Estamos perdiendo
las huellas del pasado;
las del presente empiezan
a estar borrosas;
y las que podríamos dejar
en el fúturo
nadie las ve con claridad.
Huellas de pies descalzos,
siempre descalzos,
que nunca aprendimos a calzar.
Siempre nos estamos pintando
el cuadro de nosotros mismos,
y nunca lo terminamos de pintar.
Y lo retocamos
y lo volvemos a retocar,
esperando, siempre,
terminar la obra
sobre la que empezamos a caminar
hace 3,6 millones de años
cuando, de bipedos,
alcanzamos la verticalidad.
Una verticalidad que con el tiempo
se fue inclinando, inclinando,
hasta llegar al dibujo actual,
ese que retocamos
y volvemos a retocar,
esperando, siempre,
acabar una obra
que ya se nos está saliendo
del centro de gravedad
...y un día, si seguimos así,
se nos desplomará,
y, al igual que las huellas
que dejamos en las cenizas
del volcan de Tanzania,
también desaparecerá...
PALEONTOLOGÍA | Se hicieron hace 3,6 millones de años en Tanzania
Las primeras huellas de la Humanidad, en peligro
Las famosas huellas de Laetoli, que fueron hechas por un ancestro humano hace 3,6 millones de años en Tanzania, en el Valle del Rift, y son la primera prueba fósil del bipedismo de nuestros antepasados, están sufriendo un grave proceso de deterioro, pese a los intentos por su conservación que se realizaron hace 15 años.
El rastro de 70 huellas, que se cree que corresponden a un 'Australopithecus afarensis', fue encontrado en 1976 por el equipo de Mary Leakey. Las impresiones de los pies de tres individuos que caminaban erguidos habían quedado grabadas sobre cenizas volcánicas y una fina lluvia posterior las cubrió, conservándolas durante millones de años.
Tras su estudio, las huellas quedaron cubiertas de forma provisional, pero en 1995 se destaparon y se comprobó que estaban en mal estado: se habían comenzado a resquebrajar por las raíces de las acacias y otros arbustos de la región, situada a 45 kilómetros al sur de la Garganta de Olduvai.
EL MUNDO, 22-02-11