Si
Es verdad
El segundo en cabeza
lleva razón...
éstas gentes no respetan ni el amor.
Nada es ya sagrado para ellos.
Este Trust de Mercaderes,
con tal de sacar ganancias al por nayor,
no respetan ni la vida,
ni la muerte ni el amor...
mientras, bajo la bota de turno,
los llevamos a cuestas
colaborando todos en la Operación.
Somos huérfanas y pobres criaturas,
obedientes a los días y fechas
en las que el dueño de la bota
le de por elegir un día
para la correspondiente celebración.
Todo es como un juego de abalorios
bien montado sobre calendarios,
santos y conmemoraciones
para vender y comprar,
desesar, recordar y festejar
el día del padre,
de la madre,
de la mujer,
del hijo,
del desaparecido,
del aparecido
y del amor...
Si
Y es que el capitalismo,
como en la película de Michael Moore,
es una historia de amor.
incomprendida por muchos,
debatida por otros,
pero, en el fondo,
aceptada con sentimentalismo redentor
como lo único que hay y que nos dejan tener
para dentro de ello poder parar el almanaque en días señalados para dedicarselos a los otros y otras y sentirnos asi todos como en una gran familia dónde compartimos desesos y festejos para asi sentirnos mejor.
Y es que, como dice Moore, en su
capitalismo: una historia de amor,
incomprendida por muchos,
debatida por otros,
pero, en el fondo,
dejemos de ser críticos y aguafiestas,
aceptada con un sentimentalismo redentor
como lo único que hay y que nos dejan tener,
sobre todo en éstos días señalados
que, transcendiendo clases, status,
economías, diferencias y estandartes,
todos nos sentimos sin barreras,
juntos y unidos en el mismo destino de felicitarnos en unicidad de fingidas
apariencias y escaparates,
dejando por un día la impermeable realidad
que nos divide aparte.
Por eso, ahora,
desde ésta bitácora de barco varado
felicitamos a los inventores
de éstos Valentines
y más fechas de almanaque
porque saben hacernos sentir
que, unos para los otros,
somos solidarios y especiales
en conjuntar, comprando y vendiendo,
el saldo de nuestras emociones y amistades.