Gore Vidal, en su novela 'Hollywood', deja muy bien aclarado y pormenorizado el fundamental papel ideológico que juega la 'meca' del cine yanqui en la estructura política-imperial de la nación. No podia ser de otra forma, claro, dado lo que hay en juego, dado el extraordinario impacto mental-propagandistico que en el mundo ejercen las películas de Hollywood, en español, $antamadera.
Una $antamadera que en éste año, según David Walsh (y con lo que nosotros estamos de acuerdo)...se ha dado, mas o menos, la misma voz:
“And the Winner is … The CIA”
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
2013 Academy Award Nominations: “And the Winner is … The CIA”
The Oscars: Extraordinary and glaring contradictions
Opposed groupings and factions within the film industry may back the different works, but it doesn’t take any stretch of the imagination to suppose that a fairly representative figure in contemporary Hollywood might well favor both Lincoln and, say, Bigelow’s deplorable film. The degree of bewilderment, willful or otherwise, about both artistic and political matters is that great.
The nominations overall demonstrated an effort to cover every possible base.
Life of Pi, a murky, semi-religious ode to the little things in life, which also preaches ethnic and religious tolerance, won eleven nominations, second most to Lincoln.
One of David O. Russell’s weaker films, Silver Linings Playbook, about a semi-dysfunctional working class couple in Philadelphia, one of this year’s official “tributes to the human spirit,” was nominated in eight categories.
An obligatory big-budget action picture, Skyfall, the latest James Bond, was nominated for five awards. A sentimental (and musical) depiction of poverty and oppression in 19th century France, Les Miserables, carried off eight nominations.
Also receiving recognition, somewhat surprisingly, were the independent Beasts of the Southern Wild, a poetical consideration of post-Katrina Louisiana (four nominations), and Austrian filmmaker Michael Haneke’s Amour, about an elderly couple confronting disease and the approach of death (five nominations). The interesting Searching for Sugar Man was nominated in the best documentary feature category.
The Academy Awards process is always a peculiar one.
The combination of confusion, liberal good intentions, semi-philistinism, self-congratulation and political blindness is a particular expression, refracted through the peculiarities of the entertainment business, of the thinking and feeling of sections of the better-paid professional middle classes in America.
This is not the best crowd, and it is not the worst.
To the extent that such people, including of course Spielberg himself, remain in thrall to the Democratic Party and Barack Obama, they are both politically and artistically limited.
The subordination to the Democrats speaks to and ensures their distance from the concerns and needs of the overwhelming majority of the working population.
Insulated from the economic hardships facing tens of millions and all too ignorant of history and the social process, prominent figures in the film world tend to accept the view self-servingly advanced by the media that the mass of the American people is backward and conservative.
To a shameful extent they cower before the right-wing media, terrified of being attacked as “un-American” and unpatriotic.
This is bound up with the ongoing consequences of the anti-communist purges of the 1950s, which still haunt Hollywood. The most “radical” and “controversial” work today remains firmly within the framework of an acceptance of the present social and economic order.
Events will help clarify the best elements in filmmaking. One can even imagine a day when considerable numbers in Hollywood may be able to distinguish between a work that celebrates the cause of human liberation and one that identifies with its bitterest and most murderous enemies."
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Hollywood es engranaje importantísimo en el Imperium norteamericano, y los 'Oscars' de su 'Academia' se otorgan con todo el cuidado que requiere ésta Gran Empresa, consciente de su rol e influencia en un orbe al que ha sabido conquistar con su "prestigio cinematográfico", porque incluso los mas supinos representantes de la 'intelligentsia' del planeta dedicados al cine sienten como un grandisimo honor cualquier minimo reconocimiento que la 'Academia' les pueda ofrecer, y ello hay que entenderlo porque es el aval que se necesita para el 'éxito económico' del trabajo realizado, claro.
Por caso, todas las peliculas de 'guerra' que ha realizado Hollywood han sido, siempre, en total conjunción con el Pentagono. Y se cuidan todos los detalles como si tratase de algo transcendental donde una equivocacion puede hacer dimitir a los personajes mas importantes.
El Pentagono presta los petrechos necesarios a cambio de que un 'consejero militar' diga lo que 'no se debe decir' en el libretto que previamente se ha bordado.
Hay mucho en juego y hay que tener cuidado.
Y el BUF, Brainwashing Under Freedon, en el 'We, the People', tiene que funcionar como un mecanismo de relojería. El cortex cerebral de los ciudadanos de the land of the free and the home of the brave --con las variantes necesarias para probar que lo que decimos no es cierto--, básicamente, funciona como un reloj suizo: incluso el 'retraso' o 'adelanto' --la disidencia interna-- que pueda tomar ya están calculados 'a priori' por el relojero oficial. Y Hollywood es parte integrante de las manecillas de éste reloj.
Esto es una $antamadera que presenta en el mundo entero un determinado panal de miel para que las gentes piensen que, a pesar del Ugly American que el Imperium lleva dentro, no hay mejor democracia y más palpitante burbúja de libertad en la Tierra que la que aqui montaron los Founding Fathers.
Este narcisimo cifrado en el 'Espejito, espejito, ¿quién es en la Tierra la más bella de todas' , se nota palpablemente en el desfile de Egos y Subegos que tiene lugar el día de la entrega de los 'Oscars' cuándo todo se transforma en un canto a nosotros mismos que se antoja como una autocantata universal de Bach pero en la que sólo participa la superior raza de los elegidos que únicamente puede producir Hollywood y su altar patrio al que toda criatura viviente quiere emular y copiar.
Hollywood ha creado en el mundo "la película",
el decorado, el montaje, la tramoya más colosal y grandiosa de propaganda de clase de todos los tiempos, sobre la tarima de la industria del "entreteni-miento" , porque con un sofisticado equipo de técnicos y cerebros ha sabido hacer pasar (despues de su época inquisitorial cuando llevaron a la pira a Charle Chaplin y muchos otros más), atractivanente, y en 'Cinemascope' y 'Technicolor', toda la 'fotonovela' de la vida humana como una constante 'Película del Oeste' en la cual sólo van cambiando los vestuarios, el guión y la acción, según el momentum y el consumidor.
Y en ésto hay que felicitarlos, porque sin ésta tramoya hollywoodense-goebbelsiana al Imperium le hubíese sido un poquito más dificil conquistar las cabezas y las simpatias de los ciudadanos de los territorios ocupados.