"Hay que trabajar, trabajar...Trabajar y ayudar al que lo merece. Trabajar aunque a veces piense uno que realiza un esfuerzo inútil. Trabajar como una forma de protesta. Porque el impulso de uno sería gritar todos los días al despertar en un mundo lleno de injusticias y miserias de todo orden: ¡Protesto! ¡Protesto! ¡Protesto!" (federico garcia lorca)
Monday, December 19, 2011
1965, ESTAMBUL: EL LLAMADO AL ALMA DE LA ORACION ISLAMICA . EXPERIENCIA NUNCA OLVIDADA
Cumplí veinticínco años en Estambul.
Corría el año mil novecientos sesenta y cinco.
Y nosotros, Dino y yo, empezamos nuestra ruta hacia Kuweit
dónde nos habían dicho que hallaríamos trabajo.
Economía de bolsillo: unos cien dólares cada uno.
Estambul,
Ankara,
Adana,
Allepo,
Damasco,
Jordania,
Bagdad,
Kuweit.
En Kuweit no encontramos trabajo.
Economía: sesenta dólares entre los dos.
-"¿Dónde vamos?"-
-"Tengo una prima en Libia, en Trípoli"-
La prima de Dino: un ser de lejanías.
Y vuelta atrás.
Bagdad,
Damasco,
Beirut,
Port-Said,
El Cairo,
Alejandría,
El-Alamein,
Marsá Matrúh,
As-Sallúm,
Tobruk,
Bengasi,
Marsá al Burayqah,
Miratáh,
Trípoli.
¡Al fin!
Parada y fonda.
Después de unos días con su familia,
Alberto y Paula,
Dios los bendiga,
yo regreso a dormir a mis parques públicos.
Dino se queda con su familia.
Al cabo de un tiempo él encuentra trabajo.
Cambio los parques por la oficina dónde trabajaba:
por la noche entro a escondidas,
por la mañana temprano salgo a escondidas.
Dino me dá el dinero para regresar a España.
Vía, Túnez y Marsella, llego a Barcelona.
Han pasado unos tres meses.
¿Cómo se realizó la sobrevivencia todo éste tiempo?
Hospitalidad.
Hermandad.
Y, metafísica del espíritu,
por esa oración,
por esa oración,
que, desde los minaretes,
descansando o durmiendo en los parques públicos,
o en el mejor lugar posible,
o en el albergue ofrecido,
o en la parada del 'auto-stop',
rasgaba las Profundidades del Ser
con bálsamos de un mágico nirvana
dónde la horfandad del camino quedaba disipada.
Aún lo llevo grabado en mi corazón.
Aún me saca a flor de los recuerdos
aquellas experiencias,
totalmente intrasferibles a palabras,
dónde sentí -mas que aprender- a conocer
todo lo que esa oración,
ese sentimiento,
ese 'cante jondo'
--epigénesis de mi Al-Andalus--,
conllevaba.
Y ahora, después de tantísimo tiempo,
por primera vez,
lo saco afuera de mi alma...
Con devoción cierro los ojos.
Y me quedo oyéndolo
con aquella paz que me daba...
Satori de tiempos.
Meditación.
Abismo.
Honduras de ensenadas
...Y pienso, no lo puedo remediar:
Que distinto el mundo de hoy
dónde esa oración sagrada
tanto ha sido invadida,
mutilada,
humillada.
asesinada.
Pero sigue ahí, perínclita, intácta...
http://sisifocansado.blogspot.com/2011/12/1965-estambul-paises-arabes-la.html