O sea: ya no es cuestión de exigir la legítima libertad a la que se tiene derecho por estar encarcelado por el ilegítimo "delito" de haber hecho un Referendum para preguntarle al pueblo qué quiere, no; nada de eso, es que, encima, se prohíbe el derecho a pedir esa libertad.
Es decir:
NO ESTA PERMITIDO PEDIR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS ENCARCELADOS.
¿Donde pasa ésto en el mundo?
Pues solamente en el país
del Valle de los Caídos
dónde desde 1939,
"cautivo y desarmado el Ejército Rojo",
seguimos cautivos y desarmados
en un Coitus Per Anum, CPA,
que, ni Freud, de vivir hoy,
hubiése descifrado.
Parodiando con el inevitable y lúdrico sarcasmo: es lo mismo que si, no solamente se le quitara el pan a un niño hambriento; nada de eso, es que, encima, se le prohíbe el derecho a pedir pan.