¿Aguantará el puntal sobre el que Sísifo
ha sujetado su roca
en el silencio de su escenario?
Pobre Sísifo...
Todo el mundo lo visualiza esclavizado a su roca y empujandola hacia la cima de la montaña de donde volvía a caer para tenerla que subir otra vez...y asi siempre...
A Camus, más inteligente, le interesaba más Sísifo cuando, traquilo, despacio, bajaba, libre ya de toda carga, a por su roca para subirla de nuevo.
A nosotros nos interesa más Sísifo suando, acuñando su roca, descansa sobre ella de su perenne castigo.
Y es que no hay mejor descanso,
mejor redencion y nirvana,
que cuando reposamos
sobre nuestro Propio Castigo.
¿Por qué?
Muy facil.
Muy sencillo:
Porque es entónces cuándo la cabeza, la mente,
(en contradiccion con el resto
de nosotros mismos),
la Roca de nuestro propio Castigo,
al echarnos y descansar sobre ella
nos proporciona un sentido:
una genuina relajación,
un escape de nuestro Destino:
Porque con la misma mano
que nos causa la herida
nos tenemos que curar
Es lo que nos han repetido los sabios
de toda la Humanidad.
Echandonos a reposar
sobre la misma Roca de nuestro castigo
nos tenemos que curar.
Y es verdad.
Ya Cristo lo vislumbró:
"Las aves del cielo tienen sus nidos
y las alimañas sus guaridas,
pero el Hijo del Hombre
no tiene donde apoyar su cabeza".
Y es verdad.
(Ni que decir tiene que esto solo vale
para los que tienen cabeza
porque los descabezados, obviamnte,
no necesitan ningun apoyo
porque la testa no les pesa)
......................
Las dos de la madrrugada
La locura descansa
El castigo rezuma
mares de hojalatas
La noche tiene sus silencios,
mas graves,
más eternos,
sus omisiones que hablan
en una soledad cósmica
que sus límites,
desde el principio,
rebasan,
como si fuese imposible lograr
lo que vamos perdiendo...
Por eso Sisifo,
harto en su camino,
se ha subido en su castigo
para descansar un rato
de su aciago destino...
...Ha sido un largo día,
y ha apalancado su roca
y se ha tumbado sobre ella
y hasta se ha quedado
un tanto dormido,
exahusto en el rodar
hacia abajo
y en el empujarla
sin resultados.
¡Que harto
Siempre igual
Sin salida
Como si todo
estuviese vigilado
y cerrado...!
Vamos siempre tan saturados
de darle vueltas
a las mismas cosas,
a las mismas letanías,
a los mismo rosarios,
a idénticos paradigmas,
a similares cadalsos,
sin resultados...
a las mismas salidas
que no encontramos
Repetir,
repetir debe ser la sentencia
sin dar en el clavo...
recaer en el mismo sitio
sin habernos levantado,
una y otra vez,
como boomerang diseñado.
Pero llega la noche,
la madrrugada,
y en el ovillo del tiempo,
todo se para...
aunque fragilmente
como la rama
que Sísifo ha encontrado
que sujeta la roca sisifica
para echarse sobre ella
y olvidar qué esta pasando
¡Y que día tan largo,
qué largo es todo!...
que sombrío
que amargo,
que áspero,
qué largo el camino
que aún no hemos empezado,
y la senda recorrida
que no nos lleva
a ningun lado!
Que hartos vamos
que a mitad de camnio
nos hemos subido
sobre nuestro castigo
para descansar un rato...
¡...Pero que placer
es ver a Sísifo reposando
porque no criatura
empuja la roca
como nosotros la empujamos...!