Alta concentración tenía que tener uno de los pensadores mas profundos de la humanidad que cambió la forma del parir filosófico.
En aquella época aún no existía la industria del entreteni-miento y no pudo poner la televisión para saber que pasaba, así que siguió escribiendo.
Fuímos afortunados que las fuerza napoleónicas no interrumpiera su 'cogito ergo sum' porque acabó entregándonos una de las obras mas intereseantes de la reflexión humana dónde, según Marcuse, "the individual becomes universal" y, por consiguiente, "la construccion de lo universal" se hizo possible.
Durante la ejecución de su trabajo, Hegel alteró su concepción del plan original sabiendo que no iba a poder publicar todo el sistema involucrado en ello, asi que insertó largas partes de su contenido al principio --en su introducción-- con lo cual pespunteó mucho de sus raciocinios antes de que el traje a confeccionar estuviese completo. La dificultad que la lectura del libro representa es debido, en gran parte, a éste procedimiento.
En el area introductoria, Hegel nos intenta llevar al entendimiento humano de la contextura -doméstica- de la experiencia diaria al estrato del conocimiento filosófico, la absoluta verdad, que, como puntales invisibles en una mina en la que trabajamos, van sosteniendo esa experiencia de forma semi-subconsciente sin que podamos optar a su intrínseco conocimiento.
Esos puntales son para Hegel la nata representación de que el mundo, realmente, no es lo que aparenta ser.
De ahi que Hegel comience con la experiencia de la conciencia ordinaria en la cotidianidad existencial como alba que va a poner en marcha las luces del nuevo día, de la plena claridad a alcanzar.
La FEM, la misma que escuchaba en la distancia la otra fenomenologia de los cañonazos napoleónicos, en esencia, presenta la inmanente historia de la experiencia humana, la cual, estemos seguro de ello, no conlleva la praxis del sentido comun, sino el resquebrajamiento de su inherente inseguridad para aprehender la verdad, es decir: la conciencia de que la verdad se nos escapa y hay que ir a buscarla con una metodología nueva: la dialéctica.
Etonces, el curso de éste rio desemboca en el mar de que el proceso del conocimiento humano se convierte, por su propia naturaleza dialectica, en el proceso de la Historia.
La auto-conciencia se trasmuta --en este proceso-- en la lucha de vida-muerte entre los individuos. A partir de aqui, Hegel relaciona --nímbicamente- el proceso epistemologico de auto-conciencia con el proceso historico de la humanidad de la sevidumbre a la libertad.
(Indudablemente, Hegel no conocia MAD,
Mutual Assured Destruction,
ni los submarinos nucleares,
ni los misiles balísticos intercontinentales,
pilares autocontradictorios de esa libertad
a la que hemos llegado)
Cada forma y manifestación de conciencia que aparece inmanentemente en el progreso del conocimiento, cristaliza como la vida en cada especifica coyuntura del momentum historico.
Este proceso nos lleva desde la ciudad-estado de los griegos a la Revolución Francesa.
El Prefacio de FEM es una de las grandes Alturas alcanzadas por la filosofía de todos los tiempos.
(¡Aleman tenía que ser el tío!)
Hegel comienza con un análisis critico de las corrientes fiolosoficas al comienzo del siglo XVIII y a partir de aqui procede a desarrollar su concepto de filosofia y de las verdades filosoficas.
El conocieminto tiene su fuente en la vision de que la esencia y la existencia son distintas en los varios procesos cognocitivos. Los objetos que engulle y aprehende la cotidiana cognicion, en su inmediata experiencia, no pueden satisfacer el conociminto porque son accidentals e incompletos, entonces Hegel hace el gran salto y dice: para que estos objetos que aprehende la cognicion cotidiana nos den su intrinseca verdad hay que cazarlos en su movimiento, como el cazador que sabe que no puede ver su presa hasta que esta no se mueva.
El movimiento no es una mera forma intelectual subjetiva: es la esencia de las cosas.
Este es el primer canon --distinto de los cañones que escuchaba aproximarse a Jena-- del pensamiento.
