Todos somos Pasajeros en la misma Estación en la que hemos convergido a traves de nuestros diversos caminos, pero cada uno de nosotros esperando trenes diferentes que nos lleven a nuestros destinos. Es la convergencia de nuestras bifurcaciones la que señala lo pro tempore de nuestras relaciones con los otros.
¿Un tren volando, qué raro?
No, pues no es raro
porque este es el tren
del espacio-tiempo,
ese al que todos vamos
enganchados.
Es el tren del Tiempo, de la Vida
(de la vida del mono-vestido, sexómano,
y expulsado de la Naturaleza dónde había nacido,
y, consecuentemente, desajustado con él mismo,
por eso de homo sapiens se bautizó a él mismo),
ese al cúal tenemos que subirnos y bajarnos
en marcha a riesgo de caernos o matarnos
si no acertamos con la entrada y salida.
Es el mismo tren de Miguel Hernandez
de las Tres Heridas:
la del amor.
la de la muerte.
la de la vida...
y del yugo
bajo el que vivimos,
un río que aparece
y desaparece un día,
como si nunca hubiese existido
en el arcano de su hidrografía
sin sentido...
Es un tren al cúal nos hacen subir un día
cuando, ajeno a nosotros,
el destino y el azar se combinan,
sin consultarnos, sin preguntarnos
si queremos subir o quedarnos
en el mismo sitio.
Y esta será siempre, siempre,
el Misterium Tremendum que nos guía
desde el sub-consciente profundo
dónde el amor, la muerte y la vida,
y el yugo bajo el que vivimos,
son tan solo reglas a cumplir
sin nuestro acuerdo,
sin nuestro permiso.
Si.
La misma estación
en dónde convergemos
sin habernos conocido
para esperar distintos trenes
que rematen nuestros caminos
...sobre todo en este mundo alienante
y desintegrado que se hunde
en el profundo abismo.
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Desde el Bote:
Escribimos para "achicar agua", A.A.
Y al mismo tiempo tratamos
de Taponar la Vía de Agua, TVA.
(Y sólo tenemos dos manos!)
Es la 'Dramatis Personae'
del ser humano, su 'Solus Ipse',
la onto-logía de su soledad,
ese Bote desde dónde se tiene,
con sólo dos manos,
y, al mismo tiempo,
que A.A. y T.V.A.
¿Podremos?
