que digas adónde vas.
Puedes mentir si quieres
Porque la verdad ya no es obligatoria
en ningun lugar.
Llegas
Toca un timbre y abren desde dentro
(O no sé... porque cuando yo entraba
salian otros y tal vez me ahorre la operación)
Estan las banderas tipicas;
cuadros turísticos de la marca españa;
un cuadro con la camiseta dedicada de Paul Gasol;
Felipe VI vestido de paisano con los brazos cruzados
en posición de, "aqui estoy, tío", que mira campechanamente irradiando falsos espacios democraticos;
y una trasparente pared gruesa
tras la que unos empleados-as-,
por unos agujeros en ellas,
llaman a los que hiciéron la cita por la internet.
Una empleada a la que le dije algo sobre
la transparente pared gruesa,
me dijo con voz susurrante, como si supiera
lo prescrito de su comentario:
'No sabe usted lo violentos que se ponen algunos
cuándo no consiguen lo que quieren...'
'Pues, entónces, esa pared esta hecha
ex professo para mi'.
Me salió la frase sin darme cuenta.
Con fortuna, porque la mujer,
con sentido del humor,
sonrió con inteligencia,
pero clandestinamente,
como si una cámara la vigilara desde lejos.
Todo tiene hoy una transparente pared gruesa.
Como si siempre nos tuviésemos que proteger de algo, de alguien, de un violento que no logra
conseguir lo que quiere.
Poseedores y desposeídos conconformamos ya
un mundo de paredes, muros y 'security systems',
que nos apresa y nos aisla a todos.
Lo de don Paul Gasol no lo pude aguantar.
¿Qué hace Gasol en un consulado del reino?
¿Qué se quiere decir con ello?
¿El hacernos sentir orgullosos
de que uno de los nuestros
ha triunfado en la Gran Norteamérica?
¿El admirar, simbolizar y propagar
a alguíen que sabe hacer pasar
un balón por un cesto colgado en un tablero?
Sugerí que, por ejemplo,
por qué no habían puesto
un cuadro de Federíco García Lorca,
y alguíen me dijo, naturalmente,
que Lorca no sabía jugar al baloncesto
y por eso no lo habían colgado en la pared...
Es verdad.
Y le dije:
LLeva usted razón, no lo había pensado
Y es que uno no lo puede pensar todo, claro.
Una mujer de edad indefinida y resignada expresión
de estrellas apagadas que dijo haber venido de Orange County --españoles desperdigados por el mundo--, atenta a lo que pasaba a su alrededor, insinuó:
'Lo tienen en el cuadro porque gana trescientos millones de dólares al año y para las gentes eso es una inspiracion'.
'Pudiera ser eso', agregué yo,
que ya había perdido todas las esperanzas
con don Paul Gasol.
'Es el culto a los ricos...hasta en un consulado',
terminé dándole la puntilla a un toro que no caía.
Después, todo silencio
Espera de cuadros colgados
en paredes desnudas.
Los que hicimos la cita de marras
nos mirabamos como tratando de ser indiferentes
y pretendiendo entender y tener paciencia
con éste cosmos alienante que nos han creado.
Pero resuló inútil; como siempre;
y cada cual se perdió en esos laberintos separatistas
que se abren como zanjas cuando
compartimos el Tiempo con desconocidos.
Junto a mi, un hombre joven con rictus de enfadado.
Es andaluz.
Viene a votar en las elecciones de la tierra.
Hablamos.
"No creo ni en los votos de pobreza y castidad"
Le digo de golpe para que se pueda "soltar".
No coge el cable y entra
por una de las dos puertas a votar.
Al salir noto en su cara
que cree que ha hecho la diferencia.
Es el milagro evangélico
de la multiplicacion de los panes y los peces.
Cuando nos satisfacen el hambre
creemos en los milagros.
Me atiende una mujer my amable
que siempre pronuncia mi nombre
con el prefijo de "don".
Le digo que me hace sentir muy importante.
Ella no se lo cree, y hace bien.
Tengo que poner los dedos índices de cada mano
en un cacharro conectado a una computadora
que los registra minuciosamente.
Son los dedos que usamos para señalar
Y quieren saber qué señalamos con ellos.
Las huellas dactilares
Las dactilares huellas
Cada cual tiene las suyas.
No son intercambiables.
Es una inmanente propiedad privada
de nuestro ser
que nos identifica para saber quíen es quíen
...porque en el barco de hoy
ya no hay polizones:
los únicos polizones son el capitan y la tripulacion,
que son los que no pagan en la navegación.
Despues, los dos dedos, los mandan a Madrid,
a la policía,
después, quíen sabe,
a Bruselas, a Washington,
para ver si nuestros dos dedos,
contienen materia prohibida;
para saber si merecemos el pasaporte o no;
todo dependerá de si las dactilares
coinciden con alguíen que andan buscando
o si tienen que empezar a buscarlo.
Y en un mes, si las huellas son buenas,
te dan el pasaporte.
¿Y si no? ¿Qué podrá pasar?
Esto no te lo dicen
No vaya a ser que te escapes antes
de que te puedan cazar.
La cuestión es hacer sentir
que estamos vigilados.
No
No es cuestión de que tengan miedo.
Es cuestión de meterlo,
de hacerlo ver y cincelarlo;
de enlatarlo y mandarlo a la cadena
de producción para que ésta lo extienda
a todos los consumidores
que hay que consumir y aborregarlos.
Todo se está convirtiendo en una omnimoda
National Security Agency,
en una NSA omniscente cuyo propósito
es inseminar y depositar sus semilla en nosotros
para que, al reproducirse en nuestro interior,
nos conviertan en vigilados que se vigilan
Desde el invento de los terroristas
todo ha cambiado.
Ahora nos ordeñan
con motivos incuestionados.
La fabricación mas fabulosa
que han hecho los burgueses
en toda su historia son los terroristas:
un obra maestra e imperecedera.
El regreso a casa fue mucho mas fácil.
Los regresos son siempre mas fáciles.
No se por qué.
Tal vez sea porque cuándo volvemos a pasar
por el mismo camino,
como siempre lo encontramos
mas familiar,
mas conocido,
nos resulta mas llevadero
y el espacio cobra otro signo...