Monday, January 16, 2023

MI HERMANA. SU ROSTRO, AY, SU ROSTRO...CANALES EN PROFUNDIDADES QUE AFLORAN EN EL ENSIMISMAMIENTO DE LA FUERZA DE GRAVEDAD DE LOS CAMINOS ANDADOS...


Hermana. Calle Viña. El Rincón. 
Sobre finales del verano de 2016. 
Tenía 82 años. 
Al fondo la puerta por dónde 
se entraba a casa, 
un parque vallado de pájaros, 
árboles y albas, 
entrelazado en los bosques 
de pinos de Cartaya. 

(Dónde según nos contaba 
nuestro hermano Luis 
-ya al otro lado de la vida que pasa-, 
que antes de que llegara 
la colonización desurbanística 
de la decada de 1960, 
vivían la bruja Pliniplina 
y el mago Cucuruco)

Ya su rostro marcado 
por el pathos de los ríos 
que por él han cruzado, 
orografía entre nostalgías de la vida 
-lejos de su Huelva- 
que nos aherroja a nuestro destino. 

Su rostro, ay, su rostro...
una rotulación 
-lejos del be happy don't worry
dónde se funden los surcos
en las profundidades 
que afloran al pararse, 
dónde se plasman 
los contornos sin maquillaje
en el ensimismamiento 
de la fuerza de gravedad 
que andan nuestros caminos.

...Ese rostro ya no se ve
en la que nos da las noticias
en la TV de la tarde,
ni en la publicidad
que vende contentos
dulces y chocolates,
ni en la forzada amabilidad
de las apariencias positivas
a las que nos fuerzan
los negocios, 
los encajes sociales,
los escaparates;
hoy todo esta amañado
para que el cliente
no se marche
sin haber comprado
lo jovial, 
lo risueño, 
lo agradable.
Hoy ese rostro
está afuera de la ley,
penalizado y aislado
para no hacer pensar
a nadie...