El que también tendría
que llevar mascarilla
es el çapitalismo
para que deje de contaminar
No.
No son los "Negacionista",
son los "Afirmacionistas".
Estos últimos son los que afirman que:
La decisión de un confinamiento global, cuyo inevitable efecto fue el colapso de la economía mundial, ya se tomó en la conferencia del WEF en Davos, del 21 al 24 de enero de 2020.
El 30 de enero, la OMS declaró al COVID-19 una emergencia de salud pública de preocupación internacional (PHEIC ). En ese momento, solo se conocían 150 casos de COVID-19 fuera de China. No hay motivo alguno para declarar una pandemia. El 11 de marzo, el Dr. Tedros, Director General de la OMS convirtió la ESPII en una pandemia. Esto dio luz verde para el inicio de la implementación de “El Plan”.
El 30 de enero, la OMS declaró al COVID-19 una emergencia de salud pública de preocupación internacional (PHEIC ). En ese momento, solo se conocían 150 casos de COVID-19 fuera de China. No hay motivo alguno para declarar una pandemia. El 11 de marzo, el Dr. Tedros, Director General de la OMS convirtió la ESPII en una pandemia. Esto dio luz verde para el inicio de la implementación de “El Plan”.
La pandemia era necesaria como pretexto para detener y colapsar la economía mundial y el tejido social subyacente.
No hay ninguna coincidencia. Hubo una serie de eventos preparatorios, todos apuntando en la dirección de un desastre histórico monumental en todo el mundo. Comenzó hace al menos 10 año, --probablemente antes-- con el infame Informe Rockefeller de 2010 que describió la primera fase de un plan monstruoso, llamado el escenario del “Lock Step” (La fase --el escalón-- del confinamiento). Entre los últimos movimientos preparatorios para la "pandemia" se encuentra el Evento 201, celebrado en Nueva York el 18 de octubre de 2019.
El evento fue patrocinado por el Centro Johns Hopkins para la Salud Pública, la Fundación Bill y Melinda Gates (BMGF) y el Foro Económico Mundial (WEF), el club de los ricos y poderosos que se reúne cada enero en Davos, Suiza. Participaron varios conglomerados farmacéuticos (grupos con intereses en posibles vacunas), así como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE. UU. y China.
Uno de los objetivos del Evento 201 fue una simulación por computadora de una pandemia de virus corona. El virus simulado se llamó SARS-2-nCoV, o más tarde 2019-nCoV. Los resultados de la simulación fueron desastrosos, mataron a 65 millones de personas en 18 meses y hundieron el mercado de valores en más de un 30%, lo que provocó un desempleo y quiebras incalculables.
Precisamente el escenario del que ahora vivimos el inicio.
Precisamente el escenario del que ahora vivimos el inicio.
El escenario Lock Step prevé una serie de eventos o componentes espantosos e inquietantes del Plan que serán implementados por la llamada Agenda ID2020, una creación de Bill Gates, totalmente integrada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU - fecha prevista para su finalización - 2030 (también llamada Agenda 2030, la agenda oculta desconocida para la mayoría de los miembros de la ONU), la misma fecha límite para la finalización de la Agenda ID02020
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The Farce and Diabolical Agenda of A “Universal Lockdown”
By Peter Koenig
Global Research, June 29, 2020
Global Research 1 May 2020
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Para confirmar lo expuesto ver también a Michel Chossudovsky. Los dos, tanto Peter como Michel, estan a salvo de toda sospecha "bolchevique", "rusa", "conspiracionista" o de los pobres "negacionistas" que creemos que estan infiltrados por los servicios de inteligencia occidentales para que se degraden asi mismo sin ninguna consistecia objetiva e historica al respecto.
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Otra que esta libre de toda sospecha "conspiracionista" o "negacionista"
es Stella Calloni
ES TIEMPO DEL NUNCA MÁS PARA LA MENTIRA
Publicado originalmente el 8 de julio del 2020
En un escenario como el que nos rodea, con un mundo paralizado, uno podría imaginar que los sembradores de odio se llamarían a la reflexión y ante el sufrimiento humano recuperarían algo de la humanidad perdida, pero los hechos nos están mostrando la persistencia del odio y la mentira.
La pandemia de la desinformación y manipulación, la perversidad del terrorismo mediático, para tratar de seguir atrapando a poblaciones cautivas continúa como si nada pasara en el mundo, y se convierte en un crimen de lesa humanidad. La mentira mediática es un arma de guerra.
