El Golpe de Estado en Cataluña
ha dejado las cosas muy claras.
Porque las cosas no son del color del cristal con el que se mira: las cosas tienen sus propios, sus inherentes colores independientemente de la retina que las mira.
Y el inmanente color de este Golpe es obvio.
Es el color de la deformista y surrealista continuación
del franquismo en España,
en éste caso consumada por la colaboracion
de esos tres traidores al pueblo español,
es bastante obvio.
Pero la buena noticia es que se han equivocado
(Vamos, que la han cagado)
Porque la solución que han encontrado para resolver el problema de Cataluña es lo mismo que si para solucionar la cojera de alguien, el cirujano intenta cortarle la pierna...
Esta era la metodología que usaba el Terrorista del Ferrol --pero a diferencia del susodicho cirujano, el tío llegaba a cortarla-- cuándo iba bajo palio y se hacia llamar el Generalísimo de España por la Gracia de Dios.
Y son tan egocéntricamente burros y falangistas que siguen creyendo que con esa misma Gracia de Dios pueden continuar atando y amordazando a los pueblos de España en pleno siglo XXI.
El pueblo catalan, y todo el mundo que no sea idiota lo sabe,
no se dejará cortar esa pierna,
la de su propio gobierno,
la de su dignidad,
la de su identidad,
la de su Historia,
la de sus luchas,
la de su vida,
la de su razon de ser:
Lluís Companys no puede ser fusilado dos veces
Todo el mundo que no sea idiota sabe que ahora lo que ha conseguido ese reformista y surrealista franquismo trasnochado de vientos y mareas pasadas y caducas, es poner a mas centenas de miles de catalanes contra el yugo y las flechas que siguen amparadas y representadas en esa fétida monarquía con rey imbécil que nos habla como si fuesemos retardados mentales.
Pero la buena noticia es que se han equivocado!
(Vamos, que la han cagado)
Como escribe Angeles Maestro:
La importante movilización del pueblo catalán – como en otros tiempos y con otras formas la del pueblo vasco – a pesar de su determinación y de haber involucrado a cientos de miles de personas no ha podido conseguir sus objetivos de autodeterminación, propios de cualquier marco mínimamente democrático...Pero si ha servido, sin embargo, para hacer ya inocultable que las estructuras del Estado,
que se edificaron sobre la columna vertebral del franquismo,
son incapaces de responder a reivindicaciones políticas
con otra cosa que la represión.