Por ejemplo, no nos damos cuenta de que Don Martin, --o cualquiera de nosotros, claro--, al cabo de ocho semanas después de ser concebido en el vientre materno, no existía diferencia, en absoluto, entre él y el embrión de un pez; o que al cabo de dieciséis semanas no había ningúna distinción entre él y el embrión de cualquier reptil.
Y es ésta clase de ser la que después,
una vez pasados los diferentes embrios,
convertido ya en "sapiens",
se propuso aclararnos:
'qué es el ser' en el espejismo del tiempo
del "ser-ahí", "ser-en-el-mundo",
fenomenología de la impermanencia
de la "mundalidad".
Mysterium Tremendum el del ser.
Ese ser cobijado en la casa del 'Yo'.
Aunque, según Freud, "El 'Yo' no es dueño de su propia casa". (Vivimos en esa casa, transitoriamente,
pagando un alto alquiler) Lo que equivaldría a decir:
'El ser no es dueño de su ser'.
Y si no es dueño de su ser,
¿cómo se puede hablar de él?
Entónces, ¿de qué somos dueños realmente?
¿Será que la individualidad,
el ente,
el ser,
es tan sólo un sueño
del artificial y alienado cortex cerebral humano,
una fantasía diluída
en las sombras del fuego
de la famosa caverna de Platón
reflejadas sobre las paredes dónde las vemos?
¿Y si la conciencia del aparecer y el desaparecer
(nacer y morir) estuviera remitida,
como promulga el Zen,
al hecho de que "no desparecemos porque nunca hemos aparecido", es decir de que "no hemos nacido", al menos, bajo el concepto de esa "iindividualidad", de ese "ser" particular y prefabricado que sólo existe en nuestro cortex cerebral como pragmatismo vivencial de la enajenación humana?
Ese ser que don Martin, en la primera parte de su "El ser y el tiempo", "Exégesis del 'ser ahí' en la dirección de la temporalidad y explicación del tiempo como horizonte transcendental de la pregunta que interroga por el ser", lo divide en seis partes:
1.-El ente del carácter del "ser en sí".
2.-El "ser en el mundo". (Dasein, el 'Yo' mismo)
3.-El ser en la "mundanidad" del mundo.
4.-El "ser en el mundo" como "ser con" y "ser sí mismo".
5.-El "ser en" como tal.
6.-Y el sentido xistenciario del ser que es la "cura".
Esta "cura", el budismo la aproxima de otra forma, y eso que el mismo Buda, igualmente...al cabo de esas mismas ocho semanas después de haber sido concebido en el vientre materno, tampoco habían diferencias, en absoluto, entre él y el embrión de un pez, y etc, etc...
Deteníendonos en Hume, veamos cómo el budismo se aproxima a esa "cura":
"He estado buscando mi mente durante mucho tiempo y no la he encontrado." El maestro resumió: "No la has encontrado porque no existe." En ese momento el discípulo comprendió la verdad, comprendió que no existe el yo, comprendió que todo es irreal. Aquí tenemos, más o menos, lo esencial del budismo zen"
Una conferencia por Jorge Luis Borges:
"Si nada es permanente, entonces la conclusión lógica a la que podemos llegar es que el yo es una ilusión, tal y como lo postuló la filosofía hindú hace miles de años; en palabras más modernas: una construcción del cerebro que no tiene ninguna realidad fuera de él. El filósofo inglés David Hume, en su “Tratado de la naturaleza humana”, llega a una conclusión similar. Citémoslo literalmente: “En lo que a mí respecta, siempre que penetro más íntimamente en lo que llamo mí mismo tropiezo en todo momento con una u otra percepción particular, sea de calor o frío, de luz o sombra, de amor u odio, de dolor o placer. Nunca puedo atraparme a mí mismo en ningún caso sin una percepción y nunca puedo observar otra cosa que la percepción. Cuando mis percepciones son suprimidas durante algún tiempo: en un sueño profundo, por ejemplo, durante todo ese tiempo no me doy cuenta de mí mismo, y puede decirse que verdaderamente no existo. Y si todas las percepciones fueran suprimidas por la mente y ya no pudiera pensar, sentir, ver, amar u odiar tras la descomposición de mi cuerpo, mi yo resultaría completamente aniquilado, de modo que no puedo concebir qué más haga falta para convertirme en una perfecta nada”.
