El Carácter Diabólico del capitalismo
en su facies hippocratica:
el luciferino --y kafkiano-- engaño
bajo el que sucumbimos
En la tarjeta navideña --Feliz Navidad-- a la entrada del portal de ésta bitácora de barco varado--varadísimo ya-- no nos percatamos de la parte final del Evangelio de San Mateo, que decía:
"De modo que tendrá cada uno por enemigos
a la gentes de su propia casa"
Y es muy interesante.
Y más que eso: muy en consonancia con nuestra época en la cúal la clase dominante y ricachona --la que será mas difícil que entre en el reino de los cielos que un camello pase por el ojo de una aguja--, ha sabido meter en nuestras propias casas a nuestros propios enemigos...¡Que jugada más genial!
Sabían -y saben- que enfrentándonos y poniéndonos en discordia los unos contra los otros,
al hijo y al padre,
a la hija y la madre,
a la nuera y la suegra,
a todos contra todos
--sobre del efectivo divide et impera--,
es el idóneo reconducir la discordia
por canales lejanos al origen
de sus auténticas causas.
Ahora vemos
el gran y puro realismo
de ésta parte final de la alegoría.