Es inútil, si, porque nos posee la vida, el Tiempo,
y por mucho que tratemos de cambiarlo, de moverlo,
el Omega, la Muerte,
siempre se encarga de 'resolverlo'.
Es útil porque mientras esperamos ese momento
en el Misterium Tremendum
del ser-y-el-no-ser que llevamos dentro,
podemos jugar a darle alas para que vuele
según nuestra imaginación y deseos.
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A Laurelle, Miguel y Anna
'The Roots of Coincidence'
Arthur Koestler
Vintage Books
New York, 1973
Pgs. 68-69
En 1949, Richard Phillipps Freynman, propuso que el positrón no es nada mas que un electrón que, por un cierto lapsus de tiempo, se mueve hacia atrás en el tiempo, y la misma explicación abarca a otras antiparticulas.
Al respecto, éstos diagramas rápidamente se convirtieron en referencia en Física dónde un eje representaba el tiempo y el otro el espacio, y sobre ellos las partículas se podían mover en el tiempo hacia adelante o hacia atrás, y el positrón, viajando, como todos nosotros, hacia el futuro (siguiéndo la clásica flecha del tiempo) se comportaría exactamente lo mismo que lo haría un electrón, viajando, momentaneamente, hacia el pasado.
Esta reversabilidad del tiempo propuesta por Freynman conlleva una corta-vida porque en nuestro universo las antipartículas también tienen corta-vida; ya sea que en una galaxia compuesta de antimateria de corta-vida, dónde el tiempo permanentemente fluiría hacia atrás con respecto a nosotros, es materia de especulación.
Pero en cuánto a las leyes físicas que se dan en la Tierra, el concepto de la reversabilidad del tiempo de Freynman resultó y probó ser tan productivo que en 1953 recibió la medalla Albert Einstein y en 1965 el premio Nobel de Física.
El filósofo de ciencias, Hans Reichenbach, escribió que "la teoría de Freynman representa el golpe más serio que nunca ha recibido el concepto del tiempo en física"
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Hoy he sido un electrón,
y, momentáneamente, he viajado al pasado.
Después, cuándo se me terminó
el billete del viaje, he regresado.
Mañana, no lo sé, viajaré hacia adelante,
al futuro...para regresar al presente
¿A qué presente?
¿Qué es el presente?
¿Hay presente?
...Uf...ya se fue...!
Todo son viajes momentáneos;
permanencias momentáneas
en cada uno de esos tres puentes
que el espacio-tiempo ha montado.
en cada uno de esos tres puentes
que el espacio-tiempo ha montado.
La permanencia de la impermanencia.
Coincidentia oppositorum
de un eje que representa el tiempo
y el otro el espacio
dónde ésta partícula vestida
con camisa, pantalón y zapatos
no sabe si ahora mismo
está en presente, futuro o pasado...
Creo que, experimentalmente,
no tenemos que esperar
para que la reversabilidad del tiempo
cobre su genuino status.
La podemos hacer todos
cuándo queramos...
La podemos hacer todos
cuándo queramos...