"La autoconciencia, la razón y la imaginación
rompieron la armonía que caracteriza
a la existencia animal.
Su aparición convirtió al hombre
en una anomalía,
en un capricho del universo"
Erich Fromm
Nebulosas de diamantes oscuros
penetraron tus labios
apretados con augurios
No; asi no podía
ser el mundo.
Algo estaba equivocado,
algo se había omitido,
algo se nos había escondido
y enterrado para no ser visto,
algo había sido un engaño
imperturbable y dormido
No; asi no podía
ser el mundo
que todos, enajenados,
habíamos admitido,
una civilización basada
en la 'libertad' para hundirnos...
Y fue, de pronto,
que un día la Luna
bajo para decirnos:
¿Qué habéis hecho,
insensatos,
con la Luz que os dimos?
¿Qué habéis hecho
con las facultades
que os entregó
vuestro Destino?
¿Qué habéis hecho
cambiando el alba
por el eclípse
que se os predijo?
¿Qué habéis hecho,
desgraciados,
con aquella fruta
del Arbol Prohibido
que fue para que conociérais
y ser seres del Cosmos,
del Infinito,
y la habéis transformado
en crimen,
en veneno,
en latrocinios?
¿Qué habéis hecho
con la inteligencia
que os dimos
que la pusistéis
en destruir
y destruíros?
Y fuistéis cavando,
poco a poco,
vuestra tumba,
vuestro nicho,
mientras os engañábais
creyendo en vuestro
proyecto divino,
en el delirium tremens
de un 'progreso'
que hipotecó el alma
y vació el camino,
y ahora estáis,
a la interpérie,
naúfragos sin refugios,
sin puertos,
sin abrigos...
Aun estáis a tiempo
de aprender
de vuestros extravíos,
pero daros prisa,
el huracan está en lontananza
y ésta vez
no habrá salida,
ni puertos,
ni abrigos...
Y después de hablarnos,
la Luna subió al firmamento
de dónde una vez
el capricho del Universo