Una vez llegado a este puerto, ahora Hegel se propone desembarcar la mercancia con la que ha atracado: demostrar y esclarecer la relacion entre esencia y existencia, entre verdad enclavada en el movimiento --de las cosas-- y el estado actual en el cual las cosas --aparentemmente-- existen.
Las ciencias se diferencian entre si en el sentido de que los diferentes objetos con los que tratan estan relacionados con la verdad.
Esto puede resultar confuso hasta que comprendamos la manera con la que Hegel postula la verdad.
Para Hegel la verdad significa una forma de existencia al mismo tiempo que una forma de conocimiento, y, consecuentemente, la relacion entre el ser y su verdad es una objetiva relacion de las cosas en sí mismas.
Hegel paradigmiza ésta concepcion en el contraste del conocimeinto matematico y el filosofico.
La esencia o naturaleza del triangulo rectangulo es que sus lados estan relacionados como la proposicion pitagoresca establece, pero ésta verdad esta afuera del triangulo mismo.
La evidencia de la proposición consiste en un proceso llevado a cabo, solamente, por el conocimiento del sujeto.
El triangulo es descompuesto en piezas, lados y angulos, y sus partes hechas y pasadas, a su vez, a otras figuras sobre las cuales se vuelve a construir el triangulo.
La necesidad de esta construccion no esta condicionada por la naturaleza --intrinseca-- del movimiento del triangulo. (El triangulo solo es estatico para el observador)
El proceso de la prueba matematica no pertenece al objeto estudiado --que permanence inerte e indiferente al sujeto--; es una funcion que tiene lugar afuera de la materia que se estudia --en este caso el triangulo--
La naturaleza del triangulo rectangulo no se escinde en si misma en los factores que establece la manera de la construccion matematica que es la requerida para demostrar la proposicion
que expresa la relacion entre sus partes --angulos y lados--
En otras palabras, la verdad de los objetos matematicos existe afuera de ellos mismos, existe en en el conocimiento del sujeto que los estudia. Por consiguiente, esos objetos, en sentido estricto, representan 'untrue and unessential' entidades.
Los objetos de la filosofia, por el contrario, conjugan una intrinseca relacion con la verdad.
Por ejemplo, la naturaleza del hombre reqiere libertad y ésta es una forma de razon.
(Aclaremos que es para Hegel libertad.
Libertad para Hegel es la antitesis de lo fijo, de lo inmutable: el movimiento implica libertad porque rompe la inercia, es decir, algo que no cambia nunca puede ser 'libre'. Por ahi van los tiros. No es algo axiologico, de valores, es algo dado en el vademecum de las potencialidades, de las probabilidades. Vamos: no es la Estatua de la Libertad de New York. Por eso, para Hegel, y aunque parezca extraño, la muerte del hombre --como cambio, éste ¿final?-- es la evidencia de su ser dialectico, de su libertad: si el hombre no muriese nunca podria quedar libre porque quedaria condenado a la inercia del no- cambio. Y hay mucho de razon dialectica en ello porque si estuviesemos condenados a vivir eternamente, ¿como ibamos a ser libres cargando el sisifo de esta interminable sentencia? Lo que ocurre es que en el campo del existencialismo unamunesco del hombre de carne y huesos, decirle a un moribundo que esta a punto de ser libre...implica que, si aun le quedan fuerzas, nos tire a la cabeza lo primero que encuentre a mano)
No es una razon impuesta sobre el hombre por una arbitraria teoria filosofica, sino que puede ser probada por la misma esencia del hombre a traves de su trayectoria historica, por la realidad de los hechos que la configuran.
Y su prueba no esta asentada en el proceso externo de su conocimiento, pero, como deciamos, en su concisa historia como corolario evidencial.
En filosofia, la relacion de un objeto con su verdad es un suceso actual. (Geschehen) El solo objeto del conocimiento filosofico, en su verdadera forma, es el mundo como razon.
En filosofia --dialectica-- ni una sola proposicion es verdadera aparte del todo en que se da.
