Es curioso, que coincidencia,
coincidentia oppositorum;
el otro día me han preguntado
si creo en el cambio climático.
Que coincidencia.
Y le respondo a mi interlocutor que,
precisamente, estoy en mi climaterio.
"¿Y que tiene que ver una cosa con la otra?",
me dice extrañado.
"Pues mire usted si que tiene que ver"
Y el hombre se me queda mirando
esperando por dónde voy a saltar
en mi comunicado.
"...Y tiene que ver -le digo- porque:
¿cómo no no vamos a creer en el cambio climático si ya nosotros mismos representamos esa disonancia, ese cambio, esa dicotonomía, ese climax, ese culmen que acarreamos?"
Y el tipo olímpicamente me contesta:
"No me he enterado ni papa..."
Y un servidor, tratando de hacer de profeta benevolente le suelta:
"Ya lo entenderá..."
(Cosas del cambio climático
que afecta a toda la ontología metereológica
de los seres humanos)