J. Eduardo Polío es economista, nació en El Salvador, en 1946. Sus primeros años los vivió en un pueblo llamado Quezaltepeque. Durante su adolescencia, ya en la capital, San Salvador, compaginó sus estudios de bachillerato con el atletismo. En 1964 se trasladó a Suiza, residió año y medio en Lausana y tres en Friburgo. Allá comenzó su formación económica. En 1969, junto con su mujer, emprendió un viaje a la India, país que le dejó una huella profunda. A su regreso, al año siguiente, se instaló definitivamente en Barcelona y terminó sus estudios de Económicas. Su vida laboral ha sido diversa: venta a domicilio de libros, peonaje industrial, encuestador, repartidor de publicidad en los buzones, administrativo, marketing, economista.
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A los diez minutos parará.
todo sea una gran sábana
que hay que levantar
para sublimar y aceptar
los "entre líos y demonios"
que todos, en nuestras maletas,
tenemos que acarrear
A Eduardo
El Salvador
Suiza
Barcelona
India
Barcelona
Suiza
Barcelona
India
Barcelona
En 1969 fuímos a India.
Tú, Blanca, Erika y yo.
¿Recuerdas?
...Todo es sueño y realidad;
todo se combina de tal manera
que terminamos no sabiendo
lo que está delante,
o en el ahora
o lo que está detrás.
El irrespetuoso Tiempo
siempre jugando con nosotros
como peonzas a desorientar.
Nosotros ya habíamos estado
en India en 1968 y nos causó
una tremenda impresión carnicera
que, ni con profilaxis metafísicas,
pudimos curar dado
que es lo más opuesto
a esta promocional civilización
occidental siempre ella
tan maquillada hasta el fondo
con su utilitaria vaciedad
y su hipocóndrica gravedad.
(...Aún, en aquellos tiempos,
no habían tempestades
ni en la tierra ni en el mar
y se podía viajar)
Los Intocables,
lo Intocable
y lo Tocable.
Trimūrti, la Trinidad hindú.
Lo que nos pareció regir
aquel país dónde la Realidad
te agarra por el cuello
y, sacudiéndote,
no te puedes soltar,
-¿recuerdas?-,
dónde la Vida y la Muerte,
en la calle,
en cualquier lugar,
bailan juntas
(flores, Dolor y campanitas
bajo el halo de su deidad),
como pareja inseparable,
sus unísonos y gemelos destinos
de los que no se pueden safar.
Y no puedes hacer nada.
Solo mirar y observar
y sentirte ridículo e inadecuado
porque llegas occidentalmente amputado
ante perder todos los 'evangelios'
-que dejan de valer-
con los que habíamos llegado.
¿Recuerdas?
(Y los antropoides -monos-
que en las calles, parques
y templos sagrados...
viviendo a sus anchas sin Sociedad
Protectora de Animales
que atiendan sus derechos
y cuidados)
Aquellas tierras y culturas
dónde al experimentarse
el "primun vivere" nos cuesta
dejar a un lado a Marx,
pero que, poco a poco,
ante las torpederas sesanciones,
se va colando una metafísica
que no tenemos más remedio
que reconocer y dejarla volar...
lo mismo que los físicos,
aúnque sin entenderla,
admiten que la "materia oscura"
determina la cósmica realidad.
Y nos vino a la memoria
todos aquellos caminos
que en la vida se van tejiendo
y que después se evaporan
como líquidos ingrávidos
ya sin cuerpos añadidos
que lo puedan justificar
...Y asi ibamos cuándo en nuestras
"oscuras y claras materias",
nos enteramos de que habías
emprendido otro viaje, éste,
a diferencia del de la India,
sin equipaje, sin macutos,
ese que un día, a solas,
nos niega eternamente
sin podernos escapar,
ese mismo al que Caronte,
un día, nos invitará a embarcar;
solos,
sin equipaje ya,
sin billete de vuelta
...de esa otra India
que también te agarra
por el cuello
y, sacudiéndote,
no te puedes soltar
Y allí te escribo
estas líneas
desde el hic et nunc
de los que esperan su turno
para ese camino que tú has
emprendido ya.
El Salvador
Suiza
Barcelona
India
Barcelona.
Suiza
Barcelona
India
Barcelona.
Un abrazo
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Originalmente publicado
en Marzo 7, 2022, y ahora ampliado
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PosData
Tenemos que agregar este PosData porque es "divertido", divertido incontable, dice la ortodoxica gramática...aúnque en este caso hay que contarlo porque ocurre en India y estas cosas no se dan mucho por aquellos lares. Lo teníamos olvidado y mal recordado y aún despues de que me lo mencionó Erika sigo sin que me cuadre muy bien las cuentas de cómo pasó. Se trata -según ella- de que en algún lugar de la India me quite las sandalias que llevaba del 'Corte inglés' y se las dí a un mendigo que por aquellas coordendas no hace falta buscar mucho para hallarlo. Bien. Lo que no me cuadra es que hice yo despues de que le dí mis sandalias, ¿ir descalzo?. Pero sigamos. Despues, cuándo estabamos en Benarés, a cientos de kilómetros de mi alturísta y turística generosidad, ella reconoció al mismo mendigo... ¡porque era el único que en todo Benarés llevaba unas sandalias del 'Corte Inglés'!
¿Qué cosas, no?. Y ya no recuerdo qué pasó despues que reconocimos al personaje de la historia. Extraño PosData.