El sistema dialectico altera la estructura y significado de las proposiciones y hace de ello algo muy diferente de las proposiciones de la logica tradicional.
El conocimiento empieza con la filosofia que destruye la experiencia de la vida cotidiana, y el analisis --dialectico-- de ésta experiencia no representa la aceptacion de la misma, sino el punto de partida de la busquedad de la verdad.
Por eso Hegel define, en esencia, el pensar, como la negación de lo que nos rodea --el poder del pensamiento negativo--, la sospecha epistemologica de que la contigencia de la experiencia de la vida diaria es tan solo el reflejo de las sombras de la Cueva de Platon.
Asi, el proceso dialectico recibe el 'ley motif' de su poder de la presion de superar esta negatividad --lo que nos niega--.
Es el proceso en un mundo donde el modo de existencia de los hombres y de las cosas esta hecho y montado sobre relaciones contradictorias donde cada contenido particular tiene que desarrolar sus intrinsecas potencialidades pasando, forzosamente, a trves de sus opuestos. (Y es verdad porque solo podemos alcanzar nuestra autenticidad en la coincidentia oppositorum. De lo contario nos hundimos).
Lo opuesto a algo es la parte integral de ese algo y todo este contenido es la totalidad --universal-- de todas las relaciones contradictorias implicitas en ello.
En las experiecnias cotidianas del hombre unamunesco esto es pura criptologia porque aflora ante nosotros tan solo como subrepticia apariencia, pero en la realidad que vivimos --incluida la cosmica-- es lo que establece el balance que presenciamos...aunque no nos demos cuenta de ello.
Es tras-pasando el espejismo de lo que aparenta ser el unico camino para llegar al genuino ser y su inmanente verdad que se halla impregnada en el movimiento generado por sus cambios.
Para saber lo que realmente una cosa es tenemos que ir mas alla de su dado estado en el cual la percibimos y seguir su proceso en el cual se transforma en algo distinto asi misma.
Su verdad esta enclavada en el fundametum in re del Perpetuum Mobile del proceso de la generacion cuantitativa hacia la la evolucion cualitativa
(Aunque en nuestros tiempos
nos cueste mucho ver este progreso)
Es realmente la entera dinamica de sus transformaciones la que unifica una cosa con la genuina esencia de ella misma.
(Si intentamos aprehendernos a nosotros mismos desde nuestro nacimiento hasta la vejez, o hasta cualquier otro estadio de nuestra vida, la interminable sucesion de palingenesias --nacer de nuevo, aunque hay muchos que mueren antes de nacer-- por la que vamos pasando es un inequivoco signo de nuestro ser dialectico donde cada subsiguiente fase de nuestro desarrollo, para que tenga lugar, tiene que negar y superar a la anterior)
El parámetro de la dialéctica en la FEM esta cosido insoslayableente a la hechura de que el mundo está permeabilizado de negatividad en cuanto que la fase subsiguiente en su inexpugnable desarrollo siempre tiene que negar, en las necesiades que require su crecimiento, su anterior estado.
Un mundo en el que todas las cosas son diferentes de lo que son, de lo que aparentan ser en el estatico status en el que la percibimos en el momentum en el que deducimos nuestras proposiciones sobre ellas, es el mundo que tenemos que resolver.
Todo ésto,
y más que ésto, claro,
es lo pensaba Hegel
bajo los cañonazos del ejército de Napoleon.
Todo ésto lo he escrito yo bajo
los zumbidos imperials de los cazas yanquis
que se entrenan para su papel invasor,
y que salen y aterrizan de una base aerea,
Miramar, que está ubicada cerca de casa
pasando un florido campo de golf.
Dos ejercitos imperiales,
un pensador, Hegel,
y un macaco servidor.
Los mismos cañonazos
que siguen retumbando
en la reflexión humana que trata
de apprehender un mundo
en el que todas las cosas
son diferentes de lo que son...
Nota:
A pesar de la excelsa y revolucionaria brillantez de Hegel, le agredecmos eternamente Marx el que haya llevado el pensamiento hegeliano...hacia el subsiguiente Escalón Dialéctico.