La realidad, que en estas situaciones límites se sobrepone a los juegos malditos de la guerra psicológica, determina que la mayoría de los medios de comunicación masiva a nivel global son manejados en este período histórico desde el centro imperial que, a su vez, hegemoniza la revolución tecnológica de las comunicaciones y la informática.
Esto dentro de su proyecto de lograr el manejo absoluto de una comunicación estratégica a nivel global, y como parte esencial de las guerras de todo tipo que el sistema imperial nos impone.
”A su vez las técnicas científicas de comunicación, potenciadas a escala masiva y planetaria por los grandes conglomerados mediáticos del capitalismo, crearon las bases para su utilización en estrategias de manipulación y de control social desarrolladas a partir de los objetivos de la dominación imperial-capitalista” señala el analista especializado Manuel Freytas.
En esa escala tienen bajo su control a los mismos grupos de poder que acompañaron los proyectos depredadores, neoliberales, coloniales, de un capitalismo sin máscaras y que hicieron cómplices de sus fechorías universales a la mayoría de los que se dieron en llamar comunicadores “independientes” cuando no lo eran.
Convirtieron la desinformación en un arma clave y a los medios en armas de destrucción masiva, permitiendo devastación y crímenes atroces, como los cometidos en el mundo, por el terrorismo imperial como en las recientes guerras coloniales del siglo XXI.
La dictadura global mediática no se da tregua, no se detiene ni ante una tragedia de estas dimensiones, y cuenta con la mayoría de los medios de comunicación masiva a nivel global, que continúan tratando de confundir, con un esquema de manipulación perverso, cada día más cercano al discurso del fascismo más primitivo, lo que produce largas listas de víctimas, que en el lenguaje de ese poder hegemónico son convertidos en victimarios.
Como tales aparecen en los mensajes diarios, elaborados en todos los casos desde los centros del poder imperial, para confundir y paralizar a importantes sectores de una sociedad atrapada.
Los que se dejan atrapar por el mensaje depredador del ser humano y se enferman de inhumanidad, los que imposibilitados de elegir entre mensajes manipulados y otros que se apegan a la realidad, a los que grandes sectores populares no tienen acceso, caen en la red del odio.
En medio de este huracán de noticias falsas, de ofertas mercenarias, hay una mayoría de periodistas, comunicadores, cineastas, documentalistas que resisten y crean formas de comunicación, como se hacía en tiempos de las catacumbas, para enfrentar al odio y acompañar a los desposeídos, los millones de seres humanos arrojados sin piedad a los arrabales del mundo.
Si la red de noticias falsas se interrumpiera, si se impusiera una cuarentena para la circulación de la mentira, vendida como información- cuando la esencia de la divulgación informativa es la verdad a la que todos los pueblos del mundo tienen derecho y que es la verdadera “libertad de expresión”, el mundo en crisis sería distinto.
El discurso del fascismo, que aparecía en las brumas del pasado con lenguajes refinados y perversos, hoy es sin aderezos, brutal, lo que se conjuga con los efectos de entretenimientos desculturizadores, en una verdadera guerra colonizadora de conciencias para fomentar odios, persecuciones, guerras y conformar la red de negacionistas.
Podría proponerse una cuarentena para evitar la pandemia del virus del odio y de la noticia falsa, de los informes aterrorizadores, como si esto ayudara a la humanidad, en una encerrona que transcurre entre la parálisis del miedo y la impotencia y la posibilidad de una información veraz que pacifique y ayude a controlar la incertidumbre y la desesperanza.
El periodismo tiene hoy como nunca una responsabilidad histórica de cumplir con su función de informar con la verdad, sirviendo a la humanidad y cumpliendo con su ineludible compromiso ético de respetar la legislación internacional, donde queda establecido como norma que la información veraz es un derecho ganado por los pueblos del mundo.
También las dirigencias y los partidos políticos, deben cumplir con su deber de impedir que continúe la pandemia de la mentira, ya que existen normas constitucionales e internacionales y éticas para detener este azote de un capitalismo en decadencia, que no admite que hoy es imposible continuar con la acumulación y concentración de riqueza a un nivel como nunca antes había sucedido en el mundo, mientras millones de personas son condenadas a la lenta muerte del hambre y el abandono absoluto de los estados parias.
