El círculo cerrado de la firmeza de la convicción |
Y he dicho, además,
que no solamente soy un extraño
al orden-desorden artificial del ser humano,
soy también ajeno al también orden-desorden natural
dónde vivimos para morir,
que, por más "natural" que sea,
no nos engañemos:
no cambia la cosa un iota.
Y no.
No es sólo una insurrección social y metafísica.
Va más allá
Dónde las palabras son tan sólo sonidos
de aire que hacemos chocar
contra las cuerdas vocales
para que su fonética se pierda
dónde siempre van a desvanecerse
las cosas creadas por el hombre.
Mas alla de la palabra está el sentir,
el sentirse en la condicion humana
de velas sin viento.
(Porque si lo que nos rodea
no nos negara no tendríamos
por qué negarlo)
Negación,
extrañeza,
separacion,
es igual.
nuestro extraño cortex cerebral
de monos vestidos y desorientados
--llevamos centenas de miles de años
intentando 'orientarnos'--
sea un infinito espejismo
el que, inútilmente, queremos ajustar,
y siempre, al final,
notamos que 'algo' no nos cuadra,
que hay piezas que no encajan.
Y volvemos a empezar, a recapitular,
a ver si logramos sacarnos ese ampliado
"extrañamiento bazaroviano"
dónde no solamente
es el 'status quo' de los hombres
del que estamos separados
sino del de la Naturaleza
a la que ya no podemos regresar
porque fuimos explusados de ella,
porque somos criaturas
destinadas a la muerte,
como decía Heidegger
destinadas a ausentarnos eternamente,
'ordenadas' a desaparecer,
y aquí, básicamente, radica el pathos de Bazarov,
aúnque él no sea consciente de ello.
Es ese momento en el cual
no encontramos la salida del laberinto
por más hilos que nos tire Ariadna.
La tragedia es pactar con un laberínto
del cúal no podemos salir
y en el cual debemos morir.
La única 'redención', dentro de él,
es la que propone Camus en L'Homme révolté:
"Me rebelo, luego existo"
En la 'trampa' no hay otra clase de existencia tactica
al menos que nos convirtamos en vivos muertos
y continuemos haciéndo lo que nos manden.
En la Mitología,
que es la simbolización didáctica
del orden político humano,
los dioses siempren castigan al 'Homme révolté'
Prometeo, Sisifo y Tantalo se pasaron de listos
y no quisieron 'pactar con el laberínto'
y quedarse en él sumisamente como todos los demás.
Porque el rebelde siempre es el menos tonto
--dependiendo contra qué nos alzemos, claro--,
es decir, el más peligroso,
y los dioses, los de la Mitología,
y los sacerdotes encargados de mantener
la Jerarquía humana en la tierra,
también lo saben
(Porque los 'dioses' del cielo
y los del suelo son los mismos, claro:
los de abajo usan a los de arriba
pata afincar su autoridad, nada más)
¿Entónces?
¿Qué ocurre?
Que Bazarov rompe el plato
dónde nos dan a comer,
salta afuera del redil y abandona el rebaño.
Los pastores le echan los perros,
lo persiguen, lo cazan,
y lo retornan al laberínto.
Ahora Bazarov sabe que nunca mas podrá escapar.
Que está encerrado en un orden ajeno
con el que nunca comulgará.
Pero rápidamente se dá cuenta
de que hay algo que nunca le podran quitar:
el círculo cerrado de la firmeza de la convicción
dónde nadie puede entrar,
ni los Jerarcas de la tierra,
ni sus Mimesis del Olimpo celestial;
ha quedado immune, seguro,
aúnque condenado como todo mortal,
y ésto es lo que le dá su auto-liberación personal,
ser un extraño al orden de las cosas existentes,
las que no puede remediar,
pero a las que denuncia su lejanía de ellas,
la afirmación de su negación hecha arcoiris
bajo la lluvia y el sol de su soledad.