Wednesday, October 29, 2025

HOY LLEGAMOS AL PUNTO EQUI-DISTANTE DONDE LA EXISTENCIA PONE A SUS NAVEGANTES...


80 + 90
         -----------  =  85
2
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Aúnque el Zen dice que: "no desaparecemos porque nunca hemos aparecido", porque nunca hemos nacido", hoy, en el día de nuestro cumpleaños, hacemos una excepción con esta colección de magnificas tubas que en esta hermosa canción, 
'adios, amor, adios', ya empieza a reflejar el escalón dialéctico de despedidas y adioses en el que el destino del paso del tiempo nos ha metido...
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Hoy llegamos al equidistante:
el punto que equidista
la misma distancia 
hacia atrás que hacia adelante,
salvo que en nuestro caso,
de aqui en adelante
lo que queda por llegar
es mas entrópico
a cada instante.

Hoy el cielo ya está
bajo el mar y Caronte,
el barquero 
de todos los mundos,
rema en la vertical
del tiempo,
en la plomada
que arquimetiza
todas las ciudades:
ya no hay perdida,
inmunes y seguros
vaciamos la taza
que nos llenaron
los monjes y sorchantres...

¡Adelante, Caronte,
es buen tiempo
de llegar al punto equidistante,
de todas formas
ya no nos interesa
el huracan que se avecina
sobre el mar
dónde tu estas 
con tu estandarte...!


Serious isue. Si.
Pensar.
Pensar...



















Es lo que implica 
esta situación tan grave
y tan grandiosa 
dónde la materia,
hecha conciencia,
recuerda,
evalua,
rumia,
vuela,
explora,
diseña,
repasa,
sube,
desaparece 
y cae...

Asi que subimos al córcel 
del Sum Ergo Cogito
a contempar el alba
y la caída de la tarde.

Todo un cumulo de paisajes
por los que hemos ido pasando,
ni atrás ni por delante de nadie,
tan sólo nuestra sombra llevandonos
en brazos sin preguntarle.

Hemos llegado.
¿Adónde?
No importa.
A fin de cuentas
lo que cuenta 
es el viaje,
el misterio,
la razón,
el peaje, 
el alcance
de lo que hicimos,
de lo que nos impidieron,
de lo que un día
vimos en lontananza
y desapareció sin esfumarse.

Es todo como un juego
donde los dados
no son nuestros,
nunca lo fueron,
y la mano que los tira
pro tempore,
es alquilada,
prestada,
como todo,
como el ocaso
que nos aguarda,
como la nada
que llevamos grabada,
como el desapareder
que es el nirvana
de la madre...

El pobrecito de Einstein
decia que Dios no juega a los dados.
Pero Hawking, 
(gracias a Dios)
lo corrigió:
Dios no sólo jueda a los dados...
sino que los tira dónde nadie los ve.

Es todo como un juego
dónde los dados no son nuestros
ni tampo de Dios:
son de un universo holigrafico,
ateo y sin dimensión,
dónde estamos tu y yo
y todos lo que componemos
esta extraña y vivencial procesión...

Porque, ¿sabéis?
Somos los poseedores poseídos
en la perínclita ilusión
de creer en lo que nunca
hemos tenido:
distorsión paratáxica
del confuso mono-vestido
de donde nunca
nos redimimos...

Y hasta en los cumple-años,
ese embudo del tiempo
que no sé por qué festejamos...
se nota esa extraña
y vivencial procesión,
todos ya engachados
a la mediocridad del tren
con un sólo vagón...

La cuestión es que hemos llegado a la ancianidad con menos mala leche de la que nos imaginabamos que ibamos a llegar. Creemos que debe ser porque estamos de acuerdo, al menos filogenéticamente, con Don Pedro que acertó como Fromm en sabernos diagnosticar. Y esto siempre da seguridad y aleja la mala hostia porque nos entroncamos con la verdad:

Me declaro Culpable

"El nacimiento del hombre,
tanto ontogénica como filogenéticamente,
es, esencialmente,
un acontecimiento negativo"
Erich Fromm