La depredación ambiental es también un crimen de lesa humanidad que protagonizan los dueños del poder que destruyen todo a su paso, no importa cuántas vidas cueste, para hacer escalar sus fortunas, custodiada por el armamento más destructivo de todos los tiempos, constituyendo la acción de mayor poder letal del terrorismo económico-ambiental.
Hay montañas de muertos detrás de cada palacio construido con las riquezas acumuladas sin control, pero nadie habla de estos temas, mientras las sociedades son inducidas a la inercia absoluta, bajo la vieja y nunca desechada doctrina Goebbels (Joseph) que con otros subterfugios y engendros tecnológicos, reconstruye en cada tiempo la matriz cada vez más perfeccionada, pero cada vez más mediocre del fascismo.
Esto es la guerra psicológica, la de Cuarta Generación mediante lo cual se produce, la mayor intervención cultural contra nuestros pueblos, como son la desinformación y manipulación, los espectáculos de “entretenimientos” que lobotomizan y zoombifican (el perfecto zoombie social) y logran-que antes de escribir- un niño aprenda a “ matar “.
En general el blanco de los perversos juegos de muerte de la internet es un indio, un negro, un árabe, a un latino, un presunto terrorista, y cada impacto de sus supuestas balas se festeja como un triunfo. Son las “bellezas” fatales y mortíferas que engendra el capitalismo en su verdadera esencia.
La pandemia del coronavirus ha dejado al desnudo esta realidad, que sigue siendo ocultada por la mentira. La mayoría de los medios actúan como comandos de mercenarios “matando” psicológicamente al “enemigo”, perseguido, degradado, humillado por la injusticia sin límites del sistema.
“En la Guerra Psicológica (columna vertebral de la Guerra de Cuarta Generación, sin uso de armas) las operaciones con unidades militares son sustituidas por operaciones con unidades mediáticas”, señala también Freytas
Todo dirigente político, todo gobierno soberano, que se apoye en el pueblo, que decida por la patria, la soberanía efectiva, la independencia, el honor y la dignidad, la defensa de sus recursos naturales, es un blanco en esta guerra.
Lo son los periodistas que se ajustan a las reglas del periodismo, los militantes, los dirigentes populares, los que resisten a la violencia imperial y a sus alcahuetes de turno que imponen en los gobiernos para hacer el trabajo sucio, de entregar países y recursos, como traidores a la patria que son.
Digamos que nada de esto discute nuestra prensa de este siglo XXI, a las que se les inoculó el virus de una pandemia alucinante, la de la ambición sin límites, hasta vender el alma al diablo, para este lo habite definitivamente.
“En este clima fin de ciclo, y para colmo pandémico, En este mundo de espejismos tenemos que encontrar estrategias para recuperar la verdad. Porque, sin ella, no podremos vivir”. dice el escritor mexicano Juan Villoro.
Para recuperar la verdad se necesita una unidad monolítica del periodismo y los trabajadores de prensa para denunciar ante organismos internacionales que protegen el derecho de los pueblos a una información veraz y pautar las imprescindibles normas éticas que deben regir la profesión.
(Un momento. Hagamos un alto en el escrito de Calloni: organismos internacionales que protegen el derecho de los pueblos a una información veraz
¿Son realmente los organismos internacionales, creaciones de la clase social en el poder, los que protegen el derecho de los pueblos? ¿Seguro?)
Si la mentira y la manipulación en la información son armas letales como está demostrado en estos tiempos aciagos y en documentos como los que definen la reglas de una Guerra de Cuarta Generación, es el momento del Nunca más.
Sembrar el odio es un gesto de violencia extrema y transforma a buena parte de sociedad en un batallón perdido de zombis, que terminan matando sin culpa, destruyendo sin conciencia y devorándose a sí mismo en su integridad humana.
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PD
Generalmente, cuando una información rompe las mallas de lo establecido, cuando revela aspectos funcionales o intereses del sistema capitalista que subsisten detrás de los gobiernos, de las corporaciones empresariales, o de la estructura dominante del negocio informativo, se la califica inmediatamente de "teoría conspirativa".
Un ejemplo claro de este método es el 11-S: Decenas de informes investigativos, desarrollados y documentados y hasta con pruebas fotográficas, fueron sistemáticamente descalificados (o desvalorizados) como "conspirativos" porque no se ajustaban a la "versión oficial" difundida por la Casa Blanca y sus servicios de inteligencia. Es más: las Tres Torres desplomadas pasaron a ser Las Torres Gemelas del World Trade Center. ¿Como pudieron escamotear Una Torre del subconsciente colectivo?