La Fragilidad del Yo
Conferencia impartida por el Prof. F. J. Rubia Vila
en la Real Academia Nacional de Medicina – 14.V.2002
En el budismo, lo que nosotros llamamos 'Yo', es un agregado de valores, todos interrelacionados y en constante cambio, lo que incluye especialmente los 5 agregados del apego:
- El cuerpo (Rupa);
- Los sentimientos (Vedana);
- Las percepciones (Samjña);
- Construcciones mentales (Samskara);
- La conciencia (Vijñana).
Estos cinco agregados no son un 'Yo; la creencia en un yo (Satkayadrsti) emerge de esos cinco agregados que causan el apego y la creencia de que estas partes son un yo. La cosa es más compleja, y el ciclo que envuelve el apego y la creencia en un yo es demostrado en 12 pasos, que son los 12 eslabones de la Causación Interdependiente. Todo esto está actuando por medio de la causa y efecto, en una cadena compleja de engranajes de ruedas dentadas que se mueven unas a las otras con precisión relojera.
Volviendo a las fuentes del pensamiento occidental,
en Heidegger, el humano es arrojado al mundo; el Dasein se encuentra catapultado a una existencia que le ha sido impuesta, abandonado a la angustia que le revela su mundanidad, el hecho de que puede ser en el mundo y que, por consiguiente, ha de morir.
Sartre, siguiendo a Heidegger, también plantea al ser humano, no tan sólo como 'arrojado' al mundo, yecto, sino como pro-yecto: un proyecto en situación.
Para Sartre, la condena del Dasein es "la libertad", la angustia de un alma consciente de encontrarse condenada a ser "libre".
Pero no sabemos como Sartre define "libertad" cuándo todo el aparato con el cual tenemos que "decidir" nos es impuesto:
el cuándo del tiempo y el dónde del lugar del nacer; los seres de los cuales vamos a nacer, y el irreversible omega que concluíra con todas estas imposiciones, no dan, precisamente, una real estampa de esa "libertad" de la que el pensador francés nos habla. Entonces, ¿cómo vamos a estar condenados a la libertad -como postula Sartre- si ésta no existe -como propósito- en cuánto que en realidad es una conjunción de factores que nos recuerdan lo que dijo el físico Stephen Hawking (contraponiendose a Einstein) de que "Dios no sólo juega a los dados, sino que los tira dónde nadie los ve". Entónces, apretando la tuerca un poco mas: ¿es el mono-vestido -autollamado sapiens- también un juego dados que se tiran sobre la mesa del Dasein heideggeriano y van cayendo dónde nadie los ve y que, por lo tanto, nunca vamos a poder tener la necesaria conciencia sobre nosotros mismos para averiguar el cómo ni el por qué?
Y aqui hay algo que no se ha mencionado desde el budismo Zen a Heidegger:
Que todas estas elucubraciones, exegésis y postulados nada tienen que ver con la realidad: son tan sólo productos del enfermizo e hiperdesarrollado cerebro humano, producto de una evolución artificial que nadie ha estudiado.
Si no tuviesemos algo filogenéticamente "equivocado" --artificialmente 'compugido'--, nunca hubiesen podido salir ni Platon, ni Santo Tomas de Aquino, ni el Maestro Eckhart, ni Kierkegaard, ni Nietzsche, ni Freud, ni Heidegger.
Porque, seamos honestos, ¿para qué los ibamos a necesitar si fuesemos sanos, equilibrados y satisfechos con nosotros mismos?
El "ser",
el "Yo",
el "ego cogito" del "homo sapiens",
son cabriolas de un Naúfrago
para tratar de agarrarse al madero
que va flotando.
Y en éstos esfuerzos desesperados
ha costruído toda clase de teorías,
de estudios, respuestas y tratados
cuya invalidez viene dada
en el hecho de que no nos han servido
para nada porque continuamos
matándonos,
robándonos,
destruyéndo,
y contaminando.
Porque el hombre
--¿se puede explicar de otra forma?--
es una criatura que se hizo
a sí misma contra las Leyes Universales del Cosmos
y que, desorientada y huerfana,
su propia fosa se esta cavando.
¿Pesimismo?
No.
Hechos comprobables.
Y ello, por tomar un ejemplo tan solo,
viene dado en el --otro-- hecho de que Alemania,
cuna cultural de grandes "ego cogito",
fue, precisamente,
dónde se alzo y desarrolló
uno de los mayores horrores humanos:
el capitalismo fascista dirigido por Hitler.
Nietzsche, el "genio del pensamiento",
acabo mochales agarrado al cuello de un caballo.
Heidegger mismo,
a pesar de su "ser ahí",
se enrroló en las filas del aquelarre de sarcófogos nazistas de la cruz gamada del "ser ahí" de sus Crimenes.
...¿Entónces?
¿Que hay verdaderamente detrás de todo esto?
¿Qué es el hombre?
No es que el 'Yo' sea una ilusión.
No es que el 'ser' sea una ficción, una abstracción.
Es muchísimo peor:
Es el Espejismo de esas dos invenciones y quimeras juntas el que compone al mismísimo mono vestido.
Es que nuestra entera conciencia de lo que creemos ser es una SIMULACION.
Es que el "homo sapiens" es, en sí mismo,
un producto artificial y enajenado,
arrancado de la Evolución Natural de la Naturaleza.
Es que el hombre es, como dice Erich Fromm,
UNA ANOMALIA.
Y de ésta anomalía ha salido toda la cultura humana,
"La critica de a razón pura" de Kant,
"El ser y la nada" de Sartre,
"El ser y el tiempo" de Heidegger,
etc...tratándo, tratando siempre de entendernos,
de aprehendernos,
tratándo siempre de saber qué carajo somos,
tratándo siempre de defendernos
de la vida,
de la muerte,
de la oscuridad,
de la angustia,
de la incertidumbre,
del Naufragio que, un día,
nos provocamos al comer del frúto prohibído
del árbol de la ciencia del bien y del mal,
y que, hoy en día,
viene evidenciado tan axiomáticamente
en éste 'Titanic' colectivo
en el que todos navegamos derechos al iceberg,
y a pesar de los geniales análisis y exegésis
de esos grandes pensadores,
a pesar de los apegos del 'Yo' budista,
como agregados de valores,
no hemos logrado nada
a juzgar por las empíricas coordenadas
dónde se encuentra ahora la Humanidad,
pués la genuina epigénes sigue siendo
el conundrum --al parecer, insoluble--
que está superubicado
en el cortex cerebral del mono vestido,
y del cual, parece ser, nadie quiere hablar
de su "ser ahí",
"ahí", si, exáctamente,
en el frontspicio del Templo de Delfo
del tabú que es el hombre mismo
del "Conocete a ti Mismo".
Porque, seguramente,
el ojo no puede verse a sí mismo.
Porque, seguramente,
tenemos que lidiar con lo que somos
y no nos podemos metamorfosear
en nada distinto.
Porque es debido a que cómo a las veintitantas semanas de gestación en el vientre materno ya nuestro embrión inicia la separación del linaje natural filogenético de todo el proceso de la vida en el mar y la tierra...ya comenzamos a separarnos de la Naturaleza que nos había creado y que, al ser paridos, nos arroja a la "mundanidad" de un "ser en el mundo" al que no pertenecemos y en el cual quedamos condenados a responder a éste Tremendo Conundrum del Cortex Cerebral que rompió la armonía lineal de toda una recapitulación, que, hasta nuestra llegada, funcionaba en un equilibrio dónde no hacia falta que nadie pensara en "El ser y el tiempo" porque el "ser" y el "tiempo" no demandaban ser analazidos, sino, simplemente, VIVIDOS.
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PD:
No sé si podré terminar de leer "El ser y el tiempo" del excelso don Martin. Creo que a éste "ser ahí" le va a faltar "tiempo" y le va a sobrar "ser".
Por lo tanto éste "ser" carecerá del "tiempo" necesario para llegar hasta el fín del "pure thought", "puro pensamiento", que hay en ello, que, como decía el agudo de Kierkegaard:
"Existir bajo la guía del puro pensamiento es lo mismo que viajar por Dinamarca con la ayuda de un mapa pequeño de Europa".
Creo que no viajaré mucho tiempo por la "Dinamarca" de Heidegger con un "mapa" tan "pequeño".